LA DELICADA SITUACIÓN AZULGRANA

La contracrónica del Girona-Barça: El hundimiento de un proyecto

El Girona hace sonar el himno de la Champions en Montilivi, el Barça arruinado y el Madrid, campeón

Raphinha y Sergi Roberto, abatidos.

Raphinha y Sergi Roberto, abatidos.

Albert Guasch

Albert Guasch

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Xavi proclamó tras el 2-4 de Montjuïc que el Barça no había merecido la derrota y que había sido superior. Nadie nunca le creyó, pero él insistió. Esta vez pudo decir con razón que su equipo brilló y tuvo al Girona buscándose el pulso en Montilivi. Pero lo logró solo durante una hora. Insuficiente. Un error de Sergi Roberto fundió los plomos de los azulgranas e iluminó a los gerundenses. Todo de golpe. Sin que nadie lo viera venir. En un plis-plas, un Girona que estaba desinflado se hinchó como un muñeco gigante para abrirse las puertas de la Champions. Portu, delantero de 31 años, tuvo un impacto brutal y furioso, hiriendo el proyecto de Xavi, quien no quiso reabrir tras el partido el debate sobre su continuidad.

Portu celebra el tercer gol del Girona en Montilivi.

Portu celebra el tercer gol del Girona en Montilivi. / REUTERS

Portu lidera 9 minutos de locura

Parecía un equipo atolondrado y desorientado, irreconocible y sometido, pero la ayuda temeraria de Sergi Roberto, un momento de flojera de Cubarsí y la irrupción de Portu cambiaron el ánimo del Girona y el curso del partido a partir de la hora de juego. La entrada de Portu tuvo un efecto instantáneo. Marcó el empate y sobre todo metió el golazo de su vida, el cuarto del Girona. Una volea desde el vértice del área impresionante que dejó petrificado a Ter Stegen. ¿Cómo se le ocurrió darle a la primera? En la celebración, todos se pusieron las manos en la cabeza. En la grada y en el campo. Savinho señalaba al delantero con el dedo. Pedía honores para él. Los tuvo. Los tendrá. Un gol que le pedirán que lo rememore a los 5, 10, 20 años, en cualquier onomástica. "El mejor gol de la Liga", acertó a decir Michel. “Quiero siempre conmigo un jugador que sale así de enchufado”, proclamó.

Fuera una espina clavada

Portu se sinceró tras el partido entre lágrimas. “Tenía una espina clavada con este club. Mi último año aquí vi la otra cara de la moneda del fútbol, que fue bajar a Segunda. Me sentí uno de los máximos responsables porque jugué siempre, jugué todos los minutos. Hoy puedo mirar esta camiseta y a toda esta gente que va a disfrutar de la Champions y puedo decir que me he sacado un poco esa espinita. Quiero y siento mucho este club”.

Savinho, un puñal

El extremo brasileño de 20 años apunta a estrella planetaria. Nada más empezar la segunda parte se hizo un autopase en el medio del campo que le proyectó en carrera y dejó atrás a varios jugadores del Barça. Potencia y habilidad combinada. Fue el más incisivo de los locales hasta la desatada aparición de Portu.

¿Cómo se hunde tanto un equipo?

El Barça disputó una primera parte brillante. Sobresalieron las proyecciones de ruptura de Gundogan, Fermín y Sergi Roberto. Entraron con determinación al área y tuvieron el gol a punto de caramelo. Asistiendo, casi siempre, Lamine Yamal, que mareó a Miguel. Fue un Barça que combinó posesión y oportunidades. Marcó las dos casillas. Pero a la hora de partido todo cambió. Un hundimiento colosal. ¿Cómo pudo producirse una caída tan brusca?

¿Un problema mental?

Tiene este Barça lagunas de juego, pero sobre todo mentales. Que un equipo se hunda después de cometer un error dice muy poco de la consistencia de la plantilla y la dirección deportiva. Sergi Roberto hizo el pase de un inconsciente (justo cuando encarrila su renovación) y cabe señalarle. Significaba el empate. Pero no solo a él. Unos, los gerundenses, se vinieron arriba y los otros, los barcelonistas, se encogieron penosamente. "Me da mucha rabia porque habíamos jugado muy bien y porque todo empieza con un error mío. No merecíamos este resultado. Me voy muy enfadado", dijo el capitán azulgrana compungido.

Michel y Xavi se saludan antes del Girona-Barça.

Michel y Xavi se saludan antes del Girona-Barça. / ALBERT GEA

La indignación de Xavi

El técnico azulgrana señaló a todos. Habló de errores “que marcan la diferencia” y que “así es muy difícil competir”. Habló de “falta de madurez”. Y puso cara de expresión grave al imaginar el próximo curso. “Tenemos que cambiar muchas cosas para competir mejor”. Se confesó "cabreado, porque antes que entrenador soy culé". No será el único. ¿Está seguro Laporta de ver ilusión en el barcelonismo con este equipo? ¿Duda ya de haberle otorgado la continuidad a Xavi? Se le vio muy serio al concluir el encuentro en las catacumbas de Montilivi. Quizá pronto sepamos más detalles de todo ello.