NBA

Marc Gasol y su dorsal '33', eternos en Memphis

El dorsal 33 de Gasol ya luce en lo más alto del pabellón de los Memphis Grizzlies, una franquicia que no se entiende sin el liderazgo y el talento de Marc

Marc Gasol: "Memphis será parte de nosotros por el resto de nuestras vidas"

Marc Gasol: "Memphis será parte de nosotros por el resto de nuestras vidas" / EFE

Jordi Grífol

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Con la llegada de Pau Gasol a los Grizzlies en 2001, toda la familia se mudó a Memphis. Marc llegó siendo el hermano. Un chico grandullón, de sonrisa tímida y al que no se le daba mal eso del baloncesto, aunque pocos le imaginaban triunfando en la NBA. Forjando su propio camino, lejos de la sombra de Pau, Marc Gasol se acabó convirtiendo en el estandarte de los mejores años de la franquicia del oso grizzly; el líder imprescindible para transformar una franquicia sin cultura NBA en un equipo rocoso, trabajador y con la mentalidad competitiva de Gasol. Un equipo con identidad. Memphis es Marc, Marc es Memphis. Y la camiseta de Marc Gasol ya es eterna en el pabellón de los Grizzlies.

Marc Gasol, junto a su familia, durante el acto de la retirada de su camiseta.

Marc Gasol, junto a su familia, durante el acto de la retirada de su camiseta. / Reuters

Nunca dos hermanos habían compartido tal reconocimiento. Dos años después de que Los Angeles Lakers retiraran la camiseta de Pau, ha llegado el turno de Marc, acompañado de sus familiares y junto a sus tres grandes compañeros durante la aventura grizzlie; Zach Randolph, Tony Allen y Mike Conley. La camiseta con el 33 ya acompaña al 50 de Zach Randolph en lo más alto del pabellón; a la espera de Allen y Conley. El anillo de campeón de la NBA le llegó al pívot de Sant Boi con los Toronto Raptors, pero tal era su vínculo con Memphis y sus compañeros que aseguró que, sin ellos, nunca lo habría conseguido.

“Tengo que pedir disculpas a mis compañeros de equipo y a mis entrenadores. Lo siento, a veces he sido un incordio, pero solo porque me importaba mucho esta ciudad, ganar y jugar de la manera correcta. Así que gracias por aguantarme”, aseguró el pívot en la ceremonia. “Tu familia es muy importante en tu éxito. Nuestros padres renunciaron a muchas cosas para que fuéramos felices, siempre les estaré agradecido por los valores que nos inculcaron y que tenemos”, añadió.

"Tengo una sensación de enorme orgullo, de felicidad, por Marc, por el reconocimiento que esto supone, lo que él y sus compañeros consiguieron en esta franquicia, en esta ciudad, en la liga", aseguró su hermano Pau. “Estoy muy orgulloso de él. Memphis está orgullosa de ti, Marc, esto es increíble”, agregó. El nombre de los Gasol, en lo más alto de Los Angeles y Memphis.

La gran época 'Grizzlie'

El mediano de los Gasol ha dejado huella allí donde ha estado, y 11 temporadas en el estado de Tennessee (2008-19) dan para mucho, pues no se entienden los éxitos y la transformación de la franquicia sin su figura. Los Grizzlies, de reciente creación, pasaron de ser una franquicia sin apenas cultura baloncestística y un pabellón semivacío a un equipo con personalidad y que vivió su mejor época (también fue clave en ello Pau Gasol).

Siete temporadas consecutivas disputando playoffs, primera victoria en una postemporada, unas finales de conferencia (2013) y un liderazgo de Marc traducido en estadísticas - líder histórico en minutos de juego, tiros de campo anotados, rebotes... - y en los denominados intangibles, una mentalidad ganadora y una inteligencia baloncestística privilegiada. El catalán también fue nombrado mejor defensor del año (2013) y tres veces All-Star; para la posteridad el salto contra su hermano Pau.

