La segunda vida del CD

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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SOPORTES ÚTILES

La compañía recogió el año pasado en toda España unos dos millones de CD y DVD, que sirvieron para recuperar unas 30 toneladas de material

El policarbonato con el que se fabrican los discos se utiliza en la industria de la automoción, en la de electrónica y en los plásticos

Los discos compactos tienen vida más allá de espantar a las palomas o servir como posavasos. Una empresa vasca con delegación en Catalunya, Cederika, se encarga de recogerlos y transformar sus materiales para que puedan aprovecharlos otras industrias. Y es que el policarbonato con el que se fabrican, y que constituye el 98% de su composición, es muy apreciado por su resistencia a los golpes. Se utiliza en la industria de la automoción para faros, manetas o guardabarros; en electrónica, para las carcasas de las impresoras o de los móviles, o incluso en plásticos, para crear las pantallas de las farolas.

Cederika surgió de la empresa vasca Sarbide --dedicada a la fabricación de CD y DVD-- y comenzó a operar en el 2005 en el País Vasco. Desde el pasado febrero funcionan también en Catalunya, desde donde envían los materiales recogidos a la sede central. Y tienen otra delegación en Galicia.

El mercado, aseguran, es amplio. Solo en España se fabrican 570 millones de discos compactos, de los que la mitad son grabables, pero son muchos más los que se importan. En todo el mundo se producen cada año 36.000 millones de unidades. Muchos son para promociones, catálogos o colecciones que dejan de ser útiles al poco tiempo. Por no hablar de los cientos de miles que requisan las fuerzas de seguridad del Estado en las operaciones antipiratería."No se pueden tirar a la basura sin más. Requieren un tratamiento medioambiental correcto", señala Joaquim Puig, responsable de Cederika en Catalunya.

Pero para destruir los discos es necesario, muchas veces, eliminar previamente la información que contienen."Estamos obligados por la ley de protección de datos a suprimir la información personal que contienen los discos", asegura Puig. Para ello han creado una máquina que imposibilita la lectura del disco y que se coloca junto al punto de recogida. El usuario es el encargado de borrar la información para que el disco quede limpio antes de depositarlo en la caja de cartón que los recoje como si se tratara de cualquier otro consumible."Los CD y DVD son hoy el soporte más cómodo y económico para almacenar mucha información", afirma.

Los principales clientes de Cederika son las administraciones locales, como el Consorci de Residus del Vallès, que acaba de firmar un acuerdo para instalar puntos en 26deixalleriesdel Vallès Oriental o los 19 puntos que tiene el Ayuntamiento de Badalona. El año pasado en toda España recogieron dos millones de unidades, que transformaron en 30 toneladas de material y supusieron unos ingresos de 200.000 euros.

Una vez que llegan a la planta de reciclaje, los discos sufren distintos procesos. Primero se trituran. Después, pasan por una serie de procesos químicos para eliminar, por un lado, la pintura que permite identificarlos en su cara superior y, por otro, el aluminio de la parte inferior que lo protege ante el lector informático. Después, hay que secarlos y convertirlos en unidades administrables. Para ello se fragmenta en trozos que adquieren la textura de cristales pequeños, y que son más blancos cuando proceden de material reciclable.

"Curiosamente, el policarbonato reciclado sirve para hacer de todo menos CDs, porque no almacena tan bien los datos como el virgen", dice Puig. El precio del material sin usar respecto al ya usado también marca la diferencia: de 4 euros al kilo se pasa a 1,5 euros. Y el ejecutivo denuncia que, pese a todo, algunas empresas, sobre todo chinas, comienzan a fabricar discos grabables con material reciclado que no guardan tan bien la información.