Un oasis verde en pleno Atlántico

Una escapada a las no tan lejanas Azores, puede ser una muy buena opción para comenzar el año rodeado de naturaleza salvaje, volcanes adormecidos y saltos de agua espectaculares. Y es que, San Miguel, la isla más grande de este famoso archipiélago luso, cuenta con un sinfín de actividades al aire libre con las que descubrir parajes excepcionales y disfrutar de vistas increíbles sobre una isla –casi virgen– que en muchos momentos llega a recordar a la famosa isla Nublar de Jurassic Park.

La que fuera antiguo puerto de conexión entre Europa y el Nuevo Mundo, es hoy un territorio con más de 130.000 habitantes, siendo una de las más visitadas y con mayor infraestructura turística de todo el archipiélago. Hasta su aeropuerto internacional João Paulo II llegan diariamente vuelos procedentes de la península, por lo que una muy buena opción para descubrirla pasa por alojarse en su capital, Ponta Delgada, donde, además, cadenas como Octant Hotels cuentan con alojamientos modernos y con todas las comodidades para hacer del viaje una experiencia única.

Así, desde esta ciudad es muy fácil programar y organizar escapadas con el fin de ir descubriendo poco a poco la isla, ya que su ubicación permite desplazarse por toda la zona con relativa facilidad. Un paseo por su centro histórico es una opción muy agradable que debería acabar en cualquiera de las terrazas de la popular plaza Largo de Matriz o de la bulliciosa rua dos Mercadores. Durante el itinerario, el visitante se topará con las iglesias de San Sebastián y de San José –del siglo XVI y XVIII respectivamente– y con la imponente fachada del museo Carlos Machado. También podrá subir los 106 escalones de la torre Sineira desde la que contemplar el Atlántico, visitar el Mercado da Graça, y por supuesto tomarse un selfie delante de las famosas Portas da Cidade.

A la hora de adentrarse en el corazón de San Miguel, es imprescindible programar una visita a la zona de Sete Cidades, con sus famosos lagos gemelos –uno de color azul intenso y el otro de tonalidades verde –que se ubican dentro del cráter de un antiguo volcán inactivo. Desde aquí salen muchas rutas que harán las delicias de aquellos viajeros más aventureros. Itinerarios bien marcados y delimitados hacia otros famosos lagos como el de Santiago, el escondido lago do Canário o el de Empadadas, así como el pico da Cruz o el del Carbón, ambos con impresionantes vistas sobre la isla, pero también alguno de sus famosos saltos de agua como el da Farinha o el do Prego. Eso sí, durante el itinerario no hay que pasar por alto una visita un tanto peculiar a un antiguo establecimiento hotelero de cinco estrellas, actualmente abandonado, el inquietante hotel Monte Palace. Las increíbles vistas desde su azotea no defraudan.

Otra de las zonas de visita obligada es el valle de Furnas. Esta zona abrupta, de exuberante vegetación, esconde una gran cantidad de fumarolas volcánicas que emergen del interior de la tierra, expulsando vapores y gases. Un fenómeno que lo convierte en un bello espectáculo natural digno de ver e inmortalizar. Descubre cómo llegar a la isla con www.azoresairlines.pt.

La zona de Sete Cidades es una de las visitas imprescindibles