Aimsun, Tecnología para mejorar la circulación

Bola de cristal del tráfico

Jaume Ferrer, en la oficina de Aimsun en paseo de Gràcia.

Jaume Ferrer, en la oficina de Aimsun en paseo de Gràcia.

MANEL TORREJÓN
BARCELONA

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En la Barcelona que encaraba los Juegos Olímpicos, la transformación urbanística era intensa. Entonces el tráfico ya daba jaquecas, así que las administraciones invirtieron en un sistema de simulación de tráfico que previese el impacto que tendrían las nuevas obras, entre ellas las anheladas rondas. Se hizo un prototipo, que se estrenó en 1989, aunque los ingenieros de tráfico de toda la vida acabaron metiendo en un cajón el programa, al que le faltaba facilidad de uso. El equipo de investigadores de informática de la UPC que había desarrollado la herramienta no se rindió. Participaron en proyectos de alcance europeo y, en 1997, cuando el software estaba maduro, fundaron una empresa que hoy atiende a 1.200 usuarios en 54 países: muchas veces el cliente es una consultora tecnológica, pero el consumidor final siempre es un ayuntamiento u otra administración pública.

"Hasta hace unos años, el software se usaba sobre todo para simular el impacto que la planificación urbanística o la implantación de semáforos podían tener en el tráfico. Pero ahora hablamos de una versión on line del simulador que proporciona una predicción del tráfico en tiempo real. En España tenemos el cuasi monopolio en el mercado de la simulación microscópica de tráfico, un tipo de herramienta que permite visualizar en pantalla, de forma diferenciada, cada vehículo que va por la ciudad", explica Jaume Ferrer (47 años), consejero delegado y uno de los fundadores. Utilizan el Aimsun Online los gestores del larguísimo túnel de la M30, en Madrid, y también los ingenieros de tráfico de la isla de Singapur.

La velocidad de procesamiento de los ordenadores ha evolucionado tanto que ahora es posible hacer unos cálculos impensables no hace mucho. "Sin embargo, una simulación no es magia", avisa Ferrer. "Todos los lunes hay congestión, pero nunca son iguales porque, al fin y al cabo, quien conduce es una persona". La solución de Aimsun no da soluciones, sino probabilidades. Se trata de abrazar de la mejor forma posible algo tan aleatorio como los flujos de tráfico. En una ciudad que cuente con un sistema de detección de tráfico, si se produce un accidente en un túnel o si una vía va más cargada de lo normal, los gestores del tráfico pueden comprobar en cuestión de minutos qué repercusiones tendría cada una de las decisiones que tomasen con vistas a evitar o reducir congestiones. Viene a ser una bola de cristal que facilita el objetivo de reducir los tiempos de desplazamiento de los ciudadanos, que tantos costes tienen para el conjunto de una economía.

En la actualidad, Aimsun Online supone el 15% de las ventas, de 1,7 millones de euros en el 2008. Según Ferrer, esos porcentajes se invertirán en los próximos años. La empresa, que genera el 70% de las ventas en el extranjero, considera la posibilidad de cerrar un acuerdo de largo plazo con alguna consultora tecnológica (ahora trabaja con varias, muchas de ellas nativas de la ciudad donde se hace la instalación).

Según Jaume Ferrer, su ventaja competitiva reside en la calidad gráfica y de usabilidad de sus programas. "Somos informáticos con una gran formación en matemáticas. Nuestros competidores suelen ser ingenieros de tráfico".

Dicen esquivar la crisis: las administraciones estarían volcadas en reducir las congestiones de tráfico, para aliviar la economía con los ahorros resultantes. Aimsun da trabajo a 22 personas, 10 de ellos socios. La idea es que todos sean accionistas.