Alternativas en el esquí

Esquís con ruedas o pistas 'indoor': Así se adaptan los esquiadores profesionales a la falta de nieve

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Jaume Pueyo entrenando con los roller ski.

Jaume Pueyo entrenando con los roller ski. / El Periódico

Begoña González

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Lejos de resignarse a perder temporadas por falta de nieve, los esquiadores españoles han adaptado parte de sus entrenamientos a estos nuevos escenarios. “Hemos innovado en las pretemporadas y preparaciones físicas tratando de simular entrenamientos en nieve con métodos de entrenamiento en seco. Utilizamos más las instalaciones 'indoor' en las que hay ‘SnowDomes’ o soluciones en carretera por ejemplo para disciplinas de velocidad”, explica Olmo Hernán, presidente de la RFEDI. 

Y es que, a pesar de que esta situación ha afectado a la mayoría de disciplinas, algunas se han visto más perjudicadas que otras. El ‘freeride’ ha sido, por la naturaleza del deporte, una de las más afectadas, ya que precisa de kilómetros de nieve natural esquiables para poder desarrollarse en condiciones óptimas. Otras, en cambio, han podido sobreponerse a la falta de nieve mediante el uso de la tecnología de creación de nieve artificial. 

Jaume Pueyo entrenando con los roller ski.

Jaume Pueyo entrenando con los roller ski. / El Periódico

Esquís con ruedas

“Nosotros la suerte que tenemos es que en verano podemos seguir entrenando con 'rollers', que son esquís con ruedas. No es nada nevo, llevan muchos años ya existiendo. A mediados de noviembre nos desplazamos a entrenar a pistas artificiales en Suiza hasta que empieza la temporada en casa”, asegura el esquiador de fondo Jaume Pueyo, que logró el mejor resultado histórico para España en la Copa del Mundo de Esquí de Fondo tras clasificar entre los 10 mejores el pasado mes de marzo en Lahti.

“Entrenamos en nieve natural siempre que podemos pero si no hay, toca hacerlo en artificial. En mi caso no noto mucho la diferencia entre una y otra, pero obviamente sí en la longitud y amplitud de las pistas”, explica Pueyo. No es tanto así en el caso del slalom. “A mí sí me afecta esquiar en nieve natural o artificial. La nieve artificial no provoca las mismas reacciones al esquiar, en las curvas se nota muchísimo. Está bien para hacer trabajos específicos, pero si se hace demasiado volumen en los 'indoor', se acaban cogiendo vicios que pueden perjudicar luego en nieve natural”, razona el esquiador vizcaíno Juan del Campo. A principios de marzo selló su mejor temporada tras lograr un 17º puesto en el que fue su mejor resultado en la Copa del Mundo hasta ahora.

Juan Del Campo en una competición.

Juan Del Campo en una competición. / El Periódico

Retroceso de los glaciares

“Hace unos 12 años, en verano entrenábamos en los glaciares europeos, hoy han retrocedido tanto que asusta”, rememora del Campo. “Ahora mayoritariamente optamos por entrenar en el invierno del Hemisferio Sur porque eso nos permite estar más tiempo y en mejores condiciones de nieve, aunque a veces se opta también por los centros 'indoor' del centro de Europa”, añade el vizcaíno. Las temperaturas en las zonas alpinas están subiendo el doble de rápido que el promedio global y los glaciares se están derritiendo a una velocidad desmesurada. "Los paisajes alpinos son cada vez menos estables y los inviernos son más cortos. El esquí está en peligro y la montaña está cambiando, por eso, nuestros diseñadores están creando prototipos que no solo reduzcan el impacto ambiental, sino que también mejoren el rendimiento en la nieve", afirman desde Atomic, uno de las principales fabricantes de material de esquí. 

La inestabilidad que acusan estos deportistas es otro de los factores clave del cambio en el sector del esquí. No es solo que haya poca nieve, sino que los temporales son extremos. “Para que una pista esté lista para competir, una semana antes del evento, hay que inyectar una gran cantidad de agua para que se congele, se compacte y tome una mayor consistencia. Eso nos da unas condiciones de competición más equitativas, justas y como consecuencia, carreras más rápidas”, afirma del Campo. “En cambio, si las condiciones no acompañan y las pistas no se pueden preparar, la nieve queda más blanda y se forman raíles que hacen que sean más injustas las competiciones. Es prácticamente imposible que el que baja décimo pueda ser más rápido que el que ha bajado primero con la pista lisa”, zanja el esquiador.