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David Samper

El complejo desafío del cambio climático

Presidente de la Federació Catalana d'Esports d'Hivern

Esquiadores estrenando la temporada de esquí en las pistas de Baqueira Beret

Esquiadores estrenando la temporada de esquí en las pistas de Baqueira Beret / ALBA MOR / ACN

No podemos ignorar el impacto del cambio climático en nuestras actividades de nieve. Vivimos en un momento donde las condiciones meteorológicas están poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación. Es crucial abordar esta cuestión con la seriedad que merece.

Antes que nada, es imprescindible distinguir entre el cambio climático como fenómeno global y los episodios de sequía como los que estamos experimentando en Catalunya desde hace más de dos años. Las últimas dos temporadas, hemos visto situaciones diversas en las diferentes vertientes del Pirineo, con precipitaciones abundantes en la vertiente norte, y una carencia de precipitaciones en la vertiente sur hasta finales de este mes de marzo, que han dificultado el desarrollo de nuestra actividad.

En cuanto al cambio climático, los efectos son más amplios y profundos. Tenemos que reconocer que las grandes nevadas necesarias para ciertos deportes de invierno, como el freeride, se vuelven cada vez más difíciles de prever y, por lo tanto, gestionar. Para poder desarrollar una competición de freeride, la nevada se tiene que producir entre los tres y cinco días anteriores a la competición. Las fluctuaciones de temperatura condicionan el estado de la nieve, creando un desafío constante para nuestros deportistas y profesionales de la industria del freeride. Aun así, en el ámbito del esquí alpino, podemos afirmar que el cambio climático no ha tenido un impacto tan significativo. Las tecnologías modernas de producción de nieve, la pericia técnica en el mantenimiento de las pistas y la eficiencia de las inversiones de las estaciones catalanas, nos permiten mantener condiciones óptimas para desarrollar nuestra actividad.

Desplazamiento de la cota de nieve

El cambio climático está provocando un desplazamiento gradual de la cota de nieve hacia altitudes más altas, hecho que puede limitar el acceso a determinadas zonas de práctica deportiva. Esto, combinado con la carencia de frío durante algunas noches, puede dificultar la creación de la "nieve dura" para las competiciones de esquí alpino. Sin embargo, es importante remarcar que la mejora del tratamiento de la nieve y la alta calificación por parte de las estaciones nos permite desarrollar la actividad con normalidad.

Es crucial entender que estas condiciones no solo afectan los deportistas y amantes de los deportes de nieve, sino también las economías locales y la sostenibilidad de las comunidades de montaña. Las estaciones de esquí, a menudo, son el motor económico de las regiones donde se encuentran, y su supervivencia depende también de la disponibilidad de nieve y de las condiciones meteorológicas favorables.

A pesar de todos los desafíos, tenemos que ver también las oportunidades que nos ofrece esta situación. Las tecnologías avanzadas y las prácticas sostenibles pueden ayudarnos a mitigar los efectos del cambio climático y a adaptarnos a un futuro más incierto. Así mismo, hay que fomentar la concienciación y la colaboración entre todos los actores implicados, desde las federaciones deportivas hasta los gobiernos locales y la comunidad científica.

En resumen, el cambio climático es un desafío complejo que requiere una respuesta coordinada y decidida de todos los agentes que formamos esta comunidad. Como representante de los deportes de invierno en Catalunya, estoy comprometido a trabajar en estrecha colaboración con todos los interesados para garantizar un futuro sostenible para las actividades de invierno en nuestra casa.