De las motos a los 'buggys'

Carlos Tatay, tras su lesión medular: “Las federaciones me abandonaron”

El piloto sufrió un accidente en Portimao que le causó una lesión medular incompleta por la que lleva siete meses en una silla de ruedas

Márquez: "Dije que esto costará. Vamos a sufrir, pero voy a intentarlo"

Carlos Tatay posa en el paddock del Circuit Ricardo Tormo en noviembre del 2023.

Carlos Tatay posa en el paddock del Circuit Ricardo Tormo en noviembre del 2023. / FRANCISCO CALABUIG / LMV

Begoña González

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Ya hace varios meses que Carlos Tatay (Valencia, 2003) dejó el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo en el que trataron su lesión medular. Ahora, sigue la rehabilitación desde su casa en Valencia con la mirada puesta en el futuro. “No tengo expectativas porque nadie sabe decirme hasta qué punto podré avanzar”, asegura el piloto de Alaquàs acerca de la lesión medular incompleta que le tiene en una silla de ruedas desde hace unos siete meses. “Al no haberse seccionado la médula por completo, la prioridad es ir trabajando la rehabilitación y dejar que la zona se desinflame para ver realmente el alcance de los daños”, explica el vencedor de la "Red Bull Rookies Cup" en 2019 sin perder la fe en poder volver a caminar.

Tatay sufrió un aparatoso accidente en julio de 2023 mientras disputaba una carrera del campeonato de Europa JúniorGP en el circuito portugués de Portimao. Desde entonces, él y su familia han librado dos guerras. Una por su salud y otra por los costes de su terapia. “Las federaciones me abandonaron”, explica tajante. Desde julio, el piloto y su familia han estado haciendo frente a un elevadísimo gasto para poder cubrir sus necesidades de rehabilitación y cuidados. Estiman que ronda los 115.000 euros anuales. Y a pesar de haber estado asegurado y federado en todas y cada una de sus carreras, ni la Federación Española de Motociclismo (RFME), ni la Valenciana (FMCV) se han hecho cargo de los costes. 

A la espera de juicio

“Se han ido pasando la pelota unos a otros”, afirma Tatay. “He presentado demandas y ahora estamos a la espera de juicio”, añade el piloto. Ante sus primeras quejas, no fueron pocos los pilotos de MotoGP y otros deportistas y personalidades que le contactaron para ofrecerle su ayuda. “Mi familia hizo un esfuerzo enorme al principio, pero no nos lo podíamos permitir mucho más tiempo”, explica el piloto cuyo padre es panadero. Ante el incipiente proceso legal, el piloto se vio obligado a rechazar la ayuda que le iban ofreciendo, pero el pasado mes de noviembre las cosas cambiaron tras el GP de la 'terreta', en Cheste. Allí, con la mediación del influencer y mecánico, Ángel Gaitán, se puso en contacto con Raúl Castañeda, de Preico Abogados, quien se ha ofrecido a llevarle el caso de forma gratuita y a asumir los costes de su recuperación. 

Desde que salió del hospital, sus jornadas son largas e intensas y en su agenda quedan pocos huecos libres. “Por las mañanas hacemos de forma intensiva la rehabilitación desde las 9. Primero dos horas de fisio, luego una hora de cámara hiperbárica para desinflamar la médula, después una hora y media de hidroterapia y piscina para hacer más ejercicios”, relata el piloto. “Me ha cambiado la vida completamente, me han tenido que enseñar todo de cero, desde vestirme o bajar de la silla, hasta cómo caerme o el control de esfínteres”, añade. 

“Espero que mi caso sirva para los demás, aunque tristemente lo dudo. Yo he tenido la suerte de ser más o menos conocido, y he podido hacer mucha fuerza por redes sociales, pero sin eso no hubiera cambiado absolutamente nada y la rehabilitación que mi caso precisaba era muy específica”, explica el joven. “Es muy complicado luchar contra ellos, pero tengo la esperanza de que mi caso ayude a que salgan a la luz otras injusticias y se arreglen algunas ‘cagadas’ más”, reflexiona Tatay. En enero, la RFME anunció que había abierto un expediente a la FMCV por negarse a tramitar el parte del grave accidente de Tatay en Portimao.

"Vuelvo a competir"

A pesar de lo complicado de su situación, Tatay ha vivido cada día desde entonces como un reto y un día menos para estar mejor y volver a la pista. “Si todo va bien, este año volveré a competir”, afirma orgulloso el piloto. Desde hace unas semanas, entrena con un coche adaptado a sus necesidades con la mirada puesta en lo que siempre ha dado sentido a su vida: la competición. “Pronto me veréis de nuevo sobre ruedas”, asegura. El piloto acaba de fichar por su nuevo patrocinador, Pont Grup, que le acompañará en sus próximos retos. El primero de ellos ya tiene fecha y lugar: el 21 y 22 de julio de este mismo año en Aragón. Su sueño es ahora alzar trofeos sobre las cuatro ruedas y no se quita de la cabeza correr algún día un Dakar. Pero por el momento, asegura, “son palabras mayores”. 

“El coche me ha devuelto la ilusión y los motivos para seguir luchando”, afirma el joven. “Ahora tengo un objetivo entre ceja y ceja y eso me ayuda a desconectar de la rehabilitación y la lesión. Tengo una nueva meta que es lo que necesitaba ahora”, explica Tatay. Por el momento, sigue adaptándose al coche, pero afirma que tiene buenas sensaciones y que pronto le veremos con su 'buggy' en lo más alto.