Las estrategias de empresas propiedad del Estado

Estupor por la suspensión de la privatización de Aena hasta febrero

Pasajeros en el aeropuerto de El Prat, una de las instalaciones que forman parte de Aena.

Pasajeros en el aeropuerto de El Prat, una de las instalaciones que forman parte de Aena.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID
OLGA GRAU / BARCELONA

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El operador público español de aeropuertos, Aena, estaba a punto de protagonizar el 12 de noviembre la mayor salida a bolsa en estos momentos en Europa pero el Gobierno decidió ayer, in extremis, paralizar la operación. La privatización parcial de Aena, con la que el Estado espera ingresar hasta 3.900 millones de euros, queda pospuesta hasta «los primeros meses» del 2015, según fuentes del Ministerio de Fomento. La fecha más probable es el mes de febrero.

¿La razón oficial del retraso? Resolver un «defecto formal» relacionado con la elección del auditor que debe avalar las cuentas de la empresa antes su salida a bolsa. Fomento adjudicó a la auditora de Aena, PwC, la emisión de la carta de conformidad (comfort letter) que debe garantizar a los nuevos inversores la calidad de las cuentas. Ahora se ha concluído que, al tratarse de una empresa pública, esta adjudicación debe ir precedida de un concurso cuyo desarrollo llevará dos meses.

¿Las razones de fondo? Un caldo de discrepancias entre el Ministerio de Fomento de Ana Pastor, que impulsa la operación, el Ministerio de Hacienda, celoso del cumplimiento de la ley de contratos públicos, y el Ministerio de Economía, muy suspicaz con el mundo de las auditorías  tras el fiasco de la salida a bolsa de Bankia. El director de la Oficina Económica de la Moncloa, Álvaro Nadal, también ha participado de las discrepancias, así como la propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha optado por cortar por lo sano, parar el proceso y extremar las garantías.

CRITICAS DE TODOS LOS FRENTES / Todas estas razones, además, llueven sobre mojado en un proceso cuestionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), por los partidos de la oposición y por organizaciones de consumidores como Facua, que han criticado su «falta de transparencia».

La propia Generalitat de Catalunya ha enviado escritos a la Comisión Europea manifestando sus dudas sobre el modelo de privatización de Aena. El conseller de Economía, Andreu Mas Colell, ha pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que advierta los posibles inversores sobre el riesgo regulatorio de la operación.

SENSACIÓN DE «CHAPUZA» / De momento, la decisión de retrasar  la operación provocó ayer una sensación generalizada de estupor y desconfianza entre los agentes económicos implicados en la operación (inversores y asesores económicos, bancos colocadores, entre otros). Muchos de ellos reconocieron a EL PERIÓDICO la sensación de «chapuza» que rodea ahora a una operación económica tan importante, la primera tras lo peor de la crisis, por la que existía gran expectación en los mercados internacionales. «Esto es un golpe a la imagen de España», coincideron en señalar.

Los tres inversores institucionales seleccionados para integrar el núcleo duro de la futura Aena son Ferrovial (6,5% del capital), Corporación Financiera Alba (8%) y el fondo británico The Children's Investment (6,5%).

Para sacar a bolsa el 28% restante, la Entidad Pública Empresarial Aena (rebautizada como Enaire) seleccionó como coordinadores globales a BBVA, Banco de Santander, Morgan Stanley, Bank of America/Merrill Lynch y Goldman Sachs International. Asimismo, se eligió a Pérez-Llorca Abogados como asesor jurídico para los tramos nacionales de la oferta pública de venta de acciones (OPV) y a Mayer Brown para el tramo internacional.