Catalunya Banc perdió 78 millones de euros en el 2015 por las provisiones para su reestructuración

Catalunya Banc perdió 78,17 millones de euros en 2015 frente a un beneficio de 123 millones de euros en el 2014, como consecuencia de las provisiones que ha tenido que realizar la entidad durante el ejercicio terminado. Así consta en las cuentas que la entidad debe aprobar el próximo 13 de mayo en la junta de accionistas, donde también se deberá ratificar la fusión con BBVA, ha informado el banco este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Deloitte, que auditó las cuentas del 2015 y cuya reelección también se decidirá en la junta, apunta como causa de las pérdidas a las provisiones realizadas por el nuevo plan de reestructuración, que provocaron unos resultados del grupo antes de impuestos de 258,3 millones de euros negativos, con un resultado neto consolidado negativo de 81 millones, frente a un beneficio de casi 130 millones en 2014. La junta también deberá votar la gestión del consejo y su retribución máxima, que está limitada a 100.000 euros para los consejeros y 300.000 para los consejeros ejecutivos.

El ajuste pactado con los sindicatos en agosto del 2015 implicaba el cierre de 285 oficinas y la eliminación de unos 1.557 puestos de trabajo que han salido de la entidad por vía de prejubilaciones, excendencias y traslados a oficinas del BBVA. 

El BBVA absorberá Catalunya Banc con efectos contables desde el 1 de enero de 2016, aunque está previsto mantener la marca comercial CatalunyaCaixa por su arraigo en Catalunya.

El tipo de canje de las acciones de Catalunya Banc por acciones de BBVA, que ha sido determinado sobre la base del valor real de los patrimonios sociales de ambas entidades, será de una acción de BBVA, de 0,49 céntimos de euros de valor nominal, por cada 10 acciones de Catalunya Banc, de un euro de valor nominal cada una, sin que se prevea ninguna compensación complementaria en dinero.

Dado que e BBVA es titular directo de más del 90% del capital social de Catalunya Banc, se prevé llevar a cabo la fusión sin necesidad de someterla a la aprobación de la junta general de accionistas de BBVA, salvo que así lo exijan accionistas que representen, al menos, el 1% de su capital social, en los términos previstos en la ley.

No está previsto que, como consecuencia de la fusión, se produzca ningún cambio en la composición del órgano de administración de la sociedad absorbente, por lo que la fusión no tendrá ningún impacto de género en los órganos de administración de BBVA.