NUEVA DIRECTIVA EUROPEA

Los accionistas y bonistas pagarán las crisis bancarias desde el 2016

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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Los accionistas, los titulares de bonos y, en último extremo, los grandes depositantes deberán asumir a partir del 2016 el grueso del coste del saneamiento de los bancos en crisis, según el acuerdo al que han llegado el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo sobre la nueva directiva de resolución de crisis bancarias.

El acuerdo supone adelantar en dos años la fecha prevista inicialmente, 2018, que habían defendido hasta ahora España, Francia e Italia para dar tiempo a los inversores a adaptarse a la nueva normativa. El acuerdo final supone una victoria de Alemania y sus aliados que habían defendido una entrada en vigor anticipada de ese procedimiento de saneamiento interno para reducir el riesgo de que los ciudadanos tengan que seguir pagando como hasta ahora los errores de los banqueros como ha ocurrido hasta ahora.

El nuevo sistema de saneamiento de los bancos en crisis establece que antes de que puedan recibir ayudas públicas primero deben asumir pérdidas los inversores de la entidad en el siguiente orden: primero, los accionistas;  segundo, los titulares de participaciones preferentes y de deuda subordina; tercero los titulares de bonos; y cuarto, en casos extremos, los clientes con depósitos de más de 100.000 euros.

Antes de exigir sacrificios a los grandes depositantes, los estados podrán acordar una inyección de fondos públicos para sanear la entidad. Pero para ello, los accionistas y los titulares de bonos deben haber asumido previamente pérdidas equivalentes como mínimo al 8% de los activos del banco.

El fondo de resolución de crisis bancarias sólo podrá usarse también después de que los accionistas y bonistas hayan asumido pérdidas como mínimo hasta el citado 8% de los activos. Pero el uso de ese fondo está limitado hasta una cantidad máxima equivalente al 5% de los activos del banco en apuros.