LA EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

España crecerá más de lo previsto, según el nuevo cálculo del FMI

Oliver Blanchard, durante la rueda de prensa en la que el FMI ha presentado su informe sobre las perspectivas de la economía mundial, en Pekín.

Oliver Blanchard, durante la rueda de prensa en la que el FMI ha presentado su informe sobre las perspectivas de la economía mundial, en Pekín. / AW JK**TOK**

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Por una vez España pone la nota positiva en la zona euro, al menos según los últimos cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI). En la revisión de su informe de perspectivas económicas mundiales, que se presenta hoy en Pekín, el organismo que dirige Christine Lagarde eleva la previsión de crecimiento de la economía española el 0,3% respecto a las estimaciones que hizo en octubre. El cálculo actual es que el PIB español crecerá este 2015 el 2%, el mismo porcentaje que baraja el gobierno de Mariano Rajoy. Para el 2016 no se han alterado las previsiones y se mantiene que la economía española crecerá el 1,8%.

La buena nueva llega en un momento en que la caída en picado de los precios del petróleo (que han descendido un 55% desde septiembre) está estimulando el crecimiento mundial y el de países importadores de crudo como España.  Se trata, no obstante, de un movimiento que está acompañado también de «considerable incertidumbre» y el FMI  avisa de que esa falta de respuestas sobre la trayectoria que seguirán los precios del crudo «·añade una nueva dimensión de riesgo a las perspectivas de crecimiento mundial».

PANORAMA GRIS EN LA UE / El optimismo respecto a España no es suficiente para iluminar un panorama gris en la zona euro, donde el FMI cree que se ralentizará la recuperación el 0,2% este año, hasta quedar en el  1,2% previsto,  y el 0,3% en el 2016, hasta 1,4%.

Caen las perspectivas de futuro en las principales economías europeas, con crecimientos mínimos:  Alemania (0,2%), Francia (0,1%) e Italia (0,5%). No obstante, se prevé que la actividad estará respaldada «por el descenso de los precios del petróleo, por una política monetaria más distendida, por una orientación más neutral de la política fiscal y por la reciente depreciación del euro». Aunque preocupa que esos factores  conlleven «el debilitamiento de las perspectivas de inversión».

El FMI advierte de peligros en la eurzona: «shocks adversos, sean internos o externos, podrían derivar en una inflación mínima y duradera o a retrocesos de los precios».  Por ello, reprocha  que «la política monetaria sigue siendo lenta en responder». Es una nueva presión para que el Banco Central Europeo adopte medidas extraordinarias de compra masiva y directa de deuda pública, similar al llamado quantitative easing (liquidez a mansalva) que realizó la Reserva Federal de EEUU en el 2008 para salir de la crisis. Esa operación supuso,  en tres rondas y a lo largo de seis años, la inyección del equivalente  a casi 3,5 billones de euros en la economía estadounidense.

Se da por seguro que, tras superar reticencias, sobre todo por parte de Alemania, el modelo llegará a Europa, aunque sea con un programa más moderado y limitado, inicialmente ,a medio billón de euros en 18 meses. Es lo que se anuncia como resultado de la reunión del BCE del próximo jueves.

LA FUERZA DE EEUU Y EL DÓLAR / La economía de EEUU -donde la Administración Obama y la Fed optaron por las políticas de estímulo mientras Europa se sumergía en programas de austeridad-, es la única de las importantes que mejora a ojos del FMI. El organismo ha revisado al alza sus previsiones y prevé para EEUU un crecimiento del 3,6% para el 2015 (+0,5% respecto a octubre).

Sin embargo, ni siquiera ese impulso parece suficiente para superar momentos de volatilidad, debilidad en las inversiones y problemas tanto en los países emergentes como en la eurozona, Rusia y Japón. De hecho, el FMI ha reducido sus estimaciones para la economía global un 0,3% hasta dejar el crecimiento previsto para este año en el 3,5%, una bajada arrastrada en buena parte por el descenso del 0,6% en los cálculos de crecimiento de las economías emergentes.

El FMI pide cautela ante el registro global positivo de los datos generales de crecimiento. En el informe difundido [hora asiática] alerta de que «oculta profundas diferencias de crecimiento entre las grandes economías». Equivale a una «profundización de las divergencias» que ha llevado a una apreciación de casi el 6% del dólar en términos reales desde octubre y una depreciación en ese mismo periodo del euro (aproximadamente un 2%) y del yen (8%), una realidad que alterará también previsiones de importaciones y exportaciones.

Tanta previsión se construye, además, sobre bases débiles. El FMI admite que «es posible que la corrección a la baja de los precios del petróleo haya sido excesiva y que repuntará antes de lo previsto si la respuesta a la oferta a la baja de los precios del crudo resulta más fuerte de lo esperado».