nuevos cambios en el modelo aeroportuario

El PP recula y no permitirá que El Prat compita con Barajas

Pastor, junto al secretario de Estado Rafael Catalá (izquierda) y el presidente de Aena, José Manuel Vargas.

Pastor, junto al secretario de Estado Rafael Catalá (izquierda) y el presidente de Aena, José Manuel Vargas.

CRISTINA BUESA
MADRID

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La ilusión ha durado poco. Si los responsables de la Generalitat creyeron alguna vez que podrían tener algo que decir en la gestión de El Prat, desde ayer eso se antoja muy complicado. De nada ha servido el acuerdo, alcanzado en los últimos días del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de crear un consejo rector del aeropuerto. El PP anunció ayer que de momento AENA se queda como está y que seguirá manteniéndose de una sola pieza, sin excepciones.

Catalunya ya puede ir olvidándose de papeles determinantes, de mayorías decisorias y de cualquier otro concepto que suene a autonomía en la toma de decisiones. No habrá concurso para que dos empresas concesionarias se encarguen de las dos «joyas de la corona», El Prat y Madrid-Barajas. ¿La razón? Pues justamente esa, que se trata de dos tesoros preciados, a entender del Ejecutivo de Mariano Rajoy, y prefieren mantenerlos bajo su paraguas y no «malvenderlos», en palabras de la ministra de Fomento, Ana Pastor. Ni los dos aeropuertos ni la empresa.

PLAN DE NEGOCIO / La responsable del departamento se hizo acompañar del nuevo presidente de AENA, José Manuel Vargas, para explicitar algo que fuentes del sector intuían desde hace días. Vargas, nombrado el viernes y que no tomará posesión de su cargo hasta hoy, no abrió la boca. Sin embargo, Pastor reveló que ambos ya habían comenzado a trabajar el pasado fin de semana en el «cambio de orientación» de la empresa «para ponerla en valor», pero tampoco fue más allá ni concretó cuándo .

Donde sí fue más explícita fue en lo que los nuevos responsables de Fomento piensan que debe ser el modelo a seguir. «El objetivo de las concesiones era que El Prat y Barajas compitieran entre ellas pero lo que deben hacer es competir con los

hubsinternacionales», invitó la ministra. «Se les debe fortalecer a ambos», sostuvo. A la suspensión del concurso --cuyas ofertas debían concretarse antes del 31 de enero-- se suma también la decisión de posponer la venta del 49% de AENA ya que, opinó Pastor, «no es el momento de poner en el mercado unos activos que estarían infravalorados». E insistió en un par de ocasiones: «Aena es más el todo que la suma de las partes».

LA DISGREGACIÓN, PERJUDICIAL / A continuación, la ministra de Fomento opinó que Aena se vería «perjudicada» si se disgregara. El «cambio de orientación» pensado por el PP obedece a la idea de que si se tirara adelante la privatización de los dos principales aeropuertos y, posteriormente, la venta del 49% de AENA aeropuertos, se produciría un «deterioro de la imagen» de la compañía «que sería irrecuperable».

Fomento no solo quiere evitar este extremo, prosiguió Ana Pastor, sino que además aspira a convertir a la compañía en líder mundial (actualmente es la segunda en número de viajeros). La responsable no reveló qué hará el Gobierno si lo consigue aunque la salida a bolsa de la empresa, una vez se estabilice la situación económica, es lo más plausible. Y esa oferta pública de venta, claro está, sería mucho más atractiva si incluyera los aeropuertos de Barcelona y Madrid.

LA DEFENSA DE LOS PEQUEÑOS / La ministra aclaró qué es lo que quiere con los grandes pero tuvo palabras también para los más pequeños. En un momento en el que se ha cuestionado la extensa red, con 47 aeropuertos y dos helipuertos, Ana Pastor avanzó que apuesta por la eficiencia pero, lejos de plantear el cierre de ciertas instalaciones, advirtió de que hay algunos aeropuertos que cumplen una «función social» y que sus territorios los precisan porque de lo contrario carecen de alternativas de transporte.

Con esta declaración de intenciones se perpetuaría el modelo mantenido por el ente aeroportuario, según el cual las instalaciones más rentables sufragan las más modestas. A pesar de que El Prat y Barajas son deficitarias, esto se debe a las inversiones realizadas en los últimos años con sus ampliaciones. Pastor recordó que la deuda de AENA supera los 12.000 millones de euros aunque las previsiones de crecimiento en número de viajeros --de los 204 millones del 2011 se prevé alcanzar los 337 millones en 2030-- dibujan una perspectiva mucho más halagüeña. Pero, de momento, sin soltar ni un centímetro de lastre.