HISTORIA DE UNA EMPRESA FAMILIAR CATALANA
Luz centenaria con diseño
Antoni Fuentes
Periodista
ANTONI FUENTES / BARCELONA
El acto central de los 100 años de Simon ha reunido a toda la familia, que ya llega a la quinta generación y que suele ser reacia a aparecer públicamente, y a un buen número de 'simoneros', como se definen los trabajadores de la firma. En 100 años, los simoneros han alcanzado ya los 3.800 trabajadores en todo el mundo, con una presencia en el extranjero consolidada, especialmente en países como China. Junto a ellos, el Rey y el 'president' Carles Puigdemont también se han sumado a la celebración del centenario de la empresa familiar catalana.
Felipe VI ha destacado que en el 2008, en la inauguración de la planta de Riudellots, ya pudo ver "el dinamismo de este grupo empresarial" que ahora reafirma, y ha puesto la empresa como ejemplo de los "réditos tan positivos" de la apuesta estratégica por la internacionalización, el I+D y la inversion. El presidente de la Generalitat ha destacado que ni las empresas ni los gobiernos "pueden poner en peligro el futuro".
QUINTA GENERACIÓN
Sergi Vives Simon, presidente del consejo de administración, ha destacado las raíces de la empresa y la continuidad que buscan para la familia. "Nuestro bisabuelo Arturo inicició este proyecto. A los 100 años, Simon sigue siendo una sólida empresa familiar", ha asegurado. "Hemos empezado a trabajar con la quinta generación para que sean accionistas responsables", ha indicado Vives Simon en relación con el futuro de la firma en los próximos años.
La exposición Interfaces inaugurada por el Rey consiste en un recorrido por la historia del fabricante de material eléctrico y por el diseño de los interruptores, enchufes y portalámparas desde su fundación por Arturo Simón en 1916 en Olot. "He aquí un material práctico, económico y técnicamente perfecto", pregona uno de los anuncios históricos de la marca.
La apuesta por el diseño ha llevado a la compañía a contar con un departamento específico desde el 2010 vinculado directamente al director general y a convertirse en empresa protectora del Barcelona Centre de Disseny (BCD), en cuyo edificio se ha celebrado el acto central del centenario de la compañía y que acoge la exposición. En los últimos años, Simon ha ido recopilando premios internacionales de diseño que han reforzado su estrategia de convertir los modestos interrutores en objetos de decoración y con mayor valor añadido.
"Cuando nos empezaron a copiar nuestros diseños, nos dimos cuenta de que ya habíamos llegado a donde queríamos estar", explica Lluís Simon, expresidente del consejo de administración del grupo en un vídeo conmemorativo proyectado en el acto del centenario.
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