A 350 KMS/H.

Aston Martin tienta a Newey, el ‘Harry Potter’ de la F-1, con 100 millones de dólares

A 350 Km/h con Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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No hace mucho, lo recordarán (‘Que lo sepan: en la F-1, no gana Verstappen’, 2 de marzo), les hable de un señor demasiado importante, único, desde luego, como para no tenerlo en cuenta a la hora de analizar cómo es, por qué es y, sobre todo, quién gana en el Mundial de F-1.

Les conté, aunque, seguro, muchos de ustedes ya lo sabían, que el británico Adrian Newey, de 65 años, era el padre de las criaturas más veloces que han corrido (y ganado) en las últimas décadas. Y aproveché esa historia, ese nombre, esa trayectoria, esa sabiduría, su papel y lápiz (viaja con un maletín viejísimo, de cuero maravilloso, con ese material como único contenido) para decirles que era el inventor, el diseñador, el creador, de todos los monoplazas que han convertido, entre otros, a Max Verstappen en triple campeón del mundo y ganador de (casi) todas las carreras: 10 en 2021, 15 en 2022, 19 en 2023 y cuatro de las cinco celebradas este año.

Newey=Dall'Igna

Newey es a la F-1 lo que el ingeniero italiano, Gigi Dall’Igna, es a MotoGP. Es decir, con perdón (o no), los putos amos. Los diseñadores que piensan, crean, inventan, dibujan, supervisan y desarrollan los monoplazas y las motos que, puestas en manos de cualquier campeón, de los 10 mejores pilotos de ambas parrillas, ganan fácilmente las carreras y los títulos. Newey ha conquistado 25 títulos mundiales de F-1 (13 de pilotos y 12 de constructores) y Dall’Igna ha ganado los dos últimos de MotoGP y cualquiera de sus ocho motos ganan el 90% de los grandes premios de la categoría reina.

Honda MotoGP vive en el fango en cada gran premio, sus cuatro pilotos figuran en cada GP en las últimas posiciones de la parrilla y de la clasificación. Es más, trataron de fichar a Dall’Igna y las mentes privilegiadas de Japón (o no tan privilegiadas, ya se ve), acabaron renunciando a hacerle una oferta. Y, no, la oferta que, dicen, Aston Martin le ha hecho a Newey (100 millones de dólares por cuatro años, 25 millones de dólares por temporada), no es, ni de la risa, lo que pretendía ganar Dall’Igna, que está a años luz de esos sueldos.

EL PILOTO ESPAÑOL DE ASTON MARTIN FERNANDO ALONSO (I), QUE QUEDO SEGUNDO, SALUDA DESDE EL PODIO CANADIENSE. Formula One F1 - Canadian Grand Prix - Circuit Gilles Villeneuve, Montreal, Canada - June 18, 2023 Red Bull's Max Verstappen celebrates on the podium after winning the race with Red Bull chief technology officer Adrian Newey, second placed Aston Martin's Fernando Alonso and third placed Mercedes' Lewis Hamilton REUTERS/Evan Buhler

Fernando Alonso, Adrian Newey, Max Verstappen y Lewis Hamilton, en el podio de Canadá en junio de 2023. / REUTERS/Evan Buhler

Les cuento esto porque como probablemente ya han leído, Newey quiere abandonar Red Bull. Y quiere irse a final de temporada, pese a que le resta un año de contrato. Está harto del juego sucio que se ha instalado en la escudería de Milton Keynes (el dinero es austriaco, pero todos los equipos –menos Ferrari, así les va—trabajan en Inglaterra) desde que una empleada de Red Bull denunció a Christian Horner, ‘el jefe’, de abuso de poder, propuestas deshonestas y envió de fotografía comprometedoras.

La guerra eterna, aquella que siempre han protagonizado en Red Bull, Horner y el gurú Helmut Marko, amigo del dueño Dietrich Mateschitz, ya fallecido, ya no es tan larvada. Ha estallado por los aires. El socio tailandés de Mateschitz, Chalerm Yoovidhya, se ha puesto del lado del esposo de Geri Halliwell, una de las ‘Spice Girls’. Y Marko ha abrazado a la familia Verstappen, papá Jos, del que se sospecha ha agitado en las redes el conflicto de Horner, y Max, el niño ganador.

VERSTAPPEN Max (ned), Red Bull Racing RB18, NEWEY Adrian (gbr), Chief Technical Officer of Red Bull Racing, MARKO Helmut (aut), Drivers’ Manager of Red Bull Racing, HORNER Christian (gbr), Team Principal of Red Bull Racing, PEREZ Sergio (mex), Red Bull Racing RB18, portrait during the Formula 1 Honda Japanese Grand Prix 2022, 18th round of the 2022 FIA Formula One World Championship from Octobre 7 to 9, 2022 on the Suzuka International Racing Course, in Suzuka, Mie Prefecture, Japan - Photo Florent Gooden / DPPI AFP7 09/10/2022 ONLY FOR USE IN SPAIN

Adrian Newey, Marko Helmut, Max Verstappen, Christian Horner y Sergio Pérez, en una celebración de Red Bull. / AFP / Florent Gooden

No es cierto que Newey, el ‘Harry Potter’ de la F-1, un auténtico mago a la hora de diseñar el coche que ganará el año que viene, es decir, siempre, se haya decantado por el clan de Marko. El ingeniero lo único que quiere es, precisamente, alejarse, huir, de esa pelea, que no le identifiquen con ninguna de las dos partes y, como ofertas no le faltan, ha puesto el tema (como casi todos los problemas de la F-1) en manos de una legión de sesudos abogados, que buscan la manera de escapar de las garras de Red Bull, conscientes en el equipo energético de que si pierden a Newey se apagará la luz.

Hamilton, a la espera

Lo de Newey, como lo de Dall’Igna, no es invento alguno, es la más pura de las realidades. Gana Adrian, no Verstappen; gana Gigi, no ‘Pecco’ Bagnaia. Y tanto Aston Martin, como Mercedes y, por descontado, Ferrari, se volverían locos (y no hablamos ‘solo’ de dinero) para ofrecerle a Newey todo lo que quisiera. Y más.

Hay quien piensa que, como ya ocurriese cuando cambió el ganador McLaren por un, entonces, dudoso Mercedes, Lewis Hamilton, cuyo fichaje por Maranello se anunció el pasado 1 de febrero (en su caso, serán 100 millones de dólares ¡al año!), intuía que Newey iba a provocar su salida de Red Bull y se le unirá al proyecto rojo. Pero es que la sorprendente renovación de Fernando Alonso por Aston Martin también hace sospechar que ‘el nano’ posee la misma o similar información que su 'amigo' Hamilton, sobre el enfado de Newey.