Grimau se indigna con el arbitraje y desvela lo que le dijeron a Willy: «Esto no es la NBA, chaval»

«Esto no es la NBA, chaval». 

No es Roger Grimau uno de aquellos entrenadores viscerales que hacen de las luchas contra los árbitros su razón de ser. De hecho, si de algo se le ha acusado durante su breve periplo como entrenador es de ser demasiado cándido en la banda. Pero, esta vez, tras la derrota del Barcelona en una final de Copa frente al Real Madrid que los azulgrana compitieron hasta el último cuarto, el técnico azulgrana explotó. Y lo hizo en la rueda de prensa posterior, cuando los ánimos debían estar más calmados. Pero Grimau sabía que debía dejar clara su postura ante el arbitraje protagonizado por Antonio Conde, Rafael Serrano y Arnau Padrós.

«Eso no es la NBA, chaval». Sí. Fue esa frase la que quiso remarcar Grimau. Fue esa frase la que, según el entrenador del Barcelona, escuchó por parte de uno de los árbitros Willy Hernangómez antes de recibir una falta técnica. El pívot madrileño, de hecho, fue uno de los jugadores que se mostró más discreto en el encuentro, siendo superado en la zona por los interiores de un Madrid con Poirier pletórico.

«No me estoy excusando en el arbitraje. El Madrid nos ha apretado y los jugadores lo han hecho al nivel que les han permitido [los árbitros]. No me estoy metiendo con el club ni con los jugadores. Pero tendremos que aprender a jugar diferente, empezando por mí. En ciertos momentos no supimos jugar ante esa dureza», continuó Grimau, que no pudo olvidar otro episodio del partido. Concretamente, la eliminación de Jan Vesely con cinco personales.

La eliminación de Vesely

Una vez fuera Vesely del equipo, Poirier (17 puntos y 8 rebotes, 6 de ellos en ataque) pudo completar la faena a lo grande.

«En tres minutos te expulsan a un gran jugador. Seguro que eran faltas y lo paras 'frame' a 'frame', tocas aquí o allá... Pero no puedes expulsarlo en tres minutos. Y seguro que mirarás el vídeo y verán que sí. Pero el criterio no es ese», acusó Grimau, compungido ante el púlpito mediático, pero intentando huir de la coartada.

«No me estoy excusando ni a mí ni a mi equipo. El Madrid ha sido justo vencedor. Ha ganado y ya está. Pero quizá lo de esta vez sea la gotita que colma el vaso. Ya lo vamos notando. No sé si desde fuera se ve, pero desde dentro a lo mejor vemos más cosas. Ha habido momentos en que nos pudimos meter en el partido, y no pudimos», sentenció Grimau.

Minutos antes, Nico Laprovittola, que sólo pudo anotar seis puntos en la final abrumado por la defensa blanca, ya había señalado a los árbitros. «Luchamos y luchamos, pero también merecemos que nos respeten. Hubo decisiones de los árbitros muy finas. Y, sabiendo que se pueden equivocar, no me voy conforme. Creo que no soy de criticar [a los árbitros], pero la selección arbitral no fue buena», dijo el escolta argentino. El Real Madrid lanzó 24 tiros libres, por los 13 de un Barcelona que abandonó Málaga indignado con el arbitraje.