Una unidad necesaria

El 42º congreso de la Unión General de Trabajadores (UGT) ha cerrado una etapa de repliegue y ha abierto otra en la que busca más transparencia y mayor conexión con los trabajadores encabezada por un secretario general, Josep Maria Álvarez, que partía sin las bendiciones del líder saliente, Cándido Méndez, pero que no se encontrará con obstáculos internos, pese al estrecho margen de la victoria (306 votos frente a 289). Su oponente, Miguel Ángel Cilleros, considera que la UGT ha salido “súperreforzada” y con “súperunidad”.

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Álvarez, que este lunes tomará el relevo en un encuentro con Méndez, ha elaborado un equipo totalmente nuevo en caras y responsabilidades, y ha creado un nuevo cargo, la vicesecretaría, siguiendo el modelo del sindicato en Catalunya, que tendrá competencias en las áreas de igualdad y jóvenes. Además, está arropado por cuatro dirigentes de su entorno personal en Barcelona. Su primera tarea será diseñar las tres grandes federaciones sectoriales antes del 22 de mayo con las que busca reducir costes.  

Entre las primeras felicitaciones recibidas se encuentra la de Mariano Rajoy, contra cuya reforma laboral cargó Álvarez en el discurso ante los delegados. También dijo sentir vergüenza por la política de la Unión Europea con los inmigrantes y refugiados.

Asimismo Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, felicitó al líder sindical por “mantener su coherencia y vencer importantes resistencias”.