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Uber pierde la batalla con los taxistas de Barcelona

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Silvia Martinez / Josep M. Berengueras

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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea no tiene dudas. Aunque Uber es un concepto que ha roto moldes debe ser considerada como una empresa de transportes y no una simple plataforma digital de intermediación entre particulares, lo que significa que debe estar sometida a la misma exigencia de licencias y autorizaciones que los taxis. Así lo acaba de sentenciar la corte europea en un dictamen que echa por tierra los argumentos de la compañía estadounidense y da la razón a la asociación Profesional Elite Taxi de Barcelona. Uber, sin embargo, seguirá operando con normalidad: la sentencia hace referencia al modelo anterior que usaba Uber en Europa, y no con el que opera actualmente de licencias VTC (vehículos turismo con conductor).

Según el Tribunal, si bien Uber ofrece un servicio de intermediación que tiene por objeto poner en contacto, mediante una aplicación para teléfonos inteligentes y a cambio de una remuneración, a conductores no profesionales que utilizan su propio vehículo con personas que desean efectuar un desplazamiento urbano, también "está indisociablemente vinculado" a un servicio de transporte. 

Es decir, “debe considerarse que este servicio de intermediación forma parte integrante de un servicio global cuyo elemento principal es un servicio de transporte y, por lo tanto, que no responde a la calificación de servicio de la sociedad de la información, sino a la de servicio en el ámbito de los transportes”, señalan los jueces en un dictamen muy esperado que confirma la victoria del sector del taxi.

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Regulación y licencias

Dicho de otro modo, la corte europea considera que a Uber no se le puede aplicar la normativa sobre comercio electrónico, tal y como reivindicaba la empresa, y que exime a las empresas de tener que solicitar autorizaciones previas para operar. "Un servicio de esta índole está excluido del ámbito de aplicación de la libre prestación de servicios en general así como del ámbito de aplicación de la directiva relativa a los servicios en el mercado interior y de la directiva sobre comercio electrónico", subraya la sentencia. Esto significa que las autoridades nacionales pueden regular las condiciones de prestación de servicios y exigir licencias previas. La sentencia supone un precedente importante que podría tener repercusiones, más allá del taxi, en otros ámbitos de la economía colaborativa como el alojamiento.

La batalla judicial arrancó en 2014 cuando la asociación que agrupa a los taxistas de la ciudad condal interpuso una demanda ante el juzgado de lo mercantil nº 3 de Barcelona solicitando que se sancionara a Uber Spain por competencia desleal contra sus taxistas. Según esta asociación, Uber no tiene derecho a prestar el servicio UberPop -prohibido en España desde diciembre de 2014- en la capital catalana porque ni la compañía estadounidense, ni los propietarios de los vehículos ni los conductores disponen de licencias y autorizaciones, tal y como establece el reglamento metropolitano del taxi. La empresa opera ahora con licencias de vehículos con chófer, VTC.

Primer aval, en mayo

El pasado 11 de mayo el abogado general de la corte, Maciej Szpunar, ya dio oxígeno a los taxistas de Barcelona al concluir en su dictamen previo que Uber no solo se limita a intermediar entre la oferta y la demanda sino que ella misma “ha creado la oferta, regula sus características y organiza su funcionamiento”. Es más, señaló entonces, “Uber controla los factores económicamente relevantes del servicio de transporte urbano ofrecido en el marco de esta plataforma”.

Es decir, que impone a los conductores requisitos previos para el acceso a la actividad y su desarrollo, les recompensa económicamente, les indica los lugares y los momentos en los que pueden contar con un número de carreras importante o tarifas ventajosas, lo permite a la compañía adaptar su oferta a la fluctuación de la demanda sin ejercer un control formal sobre los conductores. Todo esto, concluía el abogado general, excluye la posibilidad de que Uber pueda ser considerada simplemente como una intermediaria. 

Los jueces asumen ahora buena parte de sus argumentos al señalar que, en efecto, el servicio va más allá de la simple intermediación porque Uber no solo pone en contacto con el conductor no profesional con la persona que desea realizar el desplazamiento sino que creal al mismo tiempo una oferta de servicios de transporte urbano que controla. La aplicación "es indispensable para las personas que desean hacer el desplazamiento urbano" y "Uber ejerce una influencia decisiva sobre las condiciones de las prestaciones realizadas por los conductores", apunta el Tribunal. 

Poca afectación

La sentencia puede tener influencia en el desarrollo de otras compañías de la economía colaborativa, pero tendrá poca afectación en Uber. El modelo denunciado por Elite Taxi es el que usó la firma de EEUU para introducirse en Europa: particulares sin licencia que llevaban a otros particulares. Sin embargo, Uber abandonó hace dos años ese modelo, y desde entonces solo opera con coches con licencia, siguiendo las normativas legales de cada país. En España, por ejemplo, solo opera en Madrid porque asegura que en Barcelona no hay suficientes licencias VTC licencias VTCpara dar un servicio óptimo. En Europa, Uber opera en más de 80 ciudades, y la sentencia hace referencia al modelo de negocio que Uber solo mantiene en Polonia, Rumanía, República Checa y Eslovaquia.

"Esta decisión no cambia nada en la operativa de Uber en la mayoría de los países de la UE. Sin embargo, todavía hay millones de europeos que no pueden usar apps como la nuestra. Como dijo recientemente nuestro nuevo consejero delegado, conviene regular servicios como Uber y por ello continuaremos el diálogo con países y ciudades en toda Europa", ha asegurado la empresa en un comunicado.

El sector, muy pendiente de la incorporación de 3.000 licencias VTC

La sentencia del TJUE hace referencia al model con que Uber empezó a operar en Europa (servicio entre particulares), pero no al actual (licencias VTC). De hecho, si algo preocupa realmente al sector del taxi actualmente es la posible concesión de miles de licencias VTC solicitadas por particulares y empresas, una resolución que llegará pronto.