Salt vota por Ikea

Resulta más fácil la toma de decisiones cuando estas dependen de terceros. Y en Salt lo tienen claro desde el inicio del mandato municipal. La idoneidad de acoger a Ikea en los terrenos situados en el sur de la población ha generado discrepancias en el seno del gobierno municipal. La solución, ante ello, ha sido dar voz a la ciudadanía para que decidan la viabilidad del proyecto. Una consulta, o un referéndum en toda regla. La decisión que adopten los ciudadanos será asumida por el equipo de gobierno, formado por ERC, que está a favor de la llegada de la multinacional sueca, y de Independents per Salt-Cup, que se han mostrado abiertamente en contra. Ambos forman gobierno en minoría con ocho concejales de 21.

La partida parece, de entrada, ganada por Esquerra. Un total de 17 de los 21 concejales se han definido a favor de la modificación urbanística del sector sur de la ciudad que permitiría la llegada del primer Ikea a la provincia. A ERC se le han sumado CiU, PSC, PxC y C’s. Mientras que los cuatro concejales en contra son los tres de la CUP más el representante de Canviem Salt.

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Sin embargo, la operación Ikea se enmarca dentro del desarrollo urbanístico de la zona sur que contará con equipamientos educativos, zona comercial e, incluso, una reserva de espacio para ubicar el futuro Hospital Josep Trueta, que actualmente se encuentra en la zona norte de Girona. La parcela donde se ubicarían son unos terrenos de casi 750.000 metros cuadrados que van desde la salida sur de la AP-7 hasta rozar el término municipal de Girona por un lado, y Vilablareix, por el otro.

El concejal de Urbanismo de ERC, Àlex Barceló, defiende que su grupo ha hecho una reflexión serena y objetiva de cual es el diagnóstico sobre el futuro del municipio. Consideran que la solución a los diferentes desequilibrios de Salt pasa por la generación de nuevos recursos que llegarían con esta reforma urbanística. En cambio, su socio de gobierno, la CUP, ha hecho campaña por el 'no'. Afirman que la oferta laboral que ofrece Ikea es “solo un cebo que comportará más destrucción de trabajo y paro local”.

La llegada de la gran superficie sueca de muebles pone encima de la mesa 300 puestos de trabajo directos y unos 100 más indirectos. Y la inversión prevista estaría entre los 80 y los 100 millones de euros. "Nuestro objetivo es siempre contribuir al desarrollo de la actividad económica de las localidades en las que nos implantamos", manifiesta la compañía.

La última palabra la tendrán este sábado los 22.421 vecinos mayores de 16 años que depositarán la papeleta a favor o en contra del proyecto.