UNA historia de sarrià-sant gervasi... el IES Menéndez y Pelayo

Un instituto antes y después de la guerra

El franquismo expropió el edificio a la mutua escolar Blanquerna y trasladó allí el Salmerón

LAURA PUIG
BARCELONA

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Un edificio, dos historias. La guerra que partió España en dos dejó también una huella invisible en los muros del instituto de secundaria IES Menéndez y Pelayo, que tras el conflicto bélico adoptó el nombre del intelectual cántabro (antes se llamaba instituto Nicolás Salmerón) y se instaló en el centro construido por la mutua escolar Blanquerna en la Via Augusta.

Una de las historias comienza en 1923 con la creación de la mutua Blanquerna, bajo el asesoramiento del pedagogo Alexandre Galí.«Basaba su pedagogía en el humanismo cristiano, el catalanismo y el desarrollo de metodologías de aprendizaje activas alejadas de la simple memorización repetitiva. El deporte y las artes eran parte importante de su currículo»,explica la profesora Marta Ponti. En 1933 la mutua se ubicó en el edificio de la Via Augusta, obra del arquitecto Jaume Mestres y de concepción racionalista.

Desde la calle de Muntaner

1933 fue también el año del nacimiento del instituto Nicolás Salmerón, impulsado por el gobierno de la Segunda República«tras la prohibición de la enseñanza religiosa», narra Vicenç Atanes, el director actual del Menéndez y Pelayo. Su nombre rendía homenaje a uno de los presidentes de la Primera República. Sus primeros pasos los dio«en una torre modernista de la calle de Muntaner».«Fomentaba una educación democrática, laica, progresista y mixta»,dice Ponti.

Pero la guerra civil rompió estos dos esquemas educativos. La derrota del bando republicano en 1939 provocó que el instituto Salmerón se instalara en el edificio de la Blanquerna, que perdiese su nombre y que parte de su profesorado fuera expedientado. Por su parte, la mutua fue disuelta; el director y parte del profesorado, depurados, y el edificio, requisado.«Fue una incautación de guerra»,puntualiza Ponti. El régimen bautizó al centro con el nombre de Menéndez y Pelayo, y a sus aulas dejaron de asistir las chicas. Hasta 1973 el instituto no volvió a ser mixto.

Las sucesivas remodelaciones dotaron al centro de una sala de actos y un gimnasio, así como de otras dependencias como laboratorios. La última gran obra concluyó en el 2008, en vísperas del 75º aniversario. Por sus aulas han pasado personalidades como el arquitecto Oriol Bohigas, el pintor Antoni Tàpies, la directora de TV-3 Mònica Terribas, la portavoz de ICV Dolors Camats o el exfutbolista Carles Rexach.

A partir del curso que viene, los alumnos de 1º de ESO«tendrán la posibilidad de reconocer el importante papel social y cultural del centro, a pesar de las trágicas vicisitudes durante el franquismo, gracias al proyecto Adopta un monument», explica la profesora. El material didáctico, elaborado a cuatro manos con el profesor de la UAB Antoni Bardavio Novi, ha contado con el apoyo de la Generalitat y la UAB. Se ha editado con la colaboración del ayuntamiento y de la AMPA. El 15 de diciembre se presentará en sociedad en la sala de actos del instituto.