TRENDING BARÇA

Laporta guiña el ojo a los grupos de opinión

¿Hablan demasiado los entrenadores?

¿Puede el Barça prescindir de Nike (o Puma) y crear una marca propia?

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. / Enric Fontcuberta

Albert Guasch

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Joan Laporta es un excelente comunicador y no hace falta darle vueltas a ello. Habla con una confianza aplastante. Da igual si lo que cuenta es una verdad, una media verdad o una ocurrencia del momento. Suena siempre convincente. Suele suceder en ruedas de prensa o en entrevistas individuales. Si es alrededor de una mesa, aún más. Es capaz de generar un clima de complicidad que seduce al oyente más escéptico. Si este comparece con las uñas afiladas, al salir las tendrá bien podadas. El presidente azulgrana sabe hacer la manicura a un tigre. 

Algo de eso les sucedió a varios de los representantes de los cinco grupos de opinión a los que Laporta recibió la semana pasada en la sala de juntas. Maria Elena Fort, la portavoz oficial de la directiva, les dio cita a todos ellos unos días después del comunicado conjunto en que denunciaban "la deriva deportiva e institucional del club, con una estructura cada vez menos profesionalizada y la falta de un mínimo de transparencia en su gestión". Uno de los muchos zarpazos del texto.

Laporta dijo lo que querían escuchar. Que bajo su presidencia el club nunca se convertirá en sociedad anónima, que su sueño húmedo sería jugar una final de la Champions con 11 jugadores de La Masia, que recuperará el carnet físico del socio, que debe mejorarse el funcionamiento de la Asamblea de Compromisarios o que no habrá una alza sustancial de precios a los socios al volver al Camp Nou.

Reiteró aquello de que el plan económico es a cinco años y que todo va sobre raíles, que si no aporta Libero los 40 millones por el 9,8% de Barça Vision que se han quedado colgados ya vendrá otra empresa predispuesta, que haberlas 'haylas', y que confía en su modelo de gestión, con 20 ejecutivos cualificados que se responsabilizan de cada una de las áreas y que él hace que se coordinen bien entre ellas. Y sí, distendió la velada con nombres de futbolistas y las ofertas recibidas por Araujo, Raphinha y De Jong. ¿Ventas? Haberlas, las habrá.  

Disensiones internas

Pareció por el retrato trazado un club ordenado, profesionalizado y armonioso. No es el caso. Las disensiones internas son potentes, los recelos entre directivos y ejecutivos están a la orden del día y tanto a la caja como al primer equipo les falta el aire. Y de eso, de la deriva institucional y económica, habló Víctor Font este viernes en los micrófonos de cal Basté y el día antes en un comunicado en que reclamó una alternativa opositora para refundar la entidad.

Las elecciones quedan aún lejos. La moción de censura no se antoja por el momento factible. Pero Font conmemora su derrota electoral cada año con una comparecencia en que desgrana la analítica del enfermo.

No está claro que todos los socios entiendan la oportunidad de su irrupción aun respaldando el grueso de su cuerpo teórico, de que la entidad camina sobre la cornisa, y que en su entrevista en Rac1 mostrara un nivel de determinación y vigorosidad escénicas remarcables. "Como si hubiera puesto la quinta marcha", valoró uno de los socios que estuvo ante Laporta.

Como siempre, el naufragio del primer equipo es un acelerador de partículas. La lupa que se guarda en un cajón empieza a ponerse sobre todo lo demás, eso que conviene se mantenga en la sombra o en segundo plano. Y los comunicados y las irrupciones cobran sentido.

"No podemos fallar más", conminó Laporta a Xavi tras el tropiezo ante el Granada. Sabe bien por qué lo dice. En Vigo les fue de un pelo, diga lo que diga el 'big data'.