AUTOMOCIÓN

Audi sitúa a Matthias Müller como nuevo presidente del Consejo de Supervisión

La elección del presidente del Grupo Volkswagen para vigilar la compañía pretende lanzar una imagen de cambio tras el escándalo del Dieselgate

Matthias Müller, presidente de Volkswagen, en la fábrica de Wolfsburg.

Matthias Müller, presidente de Volkswagen, en la fábrica de Wolfsburg.

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Cambios en la cúpula de Audi. Después que la marca se viera obligada a reconocer que también había manipulado deliberadamente sus vehículos ayer se nombró a Matthias Müller como nuevo presidente del Consejo de Supervisión con efecto inmediato. Las novedades al frente de la empresa de Inglostad no afectarán a Berthold Huber, que seguirá siendo el vicepresidente de ese órgano de vigilancia.

La elección de Müller, actual presidente del consejo de dirección del Grupo Volkswagen, se entiende como una operación para limpiar la cara de Audi después de su mayor implicación en el Dieselgate. Müller fue escogido máximo responsable del grupo con sede en Wolfsburgo el pasado 25 de septiembre en sustitución de Michael Winterkorn, entonces asediado por el escándalo de manipulación de unos 11 millones de vehículos que acababa de salir a la luz.

Las modificaciones también supondrán la incorporación de Julia Kuhn Piëch y Josef Ahorner, que ocuparan los dos puestos en el consejo reservados a los accionistas. La primera es sobrina del patriarca de Volkswagen y poderoso empresario del automóvil Ferdinand Piëch. Su incorporación el pasado mayo en el consejo de vigilancia de Volkswagen estuvo rodeada de controversia ya que se puso en duda su experiencia en el sector de la automoción. El bufete de abogados estadounidense Jones Day se hará cargo de investigar que razones llevaron a Audi a manipular sus vehículos.

Para remarcar esa voluntad de cambio la empresa alemana lanzó un comunicado en el que subraya los vínculos de Müller con Ingolstad, ciudad en la que estudió secundaria, y con Audi, donde trabajó en sus inicios como aprendiz de una empresa que fabricaba herramientas para la compañía. Ni Audi ni el Grupo Volkswagen han dado aún más explicaciones sobre esos cambios.

CRÍTICAS A MÜLLER

La elección de Müller para liderar la renovación de la imagen del gigante de la automoción alemán despertó las críticas de sectores que veían en ello un gesto, no un cambio real. La implicación de Porsche en el escándalo que ha golpeado duramente al grupo automovilístico puso en entredicho la reputación del directivo. Müller fue presidente del consejo de administración de Porsche hasta septiembre del 2015 y, por lo tanto, máximo responsable de la lujosa marca mientras se manipularon vehículos para mentir sobre sus emisiones de gases contaminantes. Grupos de inversión como Union Investment, el tercer gestor de activos más grande de Alemania, se sumaron a las críticas y pidieron la dimisión de Müller y que se situara al frente de la compañía a alguien de fuera.

El 25 de noviembre Audi abrió un nuevo capítulo del escándalo al confesar que había manipulado los vehículos diésel con motor de tres litros comercializados en los Estados Unidos. Su admisión llegó después de haber negado categóricamente su implicación en ese caso de posible fraude ante las autoridades medioambientales estadounidenses que están investigando el caso. Las mentiras de Audi escondían la manipulación de unos 85.000 vehículos más y que afectaban a modelos tan populares como el Q5, el A8, el Volkswagen Touareg o el Porsche Cayenne.