CHELSEA, 0 - LIVERPOOL, 1

El Liverpool conquista la 'Carabao Cup' a costa del Chelsea

Virgil van Dijk posa con el trofeo de la Carabao Cup, la medalla de campeón y el trofeo al mejor jugador de la final.

Virgil van Dijk posa con el trofeo de la Carabao Cup, la medalla de campeón y el trofeo al mejor jugador de la final. / Hannah McKay / Reuters

Joan Domènech

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El primer título de la temporada (la Supercopa inglesa) se lo llevó el Arsenal a costa del Manchester City y el segundo (la Copa de la Liga) lo conquistó el Liverpool en perjuicio del Chelsea. Otra final que llegó a la prórroga, pero que evitó los penaltis a falta de dos minutos, cuando Virgil van Dijk, el capitán de los reds, cabeceó impecablemente un córner, adelantándose a todos los defensas londineses, empezando por Axel Disasi que era su sombra.

Kelleher desvía con el pie un remate del Chelsea en la prórroga.

Kelleher desvía con el pie un remate del Chelsea en la prórroga. / Hannah McKay / Reuters

Van Dijk cuajó una final fabulosa. Más allá de marcar el gol decisivo, también había marcado otro gol que fue anulado por el VAR por un fuera de juego de Endo, que intervino en la acción al hacer un bloqueo a Colwill cuando Van Dijk iniciaba la carrera para conectar el testarazo. El capitán fue el sostén de un Liverpool que arrancaba con jóvenes para tapar agujeros (Conor Bradley, Harvey Elliot) y terminaba con desconocidos: McConnell, Danns, Quansah...). También se anuló un gol a Sterling para el Chelsea por un fuera de juego de Jackson.

Van Dijk anotó el gol decisivo a dos minutos del final, el segundo que marcaba; el primero fue anulado por un fuera de juego que nadie vio.

Van Dijk aseguró una triunfal despedida de Jürgen Klopp cuando se marche el 30 de junio de Anfield. Con un título en el zurrón -la décima Copa de la Liga de la entidad, récord de la competición-, presidiendo la Premier y compitiendo en la Copa inglesa y en Europa League, el palmarés de los ocho trofeos acumulados en el banquillo puede crecer. Mauricio Pochettino, en cambio, ve más ensombrecido su futuro en el Chelsea tras perder su tercera final.

Dos compañeros agasajan a Van Dijk, el capitán, tras anotar el gol decisivo de la final de Wembley.

Dos compañeros agasajan a Van Dijk, el capitán, tras anotar el gol decisivo de la final de Wembley. / LaPresse / AP

"Significa mucho para nosotros", había dicho Pochettino en la víspera ante el que podía ser su primer título en Inglaterra y en su tercera experiencia, después de haber dirigido sin tocar plata al Southampton y al Tottenham. Los trofeos en el salón del técnico argentino son los tres franceses que obtuvo en el Paris Saint Germain. Significaba mucho, además, de algo menos tangible: la confianza del propietario del Chelsea. El estadounidense Todd Boehly se ha gastado un dineral en la plantilla. El equipo es undécimo en la Premier, a 17 puntos de la Champions y a 12 de la Europa League. Sólo los dos mediocentros azules, el ecuatoriano Moisés Caicedo y el argentino Enzo Fernández, le han costado 237 millones de euros.

Mauricio Pochettino y Jürgen Klopp, al final del Chelsea-Liverpool en Wembley.

Mauricio Pochettino y Jürgen Klopp, al final del Chelsea-Liverpool en Wembley. / AP / LaPresse

El Chelsea perdió la séptima final consecutiva que disputaba en Wembley: todas desde 2018 entre la Supercopa, la Copa y la Copa de la Liga.

Un Liverpool desfigurado

Fueron titulares, por supuesto, y completaron las dos horas de juego en un Chelsea que alineó a todos los puntales del vestuario. Aunque sufría varias bajas (James, Thiago Silva, Fofana, Badiashile, Cucurella...), el cuadro de Londres fue muy reconocible, lo que no evitó que sucumbiera en la séptima final consecutiva que disputaba en Wembley: todas desde 2018 entre la Supercopa, la Copa y la Copa de la Liga.

El Liverpool, en cambio, sufría más calamidades (sin Alisson Becker, Alexander-Arnold, Salah, Diogo Jota, Darwin Nuñez, Szoboszlai, Matip...) pero Klopp retiró a los pocos referentes que tenía, pensando en futuras batallas. Se le lesionó Gravenberch por una durísima entrada de Caicedo, lo que le enfureció. Sin embargo, aguantó a Van Dijk, por supuesto, y al meta Caoimin Kelleher, cuya actuación remitíó a las similitudes que tuvo la final de la Carabao Cup que enfrentó a ambos equipos en 2022.

La plantilla campeona del Liverpool posa en Wembley.

La plantilla campeona del Liverpool posa en Wembley. / Hannah McKay / Reuters

El duelo volvió a ser vibrante, con muchas alternativas en el juego y ocasiones de gol, y desembocó de nuevo en la prórroga. La portería del Liverpool estaba defendida de nuevo por el irlandés Kelleher, que sostuvo a los rojos con sus paradas; dos consecutivas evitaron que el Chelsea sentenciara en el tiempo añadido. También Dorde Petrovic rayó a un buen nivel, aunque contó con la ayuda de los postes, dos veces, en remates de Gakpo y el último de Elliott que habría sido irreversible poco antes de que fuera defitinivo el de Van Dijk.

Kelleher aborta un remate de Gallagher durante la final de la Carabao Cup.

Kelleher aborta un remate de Gallagher durante la final de la Carabao Cup. / Dave Shopland / AP

Chelsea, 0 - Liverpool, 1

Chelsea: Petrovic; Malo Gusto, Disasi, Colwill, Chilwell (Chalobah, m. 113); Caicedo, Enzo; Palmer, Gallagher (Madueke, m. 97), Sterling (Nkunku, m. 67); Jackson (Mudryk, m. 90).

Liverpool: Kelleher; Bradley (Clark, m. 72), Konaté (Quansah, m. 106), Van Dijk, Robertson (Tsimikas, m. 87); Mac Allister (McConnell, m. 87), Endo, Gravenberch (Gomez, m. 28); Ellito, Gakpo (Danns, m. 87), Luis Díaz.

Goles: 0-1 (m. 118), Van Dijk.

Árbitro: Chris Kavanagh.

Tarjetas: Chilwell, Bradley, Mac Allister, Konaté, McConnell, Palmer, Gomez

Estadio: Wembley