una vecina de sant andreu llamada... Núria Prims, actriz

«Descubrí tarde que no soy una persona de ciudad»

La actriz Núria Prims interpretó a la doctora Leyre Durán, de 'Hospital Central', la serie de Telecinco y la más larga de la televisión española (2000-2012). Prims fue vecina de Sant Andreu hasta que decidió instalarse en Menorca, donde reside actualmente.

Vins i Licors García Su bodega de confianzaEN EL 278 DE LA CALLE GRAN DE SANT ANDREU ESTÁ LA BODEGA DE ANDREU, QUE TIENE MÁS DE 30 AÑOS. «ME ENCANTA EL CAVA», ASEGURA NÚRIA PRIMS

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CARME ESCALES
BARCELONA

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El Correbarri, la carrera popular que pone en marcha a todos los atletasamateursde los 10 distritos de Barcelona, tuvo en su pasada edición como madrina en Sant Andreu a la actriz Núria Prims. Conocida por muchos telespectadores por su papel en la serie de Telecinco Hospital Central, Prims también había sido Mariona Montsolís en Nissaga de Poder (TV-3) e integrante del reparto de películas de cine como Historias del Kronen, de Montxo Armendáriz; Un cos al bosc, de Joaquim Jordà, e Inconscientes, de Joaquín Oristrell.

Núria Prims nació en la Sagrera, en la calle de Felip II, y ha vivido en el barrio de Sant Andreu de Palomar hasta hace cuatro años, cuando decidió instalarse y hacer vida en Menorca. Pero la exvecina no ha perdido el contacto con el barrio que, asegura, le dio«el calor que no acostumbran a ofrecer las ciudades», expresa. Prims suele regresar a Sant Andreu para visitar a su madre, vecina del barrio y activa con el encaje de bolillos, que congrega a sus amigas para intercambiar largas horas de charla y el arte con agujas e hilos del que la madre de la actriz es una verdadera artista.

El contraste

Aprovechando una de esas visitas familiares, Núria Prims repasa los lugares de Sant Andreu de los que guarda un gran recuerdo. Antes, nada más aterrizar en el aeropuerto de El Prat, la actriz se topa de bruces con una realidad que había dejado atrás, o con un cambio con el que la ciudad donde vivió la recibe y que ella no se esperaba.«Llegué al metro y me resultaba imposible comprar un billete sencillo, ni con tarjeta de crédito, ni con un billete de 20 euros. ¡Ningún tipo de ayuda en la estación donde me encontraba! La única opción era colarme, si no quería llegar tarde a mi destino, arriesgándome a la multa... Hasta el cuarto comercio en el que entré a pedir cambio no lo logré. Tuve que salir del metro y preguntar por la calle si alguien tenía cambio», cuenta.

«Entonces recordé las caras cansadas y desganadas de la gente en la ciudad. Y a mí, solo llegar a Barcelona, también me pasó»,añade.

Pues bien, fue poner los pies en la plaza del Comerç, en Sant Andreu, y un joven que sostenía un cartel donde solicitaba una sonrisa de los transeúntes cautivó su atención. Después del contraste del ambiente entre la más individualizada, cara y veloz vida en la ciudad con respecto a la placidez menorquina, aquello fue todo un regalo para Núria Prims que sí la hizo sonreír.

Y aunque el azar fue el que la hizo topar con ese joven, que en realidad se inventó la manera de hacer que la gente se fijara en él y se detuviera para recibir información sobre cómo hacerse socios de una conocida oenegé, el gesto hizo sentir a la actriz que se hallaba en el barrio donde todo el mundo se conoce.

«Yo he descubierto tarde que no soy una persona de ciudad. Ahora en Menorca soy mucho más feliz. Y si no hubiera sido por Sant Andreu, me hubiera ido de Barcelona mucho antes»,reflexiona Prims.«Me fui a Menorca porque sentí que me apetecía desconectar, experimentar un cambio de vida. Y mi hijo Nour (significa luz en árabe), que ahora tiene 11 años, me pedía naturaleza», explica la actriz.«Aunque disfruto mucho interpretando, sentía ganas de aprender otras cosas», añade, desde su nueva vida, mucho más centrada en su maternidad.

La vida de Sant Andreu

Uno de los primeros recuerdos de Núria Prims en Sant Andreu es su primera obra de teatro.«Fue un Lorca en el centro cívico. Lo hice fatal, de los nervios que tenía me acabé inventando el texto», rememora. Entonces tenía solo 13 años.

Años después, acabó viviendo en Sant Andreu, el barrio de su primer público como actriz de teatro.«Mi madre y mi hermana ya vivían aquí. Y yo encontré una casa antigua superchula», explica. Y supo disfrutar de su hogar y entorno.«En Sant Andreu siempre había un motivo para salir a la calle. Es un barrio valiente y reivindicativo. En él encontré mi lugar en la ciudad y lo disfruté»,confiesa la madrina del Correbarri 2012 en Sant Andreu.«Esa es una iniciativa muy fresca y positiva, una magnífica excusa para hacer algo la ciudad junta», resume sobre la experiencia.

Otra de las imágenes que la actriz no borra de su pasado en Sant Andreu es la actividad degrallersydiables.«Son gente con mucha energía. Recuerdo que los vestidos de los diables estaban muy bien trabajados. Creo que Sant Andreu no sería lo que es sin su colla de diables»,expresa la actriz, a la que terminó robándole el corazón un sueño que tuvo desde pequeña. «El concepto de isla, como espacio donde vives protegida, me atraía desde pequeña. Solo un buen proyecto de cine o televisión me harían volver a vivir en la ciudad», dice.