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Geles de hidratos para mejorar el rendimiento deportivo: ¿mito o realidad?

Estos suplementos, que vienen envasados en porciones individuales, son básicamente aportes elevados de hidratos de carbono destinados a dar un empujón de energía a personas que realicen esfuerzos prolongados. Pero su rápida popularización ha provocado que en ocasiones no se utilicen debidamente. 

Ciclistas ascienden bajo la iluminación de las luces hacia el castillo de Montjuic en el tramo final de la segunda etapa de la Vuelta a España con llegada a Barcelona.

Ciclistas ascienden bajo la iluminación de las luces hacia el castillo de Montjuic en el tramo final de la segunda etapa de la Vuelta a España con llegada a Barcelona. / JORDI COTRINA

Begoña González

Begoña González

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Están presentes en todas las competiciones de resistencia, ya sean a pie o a pedales. Cada vez más atletas profesionales los consumen de forma recurrente y su uso se ha extendido rápidamente entre deportistas amateur. Es habitual, de hecho, que se proporcionen en las bolsas del corredor de carreras populares y eso ha hecho que cada vez estén más presentes en la vida de los corredores y ciclistas. Los geles de hidratos de carbono se han convertido, más que en una moda, en un imprescindible, a costa de que en algunos casos no se utilicen de forma adecuada.

“Creo que hay que hacer más divulgación, sobre todo entre deportistas aficionados, para saber cuándo conviene utilizarlos y cuándo no”, asegura Xavier Sebastià. El bioquímico y nutricionista es también corredor aficionado y además de aconsejarlos a algunos de sus atletas, los consume. “He visto de todo. Gente que usa en exceso y gente que debería usarlos y no lo hace”, afirma.

Estos suplementos, que vienen envasados en porciones individuales, son básicamente aportes elevados de hidratos de carbono destinados a dar un empujón de energía a personas que realicen esfuerzos prolongados. “Es aquí donde está la controversia, en la cantidad de hidratos que aportan”, afirma Sebastià. “La tendencia de los fabricantes es hacerlos cada vez con una mayor cantidad de carbohidratos porque según los estudios, el rendimiento mejora cuando se da una mayor ingesta de estos nutrientes”, explica el nutricionista.

Esfuerzos moderados o intensos

El problema ocurre en este caso en que los estudios, tal y como afirma el bioquímico, se basan en casos de atletas de élite que realizan esfuerzos muy prolongados y exigentes por lo que los resultados no se pueden extrapolar directamente al resto de personas que realizan esfuerzos. “Generalmente están destinados a aquellos corredores, ya de por sí en buen estado de forma, que van a realizar un esfuerzo moderado/alto”, afirma Sebastià. “Por ejemplo un deportista que va a hacer una salida de tres horas a un ritmo que nos permita hablar pero con dificultad, podría beneficiarse de su consumo. En cambio, un ciclista que salga un par de horas charlando con los amigos y vaya a parar a desayunar, no. El segundo estaría ingiriendo calorías de más”, ejemplifica.

Estos sobrecitos calóricos acostumbran a aportar una media de entre 20 y 30 gramos de hidratos de carbono por toma, pero actualmente los hay incluso de 45 a 60 gramos. Algunos aportan también algo de sal y cafeína. “Hay una tendencia muy marcada en el márketing de estos productos a correlacionar la efectividad y la mejora del rendimiento con el aporte de carbohidratos y por eso cada vez los fabrican en proporciones mayores”, afirma Sebastià. En este caso es muy importante valorar el tipo de ingesta que va a ser necesaria para evitar consumirlos en cantidades inapropiadas.

Densidad calórica elevada

De todas maneras, no son solo los aficionados quienes los consumen de forma incorrecta. “Estos geles entrañan una problemática de doble filo”, afirma el nutricionista. “En el caso de los deportistas de élite en algunos casos es al revés. Algunos no los utilizan cuando sí podrían verse beneficiados por miedo a ‘engordar’”, asegura Sebastià. “Entre los profesionales existe el pensamiento de que ‘cuanto menos pese, más correré’ y al final estos geles tienen una densidad calórica muy elevada. El problema es que ellos sí podrían ver una mejora en el rendimiento con su consumo”, explica. Ante esta afirmación el nutricionista matiza, que no hay que asociar carbohidratos a calorías, son conceptos diferentes pero como el resto de macronutrientes (proteínas y grasas), los carbohidratos aportan calorías.

Por otro lado, estos suplementos tienen también una utilidad en deportistas que necesiten recuperaciones rápidas o una altísima ingesta de calorías diaria. “En el caso de un atleta que deba consumir por ejemplo 3.000 kcal al día dada la alta carga de trabajo, el consumo de estos geles durante el entrenamiento puede permitirle cubrir sus requerimientos energéticos priorizando alimentos integrales y de calidad el resto del día. Sin el consumo de estos suplementos durante el ejercicio, el volumen de alimentos que debería ingerir para llegar a sus necesidades energéticas sería tan elevado que podría causar muchos problemas digestivos”, asegura el nutricionista. De todos modos, es recomendable probar la tolerancia a este tipo de suplementos en ambientes controlados antes de llevarlos a las grandes citas para ver cómo reacciona nuestro cuerpo. Como cualquier otro suplemento, hay personas a quienes no les sientan bien y ponerse a prueba en un acontecimiento importante puede causar desastres.