Minimalismo: reflexión sobre el exceso e ideas para no caer en él

Frente al consumo desmedido, que acompaña sobre todo a épocas como la Navidad, en los últimos años cada vez más personas se unen al minimalismo. Un estilo de vida que aboga por ser conscientes de lo que compramos

Comprar lo esencial

Comprar lo esencial / economia

Agustina Barbaresi

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Las cifras del Black Friday, el pistoletazo de salida de la temporada navideña, no mienten: hay épocas del año en las que las compras se disparan. Y es precisamente entonces, en medio de ese ruido publicitario y vorágine de estímulos, donde podemos acabar comprando mucho más de lo que necesitamos.

Frente a esta costumbre de quemar la tarjeta, ha surgido una corriente que hace suyo el mantra de que menos es más: el minimalismo. No es que la gente con este estilo de vida defienda que el dinero no da la felicidad, es que van más allá: aseguran que lo que hacemos con él nos puede llevar a la infelicidad. Podemos acabar viviendo, a veces, por encima de nuestras posibilidades y sepultar nuestras carencias bajo objetos que no necesitamos.

“Tenía todo lo que quería. Tenía todo lo que tenía que tener. Todo el mundo me decía: Tienes éxito. Pero, en realidad, era infeliz. Había un vacío en mi vida. Así que intenté llenar ese vacío, igual que mucha gente, con cosas, muchas cosas. Llenaba ese vacío con compras consumistas. Me gastaba el dinero más rápido de lo que lo ganaba, intentando comprar mi camino a la felicidad. Pensaba que algún día lo conseguiría. La felicidad tenía que estar en algún lugar, a la vuelta de la esquina. Vivía de sueldo en sueldo, vivía esperando el día de paga, vivía por las cosas. Pero en realidad no vivía”, relata Ryan Nicodemus, una de las dos mitades de The Minimalists, en uno de los documentales más aclamados de este año en NetflixMinimalismo: las cosas importantes.

The Minimalists es un blog y podcast lanzado hace alrededor de una década por Nicodemus y su entonces compañero de trabajo, Joshua Fields Millburn. Ambos han escrito un libro contando su experiencia y su viaje de ejecutivos a minimalistas. Pasan de gira gran parte del año para transmitir “un mensaje sencillo en el que creemos: la decisión de vivir deliberadamente con menos”. Su experiencia se recoge en el documental de Netflix junto a otras como la de Dan Harris, periodista y autor de 10% más feliz, un bestseller que escribió tras sufrir un ataque de pánico en directo en el programa Good Morning America y que le llevó a reflexionar sobre la hipercompetitividad y el trabajo.

Hacer un ejercicio de reflexión personal sobre si nuestro nivel de consumo es adecuado, es decir, si compramos sólo lo que necesitamos y cada una de nuestras cosas tienen una función muy concreta en nuestra vida, es muy complejo. Pero aquí van algunas ideas para aquellos que quieran ponerlo en práctica:

       

  • Hacer listas de la compra por prioridades: Comprar sólo lo estrictamente necesario, es decir, aquello que sea importante y no un capricho.
  • Comprar de forma consciente: Hacer el ejercicio de poner toda nuestra atención en lo que estamos haciendo cuando vamos de compras. Y recuperar el antiguo “más vale calidad que cantidad”.
  • Mantener el orden: Este punto está muy relacionado con el anterior. Organizar el espacio (tu casa, tu puesto de trabajo) ayuda a despejar la mente y contribuye a priorizar y a aprender a quedarnos con lo esencial. En los últimos años se han publicado varios libros con métodos para mantener el orden, orientados sobre todo al hogar. Uno de los más conocidos es “La magia del orden”, que recoge el método de la japonesa Marie Kondo.
  • Aprender a desprenderse de cosas y hacerlo regularmente: Por ejemplo, en los últimos años han proliferado corrientes como la del armario cápsula. Básicamente consiste en vivir con alrededor de 30 prendas (incluyendo accesorios y complementos) por cada temporada. En plataformas como YouTube podemos encontrar vídeos con trucos y recomendaciones para conseguirlo.
  • Reciclar, regalar o vender lo que ya no se use: Empresas como H&M o Zara (Inditex) recogen en sus tiendas ropa para reciclado. También existen los puntos de recogida de textil y los puntos limpios en diferentes ciudades de España. Además, se puede recurrir a apps como Wallapop para vender todo aquello que ya no necesitamos.
  • Desconectar: Nuestro móvil, ordenador o tablet son una puerta de entrada cada vez más utilizada para comprar. Ya sea vía app o conexión directa a internet, las cifras de ecommerce en España no mienten: 7 de cada 10 internautas compra por internet, es decir, 19,4 millones de españoles entre 16 y 65 años, según datos del Estudio Anual de Ecommerce 2018 de IAB Spain.  Por eso, la desconexión es fundamental para enfocarse y no caer en el exceso. Para ello se puede recurrir al simple y llano autocontrol o aprovechar algunas herramientas, como el “tiempo de uso” que recientemente implementó Apple en sus dispositivos. Con ella se puede limitar el número de horas al día que utilizamos las apps, redes sociales y/o navegación.