Construir su propio camino

El vínculo de Marc con la ciudad empezó en la escuela de Lausanne, aclimatándose al idioma y la cultura estadounidense a través de la pelota y escuchando rap autóctono como el 'Chickenhead' de Project Pat. Promedió 27,5 puntos y 12,5 rebotes en su segunda temporada, pero no quiso dar el salto universitario. Quería construir su propio camino, ser él mismo, con su manera de ser y ver las cosas, así que regresó a Barcelona.

Al Barça llegó un Marc con talento e inteligencia, pero también con sobrepeso y limitaciones físicas que no le permitían despegar. Aun así, aprovechaba el tiempo: "Disfruté mirando y aprendiendo y quedándome con los detalles necesarios para ganar. Observar y comprender es importante, y soy bueno en ello", recuerda el pívot en el documental 'Marc Gasol: Memphis Made'.

Girona, un lugar especial

Fue en Girona - ciudad que, como Memphis, no olvidaría; presidente ahora del Bàsquet Girona - donde llegó su explosión. Con el Akasvayu se destapó, dominando la competición en su segundo año (MVP de la ACB). Eso le catapultó a la NBA, donde había sido drafteado por los Lakers en la segunda ronda. Pau, en aquellos momentos jugador franquicia de los Memphis, intentó juntarse con su hermano, dispuesto incluso a pagar el traspaso con parte de su salario.

La insistencia de Pau acabó convenciendo a los Grizzlies para fichar a Marc, aunque con un intercambio inesperado, Pau era traspasado a Lakers. Nadie entendió ese movimiento. "¿Gasol a cambio de qué?", se preguntaba la prensa local. Empezaba la reconstrucción del equipo.

Como rookie, Marc hizo una buena temporada, estaba claro que había potencial, pero reconstruirse implicaba derrotas y él no lo soportaba. Quería y necesitaba ganar. Entonces llegó Lionel Hollins, el entrenador que les cambió la mentalidad. "Me recordó mucho a Pesic, su seriedad, los valores del equipo, lo que le pedía a cada jugador... era muy familiar", describe Gasol.

"Nos complementábamos muy bien y conectamos mucho por nuestra generosa manera de jugar. Él era el impetuoso, a veces explotaba, y yo era muy calmado y se lo transmitía", expresa el base Mike Conley. Junto a Conley y Zach Randolph, que se unió poco después, formaron un Big Three especial - salpimentado con Tony Allen y cumplidores soldados para la causa - que abrazó la cultura del 'Grit and Grind'; el coraje y el trabajo duro. La histórica victoria ante los Spurs en 2011 para llegar a semifinales de conferencia sentó las bases de esa cultura de defensa férrea.

Cambio físico y gen competitivo

El cambio físico de Marc Gasol - una dieta estricta y vegetariana - y la necesidad ofensiva del equipo elevó su juego. Pasó de un Marc algo pesado a uno robusto e intimidante. "Pasó de ser un pívot de nivel medio a uno de nivel alto. Ya era un facilitador y muy bueno, pero empezó a anotar, rebotear y a ganar confianza en su juego, convirtiéndose en uno de los líderes del equipo en puntos y rebotes y siendo All-Star", cuenta el entrenador Hollins.

Marc se multiplicó en ataque, ganó precisión desde el perímetro y empezó a liderar las acciones ofensivas del equipo, convirtiéndose en el mejor pívot pasador y organizador del momento, el precursor de Nikola Jokic. El motor del equipo, siempre con la jugada en la cabeza.

"Si sentía que los demás no estaban a su nivel, lo hacía saber. Quería ganar a toda costa y a veces le tenía que decir, oye Marc, no todos tienen la inteligencia que tú tienes", relata su excompañero Tayshaun Prince. Un jugador con un hambre de victorias voraz. "¿Por qué crees que eras tan buen defensor? Principalmente, porque no me gusta perder", asegura.

"Un Memphian es trabajador, no necesita el reconocimiento de todos para hacer su trabajo lo mejor que puede y al mismo tiempo alguien cercano, amable con todos los demás que tiene empatía por otras personas y muy hospitalario", dice Marc Gasol. Sin quererlo, se estaba describiendo a sí mismo. Siempre implicado allí donde estuvo, también solidario fuera de la cancha. Un Memphian más, pero no uno cualquiera, pues su nombre será eterno en el pabellón de la ciudad estadounidense.