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Hansi Flick y el 2-8 al decadente Barça de Messi que le puso en el radar

Hansi Flick y la vaca que tumba el cubo de leche

'Barça reservat', el podcast que comparte secretos del club azulgrana

Hansi Flick, en un partit amb la selecció alemanya. | RONALD WITTEK / EFE

Hansi Flick, en un partit amb la selecció alemanya. | RONALD WITTEK / EFE

Albert Guasch

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Ahora que Hansi Flick se aviene a vivir la trepidante experiencia de ser entrenador del Barça, parece oportuno revivir aquel impactante 2-8 que el Bayern de Múnich endilgó al Barça de Quique Setién. Quien tenga la misma morbosa curiosidad que el que esto firma, lo puede encontrar entero en UEFA.TV

Ese 14 de agosto, aquellos que ocupamos la tribuna de prensa del Estadio da Luz de Lisboa, vacío y cavernoso en tiempos de covid, rebuscamos en el diccionario para rellenar nuestras respectivas crónicas con términos apocalípticos. “El ocaso vergonzoso”, titulamos aquí en EL PERIÓDICO. “Humillación histórica”, puso el Sport en portada. “El Barcelona más bochornoso de la historia se acaba en Lisboa”, pusieron en El Mundo. Y así todos. Flick blandía la batuta de ese Bayern arrollador del 2020 que acabó proclamándose campeón de una Champions singular. Aquel día el técnico alemán entró en el endogámico radar barcelonista. También en el de Joan Laporta, "el que lo decide todo", en palabras de Xavi.

Ese Barça se presentó con la espalda medio corva y solo merecía algo de crédito por la presencia de Leo Messi. Ni eso. A la media hora los cuartos de final ya quedaron resueltos con un 4-1 que luego se tornó en el infame 8-2. Si alguna vez unos jugadores de azulgrana actuaron con semejante desidia, debió de ser antes de la irrupción de la televisión en los campos de fútbol. Podría decirse también que futbolísticamente pocas veces se vio una demostración de incapacidad tan grande y tan cruda. Cuatro años después lo ves y aún sonroja.

Bien organizado

Aquel Bayern era un torpedo físico, que presionaba colectivamente con voracidad de meritorios. Los dos primeros goles llegaron de recuperaciones furibundas en el centro del campo. Por lo visto aquel día (y otros partidos) ese era un equipo que jugaba muy junto, bien organizado, con la línea defensiva muy alta, que empujaba a los de delante a rascar, a incomodar la salida de balón, que no dejaba respirar. Y se anticipaban como si les fuera el sueldo en ello. 

Los jugadores alemanes volaban hacia delante como aviones plateados. Jubilaron a Semedo como lateral azulgrana. Piqué parecía viejo. Lenglet, blando. Busquets, mareado. Messi parecía tener la cabeza en otro sitio. Y, en fin, mejor no seguir con el repaso, que ya no tiene sentido. La revisión permite constatar que Thiago era un jugadorazo. Que Thomas Muller fue el mejor. Que Alphonso Davies corría que se las pelaba y que Lewandowski, mira por donde, tuvo un día algo espeso cara a puerta. Sí, pudo ser peor. 26 ocasiones dispuso el Bayern, por 8 el Barça.

Flick encontrará, presumiblemente, a tres futbolistas titulares de aquel día en la caseta barcelonista. Ter Stegen, que no dio un pase bueno, Sergi Roberto, que aún busca la cartera que le robaron ese día, y Frenkie de Jong, que pasó de incógnito por Lisboa, como tantas veces. 

Si el técnico alemán tiene el genio que se le atribuye, lo pudo enfundar aquella tarde de Lisboa. Es de suponer que lo va a necesitar en Barcelona. No viene a un club normal. Ya lo irá descubriendo. Lo tendrá que sacar a pasear ante los jugadores y se puede apostar que también ante los personajes que envuelven al presidente. Se preguntará cuáles son sus méritos para opinar y, bueno, Pino Zahavi, el superagente amigo de Laporta, ya le habrá informado sobre el noble valor de la amistad.

Muller festeja uno de sus goles al Barça en Lisboa.

Muller festeja uno de sus goles al Barça en Lisboa. / REUTERS

“El Barça tiene una enorme calidad ofensiva y tuvimos que trabajar mucho en la fase defensiva”, dijo aquel día Flick, padre de dos hijos y abuelo de dos nietos (¿cuándo fue la última vez que hubo un entrenador-abuelo en el Barça?). Ciertamente, se vio un Bayern muy trabajado. Como es de suponer que acepta la plantilla tal y como está, será bonito de ver cómo este consigue que se parezca un poco a aquel Bayern todopoderoso sin quejarse de que no tiene un Thiago, un Muller o, ya puestos, un Lewandowski más joven.

Ficha del partido

Barcelona: Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Busquets (Ansu Fati, 70'), Sergi Roberto (Griezmann, 45') De Jong, Arturo Vidal, Messi y Luis Suárez.

Bayern de Múnich: Neuer, Kimmich, Boateng (Süle, 76'), Alaba, Davies (Hernández, 84'), Goretzka (Tolisso, 82'), Thiago, Gnabry (Coutinho, 76'), Müller, Perisic (Coman, 67') y Lewandowski.

Goles

0-1, min. 4: Müller combina con Lewandowski y bate a Ter Stegen.

1-1, min. 7: Alaba en propia puerta al intentar despejar un centro de Jordi Alba.

1-2, min. 22: Perisic, de disparo cruzado.

1-3, min. 27: Gnabry supera en velocidad a Lenglet y bate a Ter Stegen.

1-4, min. 31: Müller remata en el primer palo un centro de Kimmich.

2-4, min. 55: Suárez chuta desde la frontal y bate a Neuer.

2-5, min. 62: Kimmich bate en línea de gol a Ter Stegen tras un pase de la muerte de Davies.

2-6, min. 82: Lewandowski remata de cabeza sin oposición.

2-7, min. 85: Coutinho entra en el área y marca a placer.

2-8, min. 89: Coutinho remata desde el primer palo.