La venta de vivienda usada supone ya el 78% de las transacciones

En junio, el número de operaciones de compraventa de viviendas inscritas en los registros de la propiedad fue de 30.578. La cifra representa un incremento del 17% con respecto al mismo mes del año anterior y un 9,8% acumulado en el año. El dato del Instituto Nacional de Estadística (INE) no hace más que confirmar los indicadores que apuntan a que una vez tocado fondo, la actividad en el sector inmobiliario comienza a repuntar, pero no resulta excepcionalmente diferente -descontando las 33.400 que se vendieron en enero- de las cifras que han manejado los registradores en el último año.

De los datos de junio resultan más significativas las características de las propiedades transmitida, pues el 78% de las operaciones (27.493) fueron de vivienda usada y solo el 21% (6.631) correspondieron a vivienda nueva. Esas cifras sitúan las transacciones de pisos sin usar en el punto más bajo desde la crisis inmobiliaria. Y confirma el argumento que sostienen los promotores de viviendas de que en las grandes ciudades -y en general en las zonas en las que hay demanda- el estoc nuevo es casi inexistente, hasta el punto de que prácticamente las promociones que se ponen en marcha vuelven a venderse sobre plano como en los mejores años de la burbuja inmobiliaria.

Lo cierto es que en las comunidades autónomas con más población, de cada cuatro operaciones de compraventa que se realizan tres son de vivienda usada y una de vivienda nueva. En esa situación se encuentran Andalucía, Catalunya, Madrid y la Comunidad Valenciana, que, por lo demás, son zonas con elevada demanda, particularmente las capitales de provincias. De hecho, Andalucía, la comunidad con mayor número de transacciones (6.129 en junio), registró ventas de vivienda usada de 4.788 casas, por 1.341 de vivienda nuevas.

RECUPERACIÓN LENTA

«La compraventa de pisos seguirá en aumento durante este año, pero no al ritmo esperado, ya que la recuperación es lenta. Es importante el aumento de operaciones sobre vivienda usada (44,5% respecto a junio de 2014) y el descenso sobre viviendas nuevas

(-30,6%), ya que existe una falta de oferta de obra nueva en las grandes ciudades, donde durante años se ha dejado de construir. Es destacable, sin embargo, que la vivienda de obra nueva procedente de los bancos se considera vivienda usada», destaca el análisis que realiza Fotocasa de los datos del INE.

Los pisos en poder de los bancos con más de dos años de antigüedad se consideran a efectos estadísticos vivienda usada, aunque no los haya habitado nunca nadie. Y una parte importante de las ventas que se realizan en el mercado son transmisiones inmobiliarias realizadas por entidades financieras. Los grandes bancos acaban de presentar sus resultados semestrales en los que destaca un elevado número de ventas. CaixaBank informó que en los últimos 12 meses ha puesto en el mercado 21.445 inmuebles. Banc Sabadell ha puesto en el mercado 5.190 inmuebles durante el primer semestre del año. Eso sí, con descuentos significativos. La entidad reconoció una rebaja media del 46,4% sobre el valor bruto del inmueble.

Sin duda, ese es un factor que incide sobre la contención de los precios, cuya evolución depende particularmente de la demanda, pero en términos generales aún caen, según el último informe de la tasadora Tinsa. La evolución del precio medio de la vivienda terminada (nueva y usada) en España, se situó en julio en 1.336 puntos (ese índice se mide en puntos), un 2% por debajo del nivel de hace un año. Se trata de la menor caída interanual del índice desde mayo del 2008 y evidencia que «el mercado residencial continúa avanzando en el proceso de estabilización iniciado en el segundo semestre del 2013», considera el informe. El área mediterránea destaca como la zona con mejor evolución de precios, con un crecimiento del 2,8% entre julio del 2014 y julio del 2015.

«El mercado residencial muestra en el 2015 indicios de recuperación de manera casi generalizada», considera la firma tasadora. En el litoral mediterráneo, donde el precio ha caído de media un 47,6% durante la crisis, se registra un incremento del 3,8% del precio medio desde finales del 2014. Además, en las capitales y grandes ciudades el valor ha mejorado.