PREPARATIVOS DE UNA JORNADA DE paros

Los sindicatos salen a la calle en la primera huelga general de Zapatero

Un militante de UGT hace un receso en la sede del sindicato en Madrid, en la que se ultimaban los detalles de la jornada de huelga general, ayer.

Un militante de UGT hace un receso en la sede del sindicato en Madrid, en la que se ultimaban los detalles de la jornada de huelga general, ayer.

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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Gobierno y sindicatos quemaron ayer los últimos cartuchos en favor de sus posiciones en la huelga general, en la que la intervención de los piquetes será decisiva para el desarrollo de la jornada de protesta sindical. En los prolegómenos de la quinta huelga general que debe afrontar un gobierno socialista desde la llegada de la democracia, el Ejecutivo intentaba tender puentes de diálogo, mientras que los sindicatos rechazaron la oferta de negociar los reglamentos para desarrollar la reforma laboral.

El vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, llamó a la negociación al margen de lo que ocurra en la jornada de hoy. «Lo que más importa es el día de después a la huelga, qué vamos a hacer a partir del jueves». Indicó que «el Gobierno hará una invitación inmediata a los sindicatos».

En declaraciones a la Cadena Ser, Chaves planteó: «No hay que valorar la huelga en términos de éxito o fracaso del Gobierno, sino en función del éxito de convocatoria». Reiteró que «lo importante es que estemos dispuestos al diálogo» y en este sentido manifestó que los sindicatos hacen la huelga para que exista diálogo, «aunque en la dirección que ellos quieren».

«No sé si [la reforma laboral] se va a modificar, pero sí puedo decir que Zapatero está tratando de dar un mensaje a la ciudadanía de que no pasa nada», afirmó Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO. Durante su participación en un programa de TVE, tanto él como Cándido Méndez (secretario general de UGT) insistieron en que la esencia de la reforma es el despido y que, gracias a ella y a la posibilidad de rescindir los contratos con una previsión de pérdidas, a los «empresarios le salen las cuentas con ventaja» a la hora de reducir la plantilla, dijo Méndez.

APOYO DEL ENTORNO / Desde el entorno del Gobierno algunos destacados socialistas respaldaron la necesidad de las reformas, pese a la huelga. El eurodiputado Ramón Jaúregui abogó por la reforma del sistema de pensiones tras la jornada reivindicativa. «Después de la huelga de mañana vendrá otro día», dijo.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, se pronunció igualmente contra la huelga: «Si hay algo que me parece especialmente contraproducente de esta huelga es la lesión imborrable en la imagen de España, en nuestra voluntad de recuperación, en la cohesión política y en la solvencia laboral de los españoles».

La controversia de la jornada se extendió a las diferencias entre sindicatos y patronal sobre el uso de los piquetes informativos. Los sindicatos denuncian la «coacción» de los empresarios. «El verdadero piquete», señaló Toxo, «es el chantaje de las empresas pidiendo listas de quién va a hacer huelga». Antes, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, había vuelto a demandar al Gobierno que durante la jornada disuelva los «piquetes coactivos» para garantizar el derecho al trabajo, porque es su «obligación». El presidente de la patronal advirtió de que los empresarios denunciarán a los piquetes que consideren ilegales para que el Gobierno actúe contra ellos.

SERVICIOS MÍNIMOS / El cumplimiento de los servicios mínimos es el objetivo de la Generalitat de Catalunya, la consellera de Treball, Mar Serna, compareció en rueda de prensa tras el Consell Executiu de ayer y avanzó que el Govern desplegará un amplio dispositivo policial para garantizar que se cumplen los servicios mínimos, aunque «será imposible» salvaguardar la movilidad de todos los ciudadanos, comentó.

Los sindicatos avisaron de que si hay conflictos violentos durante la huelga en aquellas comunidades autónomas en las que se han «impuesto» servicios mínimos «abusivos» será responsabilidad de la Administración. Desde uno y otro lado se asume que la actuación de los piquetes será decisiva para el desarrollo -éxito o fracaso- de la huelga. Los sindicatos pondrán hoy a todos sus efectivos en la calle. CCOO, UGT, con el respaldo de otras centrales como USOC y CGT, se han marcado entre sus objetivos paralizar los centros comerciales. Se situarán a las puertas de esos establecimientos a primera hora. El transporte, al margen de los servicios mínimos, será el otro sector prioritario. Cocheras, estaciones estratégicas de metro y Ferrocarrils de la Generalitat, en Catalunya, serán los puntos más calientes.

No obstante, la primera fase del despliegue sindical se puso en marcha en la noche del martes en la entrada del turno nocturno de empresas como Seat, Nissan, Alstom y Sony, bastión sindical y, en buena medida, termómetro del seguimiento de la huelga. Se espera que la paralización de las grandes factorías provoque un parón en cascada en las empresas proveedoras.

Ante la previsión de una acción abrumadora de los piquetes, Interior se propone el despliegue de todos los efectivos de policía.