El sur de Mallorca, un enclave privilegiado para un plan ‘slow’

Millones de turistas visitan cada año la isla de Mallorca. Siguiendo la pista del sol, los restaurantes a pie de playa y las noches de verano, los que no residen en esta idílica isla descubren en ella un lugar para quedarse. Sin embargo, son una minoría quienes consiguen conocer la Mallorca auténtica, la del sur de la isla, aquella que para el tiempo para reconectar con uno mismo y con la naturaleza. Ese lugar tiene un nombre y es la Colònia de Sant Jordi, donde se encuentra el Hotel Honucai como garantía de alojamiento, gastronomía, ocio y relax. 

Este escenario es el enclave perfecto para descubrir uno de los ecosistemas más desconocidos de la isla. Sus calas paradisíacas y la tranquilidad que desprenden, fuera del circuito turístico habitual, mueven tanto a mallorquines como a visitantes.

En primer lugar, es justo destacar un paraje excepcional: las Salines d’Es Trenc, ubicadas en el sureste de Mallorca. Se trata de una de las zonas mejor conservadas de la isla. Tradición, artesanía y respeto por la naturaleza son las características de este sitio único. La flor de sal de Es Trenc, la marca genuina y la única que se produce en la isla de Mallorca, es fruto de la evaporación natural del agua procedente de la playa de Es Trenc, extraída mediante un sistema del neolítico que se basa en la evaporación del agua. 

Cala Marmols, Es Trenc, Es Carbó o Cala Tugores son algunas de las playas más singulares del sureste de la isla para quienes quieren disfrutar del día tumbados en la arena. Asimismo, también existen rutas por auténticos pueblos pesqueros donde domina la arquitectura típica mallorquina, como Cala Figuera, escondida entre acantilados rocosos, pinos e higueras; los alrededores son también propicios para realizar excursiones en bicicleta y descubrir sitios recónditos de la isla. 

Otro plan a remarcar es el paseo por el camino de la playa de Colònia de Sant Jordi hasta el faro, ya que ofrece una de las mejores puestas de sol de toda Mallorca.

Es relevante mencionar el puerto deportivo de Colònia Sant Jordi desde el cual se recomiendan los paseos en barca que ofrece la empresa Náutica Colònia. Recorrer algunas de las calas más preciosas de la costa sureste de Mallorca es además un compromiso con el entorno, ya que implica la recogida de plásticos para cuidar la isla y el Mediterráneo. 

Algunas de las calas que conforman el sur de la isla son la Cala Marmols, que es completamente virgen y recoge una acogedora manera entre dos acantilados, por lo que pocos se atreven a llegar a pie. También se encuentra El faro de Ses Salines, ubicado en el punto más meridional de la isla, y Es Caragol, una de las playas con más fauna marina por sus zonas de posidonia y las áreas protegidas. 

Si el objetivo del visitante es hacer snorkel, el lugar más idóneo es Cala Tugores, con aguas de poca profundidad y con numerosos corales. Y finalmente, Es Carbó, una playa virgen de arenas blancas a tan solo cinco minutos del puerto, y Es Trenc, una de las playas más conocidas de la isla debido al color azul de sus aguas y a su extensión de 2,5 kilómetros. 

El Mercado de Santanyí es un mercado local que se encuentra entre las calles de Santanyí, una localidad al sur de Mallorca. Está situado en la plaza Mayor del pueblo. Se celebra al aire libre y ocupa toda la plaza y varias calles adyacentes, como, por ejemplo, calle Portell, de la Mar, de la Pau y el Centre. En el mercado, aparte de poder llevar a cabo todos los rituales más típicos de los mercados locales, también se realizan actividades y conciertos durante las fiestas patronales.

Una estancia singular

Para quienes deseen conocer en primer persona todos y cada uno de los lugares especiales que yacen en el sur de la isla balear, el Hotel Honucai es el lugar perfecto. Tiene solo 78 habitaciones, por lo que tan solo unos pocos curiosos pueden descubrir todo lo que este hotel boutique ofrece. Algunos imprescindibles son su restaurante ubicado en la planta baja, en primera línea de mar llamado Salicornia. En él se pueden degustar productos locales de la isla y apuesta por recetas autóctonas reversionadas. El Hotel Honucai también cuento con una 'rooftop' llamada 'The TOP' con una piscina 'infinity' y un bar en la azotea, donde se ofrece 'x food' y cocina a la 'robatayaki', un tipo de gastronomía que reinventa la brasa japonesa. 

Este lugar es propicio para los amantes del ciclismo, por lo que está ubicado estratégicamente para disfrutar tanto de rutas llanas como de montaña. Independientemente del plan del visitante, es un paraje natural privilegiado lleno de rincones por descubrir incluso para quienes ya han pisado la capital balear anteriormente. Y hacerlo en el Hotel Honucai es un plan 'slow'.