ESCÁNDALO DE 'DIESELGATE'

Bruselas pide de nuevo aclaraciones urgentes a Volkswagen

La Comisión Europea ha sancionado desde 2013 a dos fabricantes por superar los límites de CO2: a Ferrari y Avtovaz

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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La Comisión Europea no ha recibido todavía ninguna notificación oficial confirmando irregularidades en la certificación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 800.000 vehículos de la marca Volkswagen, que afectarían a ocho modelos, pero ya ha pedido aclaraciones a las autoridades alemanas competentes. "Lo más importante por el momento es establecer los hechos y acelerar las investigaciones", advierte la portavoz de industria, Lucía Caudet. "Tenemos que clarificar sin retraso cuáles son las irregularidades, qué las causó, que coches están afectados, donde fueron registrados y qué medidas puede tomar el grupo", añadía.

Al contrario que en el caso de las emisiones de NOx de los motores diesel, el Ejecutivo comunitario sí tiene en este ámbito del CO2 poder para imponer multas si constata que ha habido un desvío respecto a los límites fijados en la normativa comunitaria. Desde el año 2012 cada fabricante dispone de un objetivo global de emisiones anuales para toda su flota, que se calcula en función de los gramos de más emitidos multiplicado por el número de vehículos matriculados ese año. Es decir, por el primer gramo superado tendría que abonar 5 euros de multa por el primer gramo, 15 euros por el segundo, 25 por el tercero y 95 euros a partir del cuarto.

CASOS ANTERIORES

Un poder sancionador que ya ha estrenado en dos ocasiones, ambas en el año 2013. Con el fabricante italiano Ferrari, que tuvo que pagar una simbólica multa de 20.000 euros, y con el ruso Avtovaz que tuvo que abonar un millón. "La Comisión Europea tiene poder para garantizar que los fabricantes respetan los límites, incluidas sanciones, pero primero hay que establecer los hechos", insisten los portavoces comunitarios haciendo gala de máxima cautela. "Invitamos a Volkswagen a que acelere su investigación y a los Estados miembros a que hagan investigaciones internas", replican. Según fuentes del Ejecutivo comunitario, hasta ahora los informes anuales presentados por Volkswagen han notificado emisiones "muy por debajo del techo".

No en todas las capitales europeas responden, sin embargo, con la misma cautela. En la vecina Luxemburgo su ministro de transportes, Francois Bausch, advirtió ayer que si se confirma el fraude en las emisiones de CO2 su gobierno podría abrir un procedimiento y pedir daños y perjuicios al fabricante alemán porque mayores emisiones significaría que Volkswagen ha pagado menos dinero de lo que le correspondería a cuenta de la tasa aplicada a las emisiones de CO2. "El escándalo muestra que hay un problema evidente de gobernanza en automoción en Europa. Es innegable que la industria del automóvil tiene obligaciones a nivel de la calidad del aire y del clima", alertó ayer la titular de medio ambiente luxemburguesa, Carole Dieschbourg, cuyo país ocupa actualmente la presidencia semestral de la UE.