La globalización llega herida de nacionalismos a la cumbre de Davos

Está siendo un mes de grandes nevadas en los Alpes suizos. La capa de nieve llega hasta los cuatro metros en algunas cimas y para prevenir riesgos se ha hecho necesario provocar aludes controlados que han dejado imágenes impresionantes y el destrozo de parte de un hotel en Davos. Se podría decir que la pequeña localidad alpina ya está lista para recibir entre el 22 y el 25 de enero, por cuadragésimo séptimo año, a líderes políticos, económicos y sociales de todo el mundo (en esta ocasión se esperan unos 3.000; 24 ellos españoles) al Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés) con el reto de encontrar un nuevo rumbo para una cooperación internacional que llega malherida por efecto de los nacionalismos y las guerras comerciales.

El tema de la reunión de este año es 'Globalización 4.0: Cómo diseñar una arquitectura global en tiempos de una cuarta revolución industrial'Globalización 4.0. Y el reto que se plantea es el de cómo corregir el descontento social por el aumento de las desigualdades en el mundo desarrollado y el resurgimiento del populismo y el nacionalismo como reacción a los excesos de la globalización en las últimas décadas. 

Abusando del precedente de la novela 'La montaña mágica' se podría decir que la globalización llega tuberculosa a la localidad alpina donde el escritor Thomas Mann ubicó su legendario sanatorio de enfermedades respiratorias.

Riesgos globales

La reunión llega precedida de la reciente presentación del tradicional informe sobre riesgos globales, a partir de una encuesta a 1.000 líderes mundiales (80 de ellos, españoles), que este año vuelve a señalar el cambio climático y los ciberataques a gran escala como las amenazas con mayor probabilidad. Además se apunta el aumento de la polarización de las sociedades, la desigualdad en ingresos y riqueza y el aumento del sentimiento nacional dentro de las principales tendencias que dominan el mundo. El aumento de las tensiones geopolíticas y geoeconómicas se señala como el riesgo más urgente en 2019, con un 90% de los expertos pronosticando una mayor confrontación económica entre las grandes potencias este año.

La guerra comercial, el 'Brexit', la desaceleración del crecimiento y el temor de algunos a que la economía mundial se encamine hacia una nueva recesión formarán parte de las preocupaciones de esta reunión alpina. “¿Podríamos estar sonámbulos en una nueva crisis?”, se pregunta uno de los documentos de reflexión presentados en el Foro.

Ausencias y presencias ilustres

Demasiados retos globales en un momento en el que algunos de los grandes líderes internacionales han declinado asistir a la reunión de Davos para atender sus propios problemas nacionales.  El cierre parcial de la administración estadounidense, las protestas de los ‘chalecos amarillos’ y el caos político derivado del Brexit han llevado a Donald Trump, al francés Emmanuel Macron y a la británica Theresa May a cancelar su asistencia al foro. Algo similar ha pasado con el mexicano Manuel López Obrador.

Sí tienen previsto asistir a foro el japonés, Shinzo Abe, la alemana Angela Merkel, el italiano Giuseppe Conte y el brasileño, Jair Bolsonaro. También el español Pedro Sánchez, que vuelve a llevar la presencia al Foro de un presidente español después de ocho años de ausencia. Después de que José Luis Rodríguez Zapatero acudió a Davos en el 2010 para defender la solvencia de una economía española que, sin embargo, su sucesor Mariano Rajoy no volvió a llevar la presencia del Gobierno español a la localidad alpina.

La representación empresarial española en la 49ª edición del Foro Económico Mundial que se celebrará en Davos entre los días 22 y 25 de enero contará con la presencia en la localidad suiza de los presidentes de los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, así como de los máximos responsables de empresas como Iberdrola, Repsol, Ferrovial, Acciona o Repsol, entre otras personalidades del mundo económico.

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