El Aló Presidente de Joan Laporta

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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Si uno ve y repasa ‘El podcast del presidente Joan Laporta’, una especie del ‘Aló Presidente’ venezolano, que se emite, emitió y se emitirá por Barça One, o Barça Studios, o el ‘hub’ del FC Barcelona de Spotify, es decir, por un montón de sitios menos por el lugar que le correspondería que es la Barça TV, televisión que cerraron estos señores para ahorrarse, dicen, 12 millones de euros, lo primero que puede pensar es que todo va de maravilla. Todo. Es la perfección del club redondo.

Es decir, las obras de remodelación del Camp Nou Spotify (o como Juli Guiu dijo, en la asamblea de compromisarios, el ‘Spotify Cap Roig’) van viento en popa y ellos insisten en que, en noviembre, el equipo volverá a jugar allí. Eso, mientras se anuncia que se va a trabajar por las noches porque no llegan a tiempo de cumplir los plazos. Y los vecinos, que ya sufren el polvo de la obras, subiéndose por las paredes (de sus casas, que no del Camp Nou, pues aún no están construidas), protestan a tope.

Todo bajo control

Es decir, que aún tenemos colgando la palanca ‘fake’ de Libero, cuyo nombre rimbombante, ostentoso, de Libero Football Finance AG, ya debió provocar sospechas, pero la economía del club va (casi) tan bien como las obras del estadio. Es más, el Barça tiene multitud de ofertas para cubrir esos millones y, lógicamente, liberar parte del aval de (parte) de los directivos. Todo controlado si escuchamos atentamente al presidente en el podcast.

Es decir, el club, dividido en 20 áreas, cuyos directores reportan semanalmente a Joan Laporta, que, entre comida y comida, entre viaje y viaje, entre reunión y reunión con su ‘camarote’, despacha con sus directores y directivos. Todo está bajo control porque no hay mejores ejecutivos que los directivos del Barça. Eso sí, su secretario general pide sueldos para ellos. Quieren cobrar. Va todo fino, pero quieren cobrar.

Joan Laporta y Lamine Yamal

Joan Laporta y Lamine Yamal / FCB

Es decir, el entrenador ha dicho, hace ya varios meses que no aguanta más, que se va, que el 30 de junio lo deja, pero ahora resulta que el presidente insinúa, sugiere, que de eso nada de nada. Va todo de cine, pero hemos pasado de “si no fuese una leyenda, no aceptaría su marcha” a “oye, Xavi, quédate, que ni tenemos dinero ni encontramos a otro”. Pero todo marcha, sí, en Aló Presidente.

Es decir, la transparencia es total, pero, en la despedida del vicepresidente más importante, en el adiós de Eduard Romeu, no se admiten preguntas. Y, poco después, nos enteramos de que Deco sigue cobrando comisiones. Y que al ‘compliance’, amigo del presidente, le parece todo muy limpio y correcto.

Lluvia de millones

Es decir, que el Barça vuelve a estar montado en la cresta de la ola y surfeando sobre el mundo futbolístico europeo. Lo dice el presidente. Pero dice más. Y lo que dice, tampoco me lo creo. Ahora resulta que el Barça ha rechazado una oferta de 200 millones de euros por Lamine Yamal. ¡¡¡¡¡Venga ya!!!!! O dicen el nombre del club que ha hecho esa oferta o no me la creo, ni de la risa. ¿Por qué? Pues sencillamente, porque no existe y porque si algo saben los clubs ricos, poderosos, de Europa es que el Barça ni quiere ni puede vender a Lamine Yamal. Como no está en venta, a nadie se le ocurre hacer una oferta.

Es decir, que no me creo esa trola, que se ha tragado el mundo periodístico azulgrana (y el no periodístico), porque si no dicen el nombre del club, no tengo por qué creérmela y sí pensar que es un ingenio más mediático, de imagen, de euforia, de engaño para justificar que el Barça va tan sobrado, que rechaza 200 millones de euros por un niño que acaba de empezar a jugar a fútbol (de verdad).

Vaya, lo dice Cury

Como tampoco me creo, aunque lo diga el tal André Cury, que el Barça podría, sí, sí, podría, vender a Vitor Roqué 'Tigrinho' por 50 millones de euros. Ya, sí, claro, cómo no. O eso otro que también se ha dicho de que varios clubs se pelean por Raphinha y ofrecen 100 millones de euros.

Es fútbol, es Barça, es diversión, es entretenimiento, es ‘fake’, aquí nunca pasa nada por mentir, por hacer trilerismo del barato. Aquí hoy dices que te vas, que estás harto, que no aguantas las críticas y, al mes siguiente, dices que te quedas. Y siempre es por amor al Barça. Y, si lo quisieran tanto como dicen, lo cuidarían más de lo que dicen.

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