MotoGP intuye que la primera victoria de Marc Márquez no tardará en llegar

A 350 Km/h con Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Es el carácter. Es su determinación. Su coraje. Las ganas que tiene de disfrutar del deporte que ama, de la pasión que le mantiene despierto, vivo, activo, sonriente.

Es haber peleado como no ha peleado deportista alguno en los últimos cuatro años, sometiéndose a todo tipo de tratamiento e, incluso, a una operación tan bestia como la que vivió en un quirófano de la clínica Mayo, de Rochester, Minnesota, EEUU, donde le destrozaron el húmero derecho para volvérselo a reconstruir como si fuese un rompecabezas.

Es haber sido insultantemente el mejor desde que, en 2013, debutase arrasando con todos los récords de precocidad, los que ahora intenta superar el murciano Pedro Acosta (GasGas), hasta conseguir que tus peores enemigos, la prensa italiana, devota de Valentino Rossi, acabe llamándote ‘Magic’ Marc e, incluso, ‘il Cannibale’.

Palmarés bestial

Eso y ser el único piloto de la parrilla de MotoGP con ocho títulos mundiales. Eso y haberse subido al podio en más de la mitad de las carreras que ha corrido: 140 ‘cajones’ en 248 grandes premios. O haber ganado un tercio de esas carreras (85). O haber logrado 91 ‘poles positions’ en esas mismas citas.

"Yo creo que Marc, en Catar, se guardó algo, pues quería arrancar el Mundial puntuando y no quiso arriesgar demasiado por alcanzar el podio"

Miguel Oliveira

— Piloto de Aprilia

Es evidente que nada de todo eso hubiese convertido a Marc Márquez Alentá, a sus 31 años, en el piloto de referencia, en la máxima atracción, cierto, junto al campeón ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati) y el novato ‘tiburón de Mazarrón’, del Mundial de MotoGP que, este fin de semana, cumple su segunda cita de la temporada en el precioso trazado de Portimao (Portugal), en El Algarve, lugar preferido por los ingleses para vivir y veranear.

“Estoy convencido de que Márquez se guardó algo en Catar”, ha comentado el portugués Miguel Oliveira (Aprilia) al llegar a Portimao. “Yo tuve la sensación, en Losail, que Marc, que pronto estará ya totalmente adaptado a la Ducati, quería asegurar el tiro en la primera carrera, quería empezar puntuando, quería sumar y por eso no arriesgó en la conquista del podio”. Como Oliveira piensan muchos colegas. Por ejemplo, el veterano Aleix Espargaró: “En motos también uno y uno son dos. Marc es el piloto con más talento de la parrilla. Ahora vuelve a tener una gran moto. Veremos cuanto tarda en llegar a la cabeza de las carreras, pero llega seguro”.

Marc Márquez (Ducati), en la parrilla de Catar.

Marc Márquez (Ducati), en la parrilla de Catar. / ALEJANDRO CERESUELA

Todo el mundo tiene claro que estamos ante un nuevo Marc Márquez, piloto del Gresini Racing Team. Cero ansiedad, cero expectativas de inicio, mucho control, mucho aprendizaje, adaptación y, a partir de controlar los mandos y modos de la Ducati, buscar los detalles que hagan que su moto le obedezca en todo y en todas las circunstancias de la carrera. Nadie se lo cree, pero la intención de MM93 es no correr más de la cuenta mientras aprende todos los trucos de su 'Desmosedici', consciente de que, en un Mundial con 42 carreras, hay tiempo para todo.

“Marc ya ha demostrado todo su talento y su clase a través de su capacidad de adaptación innata”, cuenta el ingeniero Gigi Dall’Igna, creador de la Ducati ‘Desmosedici’. “Ya en el primer fin de semana del año ha demostrado que será, que es, un temible contendiente sobre una moto que es totalmente nueva para él”. “Por descontado que Marc se puede unir a la lucha por ser compañero de ‘Pecco’ Bagnaia’, en el equipo oficial de Ducati del año que viene”, señala Davide Tardozzi, uno de los jefazos de la fábrica de Borgo Panigale.

“Marc ya ha demostrado todo su talento y su clase a través de su capacidad de adaptación innata a la Ducati. A partir de ahora, será un temible contendiente”

Gigi Dall'Igna

— Ingeniero y creador de la Ducati 'Desmosedici'

Márquez, que es el piloto que más arriesga en pista “pues la única manera de saber si tu moto está lista, es ir al límite”, batió, el pasado año, su récord de caídas, con 29 accidentes. De ahí que, nada más rozar el podio en su debut con Ducati en Catar (fue cuarto), se mostrase contento, muy contento, de haber vivido “un fin de semana, con algún que otro susto y alguna ‘salvada’ de las nuestras, pero sin caídas”.

Portimao es un circuito tremendo, veloz y, sobre todo, vertiginoso donde si quieres hacer el tiempo, si quieres estar delante, debes arriesgar en cada vuelta. A Márquez le gusta. “Recuerdo que el primer año que fuimos, Miguel (Oliveira) me dijo, y tenía razón, que era un trazado muy divertido, con desniveles muy atractivos, algún que otro bache, curvas distintas y extrañas, especiales, en el que tenías que disfrutar, fluir, decía él, si querías conseguir un buen crono”.

Portimao es la cita anterior a dar el salto a EEUU. Allí le espera, de nuevo, a MM93, uno de los circuitos de sus sueños. Austin, Texas. Muchos le ven ganando allí, como (casi) siempre.

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