Cuando Alemania encontró a Grecia

En 1989, Billy Crystal y Meg Ryan interpretaron una película cuyo título es recurso fácil de redactores de escasos de imaginación a la hora de equiparar situaciones: Cuando Harry encontró a Sally. Dos estudiantes de viaje a Nueva York que descubren que no tienen nada en común. Cuando hoy Wolfgan Schäuble se encuentre con Yanis Varufakis resurgirá el espíritu de la película de Rob Reiner: estarán en desacuerdo en todo, aunque ninguno de los dos va a proponer al otro que se baje del coche, el euro. Los mercados especularon hasta la saciedad sobre este encuentro, etapa crucial de la gira europea del nuevo gobierno griego a la búsqueda, difícil, de permanecer en la divisa común y a la vez cambiar las condiciones de esta participación.

Cotizar el previsible desenlace, con sus efectos en la deuda griega con entidades públicas y privadas europeas volvió a ser el eje de las decisiones de los gestores de carteras de inversión en toda Europa. Se impuso la moderación con tendencia a que haya un desenlace positivo a finales de mes.

Otras novedades del día fueron la recuperación del precio del barril de petróleo, que obliga a revisar de nuevo el valor de las compañías más afectadas, sobre todo multinacionales, y el dato de empleo privado semanal en EEUU, menos vigoroso de lo previsto. Razón suficiente para que los operadores bursátiles mantuvieran a ambos lados del Atlántico una actitud conservadora con tendencia a  las ventas. Como esas escenas del film de Crystal y Ryan en que parejas maduras rememoran sus coincidencias y desencuentros.

El Ibex 35, matizado por el buen beneficio del BBVA, cedió un 0,19% y recaló en los 10.577 puntos.