ESTRATEGIA ENERGÉTICA EUROPEA

La industria del gas exige que se acelere la conexión con Francia

Obras de construcción del Medgaz en la costa almeriense.

Obras de construcción del Medgaz en la costa almeriense.

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una vez celebradas las elecciones europeas, la patronal del gas, Sedigás, cree llegado el momento de exigir un impulso a la conexión con Francia. El denominado Midcat, un gasoducto que, por Catalunya, llevará el combustible desde las explotaciones argelinas hacia Europa, permitiría a España suplir el 12% del gas que hoy llega procedente de Rusia. Y ese es un elemento  básico cuando planean sobre el horizonte los riesgos de suministro por la crisis entre Ucrania y Rusia.

El presidente de Sedigás, Antonio Peris, recordó ayer que el Midcat, que tiene el apoyo de Bruselas, «difícilmente» podrá estar listo hasta dentro de cuatro o cinco años. Aunque no lo mencionan, el principal escollo es lograr que Francia facilite el desarrollo de la infraestructura.

La necesidad de crear un nudo (hub) como puerta de entrada de gas a Europa por el sur tiene el aval comunitario y del Gobierno, como recordó el ministro de Industria, José Manuel Soria, que participó ayer en la reunión anual de Sedigás. Este gasoducto fue incluido en la lista de proyectos prioritarios de la Comisión Europea, lo que puede favorecer el

acceso a fondos comunitarios para su construcción.

Si se acelera el proyecto, «España podría devenir parte de la solución para la crisis de seguridad de suministro que tiene en la actualidad Europa», dijo Peris. El Midcat podría transportar al resto de Europa una cantidad de gas equivalente a la mitad del consumo anual español.

RUSIA Y UCRANIA / En la actualidad funciona una interconexión con Francia a través de Larrau, en los Pirineos Atlánticos, que se ampliará el año que viene a través de Irún (Guipúzcoa). El Midcat duplicaría la capacidad y la situaría al nivel del Bluestream, que lleva gas de Rusia a Europa a través de Turquía; y al 30% del Northstream, que hace lo propio, pero por el mar Báltico.

Ambas infraestructuras se construyeron por la crisis entre Rusia y Ucrania en el 2009. Entonces España no pudo suplir la falta de gas ruso, cosa que pudo empezar a hacer en el 2013 al ponerse en marcha la ampliación de la conexión por Larrau.

España recibe gas de Argelia a través de los gasoductos de Tarifa y Almería (Medgaz) y las interconexiones actuales con Portugal y Francia, además tiene seis plantas de regasificación activas y otra que podría entrar en funcionamiento si lo requiere el sistema.