La reestructuración del sector financiero

La CNMV vuelve a permitir los ataques especulativos en bolsa

Elvira Rodríguez, presidenta de la CNMV.

Elvira Rodríguez, presidenta de la CNMV.

OLGA GRAU
BARCELONA

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Vuelve la especulación a la bolsa española. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que es el regulador del mercado bursátil en España, considera que las turbulencias financieras han tocado a su fin y no hay motivos para mantener la prohibición de las posiciones a corto, en las que un inversor gana dinero cuando baja el precio de la acción en bolsa y no cuando sube.

Este tipo de operaciones son las que buscan ganar dinero tomando acciones o títulos en alquiler, vendiéndolos rápidamente para provocar el hundimiento de su cotización, y recomprándolos más tarde a un precio muy inferior para poder devolverlo a sus propietarios y embolsarse la diferencia.

Las posiciones a corto son una práctica extendida en todas las bolsas del mundo. La CNMV impuso el veto a las ventas a corto en España el 23 de julio de 2012, en pleno vendaval financiero, en una jornada en la que el Ibex-35, con la banca a la cabeza, registró caídas en una sesión superiores al 5%.

En noviembre, ya con Elvira Rodríguez al frente de la CNMV, el veto se prorrogó hasta finales de enero. La imposición también afectaba a los productos derivados que supusieran un incremento en términos netos de las ventas cortas. Anteriormente, en el 2011, también se prohibieron los ataques especulativos en una acción coordinada en la que participaron más países europeos.

LAS CAUSAS / ¿Por qué se levanta el veto justo ahora? La CNMV argumentó ayer que ya no se dan las circunstancias que motivaron el veto de este tipo de operaciones. Es decir, la bolsa sube, la prima de riesgo se ha estabilizado y los bonos españoles han dejado de sufrir ataques especulativos que elevaron su rentabilidad casi al 7%. Según el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, la prohibición de las posiciones cortas «solo se puede mantener en momentos de máximo estrés» porque están permitidas en todos los países del mundo. El argumento a favor de los defensores de este tipo de operaciones es que favorecen la liquidez del mercado, es decir, facilitan que los que quieren vender acciones en el mercado logren un comprador.

Sin embargo, ayer mismo la bolsa volvió a caer con fuerza. El Ibex-35 cayó un 2,45%, hasta 8.362 puntos, y los bancos volvieron a caer a plomo. Fuentes del sector financiero explicaron que la banca mediana, encabezada por el Popular, Bankinter y el Banc Sabadell han tratado en los últimos días de frenar el levantamiento de la prohibición de las operaciones a corto. Estas entidades han hecho llegar su preocupación al ministro de Economía, Luis de Guindos, y a la CNMV. Pero mientras Economía se mostró receptiva, la CNMV y, sobre todo, Bruselas, han acabado imponiendo el fin del veto.

«Las posiciones a corto dan liquidez al mercado, pero cuando eres tú el que te conviertes en el blanco de la especulación no ves ningún efecto positivo», explicaba ayer un banquero con clara preocupación. Así, la banca mediana teme volver a ser objeto de ataques especulativos que hundan todavía más su valor en bolsa. «Cuando la acción del banco empieza a caer es muy difícil explicarle a un pequeño ahorrador que es por la volatilidad del mercado, el cliente cree que el banco va mal; se valora la acción y no la economía real», admiten fuentes del sector financiero.

INVERSORES /Fuentes financieras reconocen que quiénes saldrán ganando más con la recuperación de este tipo de operativa bursátil serán los bancos de inversión y las firmas que se dedican a vender productos estructurados porque «si en el mercado no hay volatilidad no ganan dinero». También saldrán beneficiados los inversores que han apostado porque la recuperación de los mercados vendría más tarde y ahora estaban perdiendo dinero. «Si atacan de nuevo a determinados valores podrán recuperarse», afirma un experto en bolsa. En el momento del veto de la CNMV, las posiciones bajistas afectaban a 45 valores de la bolsa española. Entre los más perjudicados se encontraban Indra, Bankinter, Banco Popular, Abengoa o Mediaset.

Una de las críticas más generalizadas que reciben las posiciones a corto tiene a ver con la falta de transparencia. Nadie sabe con certeza quién se encuentra detrás de los operadores que alquilan las acciones, las venden en el mercado a la baja y las vuelven a recomprar para ganar con la diferencia. Tampoco se conoce quiénes son los que alquilan sus acciones para que otros especulen con ellas.

«Si se decide que las posiciones a corto se deben mantener porque dan liquidez, deberíamos mejorar la transparencia y la obligación de información porque eso mejoraría las prácticas», explican los detractores de estos instrumentos.