ERC en Cerdanyola defiende que los registros sigan recaudando los impuestos

La decisión de rescindir el convenio de la Agència Tributària de Catalunya (ATC)Agència Tributària de Catalunya con los registradores para la liquidación y recaudación de impuestos cedidos va camino de convertirse en un conflicto político.

Esta medida no solo ha provocado advertencias por parte de propio colectivo de fedatarios públicos afectados. El grupo municipal de ERC en Cerdanyola, que gobierna el municipio junto con Compromís per Cerdanyola, ha planteado para aprobar en el pleno una moción de "apoyo a las oficinas liquidadoras". De esta manera contradice los planes de la cúpula de la hacienda catalana, que depende del 'vicepresident' ,'conseller de Economia y presidente de ERC, Oriol Junqueras.

No es el único municipio que se ha revelado contra los planes del Govern ante el final de la colaboración con los registradores. Ciudades como Igualada o Vilanova y la Geltrú se quedarán sin oficinas. El ejecutivo catalán pretende paliarlo con oficinas de las diputaciones o municipios incluidos en la red Tributs de Catalunya.

PUNTOS DE ATENCIÓN

No obstante, los registradores aseguran que los puntos de atención que propone la Generalitat para paliar el final de la colaboración de los registradores a través de Tributs de Catalunya "son solo buzones de recepción, no oficinas de gestión". Con su decisión, agregan, la Generalitat "deja sin servicio directo a más del 50% de la población de Catalunya".

También la Diputació de Barcelona ha aprobado una moción en este sentido con los votos del PSC-CP, Entesa, el PP y Ciutadans.En la moción se pide al "Govern de la Generalitat la adoptación de un modelo de gestión tributaria que permita mantener un punto de atención en los municipios afectados para que se pueda suplir la atención personalizada y en la proximindad prestada (...) huyendo de modelos que impliquen la recentralización del servicio y la atención del contribuyente".

El proceso de despliegue de oficinas propias de la ATC, que sumará 15 a las cuatro delegaciones ya existentes, se concretará en febrero con la sede de la calle Joan d'Àustria, de Barcelona, para toda la zona norte de la capital y alrededores, en la que trabajarán 40 personas. El concurso para elegir sedes de alquiler tiene el 7 de noviembre como plazo de vencimiento.

La Generalitat se ha impuesto como objetivo tener este proceso finalizado el 31 de julio del año que viene, cuando los empleados de la ATC pasarán de los 385 actuales a unos 800.

Las 53 oficinas liquidadoras de los registros dejarán de prestar estos servicios, que serán asumidos por las 19 oficinas de la ATC. Además, empleados del fisco catalán se ubicarán también en 142 espacios municipales, de diputaciones o 'consells comarcals' de la red Tributs de Catalunya, que opera como ventanilla única, para compensar el menor número de oficinas de la Agència.