Andá p'allá, bobo

Laporta pensó en Jordi Cruyff antes de decantarse por Xavi Hernández

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Cuando se dice, por activa y por pasiva, cuando se escribe y se comenta que Joan Laporta nunca estuvo del todo convencido (en realidad, sigue sin estarlo) de que Xavi Hernández, patrocinado y arrancado de Catar por Alejandro Echevarría, cuñadísimo del presidente azulgrana, era, en octubre del 2021, el entrenador ideal para el FC Barcelona, hay quien encuentra multitud de argumentos, aunque la mayoría de ellos se centran en la inmadurez del técnico de Terrassa, de ahí que, en aquellos días, se le oyera decir a Laporta que “Xavi necesita pasar por el filial antes de entrenar en el Camp Nou, como hizo Pep Guardiola”.

La prueba más palpable de que Laporta no se fiaba de la solvencia, experiencia e idoneidad de Xavi fue que, en aquellos días, cuando ya resolvió despedir al ídolo azulgrana Ronald Koeman, trató por todos los medios, incluida su extraordinaria sagacidad y capacidad de seducción, de que su admirado Jordi Cruyff, hijo de su maestro Johan, entonces vinculado, desde agosto de aquel año, al área deportiva más como asesor presidencial que otra cosa, se hiciese cargo del equipo.

Jordi, un modelo

El hijo de Cruyff, una de las personas más maravillosas, honestas y capaces que uno puede cruzarse en este retorcido mundo del fútbol, se lo estuvo pensando unos días, pero, finalmente, su amistad, cariño y complicidad con Koeman, le hizo rechazar la oferta, que, de haber sido exitosa, en los tres partidos que, finalmente, dirigió Sergi Barjuán, entonces técnico del filial, le hubieran proyectado, sin duda, al banquillo del Camp Nou, incluso por delante de Xavi, cuyas negociaciones había ya emprendido Echevarría.

Laporta intentó convencer a Jordi Cruyff proponiéndole, incluso, la renovación de su contrato por cuatro años más y sugiriéndole que podía coger como segundo de su salto, de su aventura, a su amigo Albert Capellas, excoordinador del fútbol de formación del Barça y persona de su confianza, pues había compartido aventura como su segundo en el Chongqing Dangalas Lifan, de China. Son muchos los que hablan mucho y muy bien de Capellas, un técnico al que todo el mundo ve como el segundo ideal para cualquier entrenador grande, incluido, por supuesto, el que se haga cargo del banquillo culé.

Joan Laporta y Jordi Cruyff

Joan Laporta y Jordi Cruyff / VALENTÍ ENRICH

Los partidos que podían suponer el examen final para Jordi Cruyff y que, finalmente, fueron dirigidos por Barjuán, fueron dos encuentros de Liga (1-1, en el Camp Nou, ante el Alavés y 3-3, en Balaídos, frente al Celta) y uno, con tintes dramáticos, en Kiev (0-1) para seguir vivos en la Champions. No parecía, pues, un reto excesivamente difícil para el hijo del ‘Profeta del Gol’, que hubiera podido acabar haciéndose con las riendas del equipo grande de no haber considerado que no le podía hacer eso a su amigo Ronald.

No deja de ser curioso, aunque conociendo a Jordi Cruyff se entiende perfectamente, que, después de descartar ser, posiblemente, el hombre que hubiera evitado la llegada del técnico de Terrassa al Camp Nou, el hijo del mito holandés se convirtiera en uno de los más fieles ayudantes y consejeros de Xavi, que no cesó de elogiar su contribución a su aterrizaje en el Barça en todas las conferencias de prensa que realizó el entrenador culé en aquellas Navidades.

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