LA INDUSTRIA DEL DEPORTE

Un 'holding' llamado Premier League por Marc Menchén

Una de pulsos entre club y patrocinador (Barça y Nike)

Foden acude al festejo de Bernardo Silva y Kyle Walker en el 0-1 del City.

Foden acude al festejo de Bernardo Silva y Kyle Walker en el 0-1 del City. / Adam Vaughan / Efe

Marc Menchén

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La Premier League es la mayor competición de clubes de fútbol del mundo. Es la que más factura en términos globales, es la que más financiación ha captado hasta la fecha y en la que más está impregnando la cultura yankee. Tanto, que la fórmula de propietarios con intereses en varios deportes ya ha encontrado su réplica en el fútbol inglés.

En la actualidad, hoy tan solo hay seis equipos de la competición británica que no tengan vínculos directos o indirectos con otros clubes, principalmente de Europa, y tan solo el Luton Town puede decir que preserva el modelo de club social que tanto se reivindica en España y Alemania.

El City fue el precursor

Que la idea de holding haya crecido con fuerza en la Premier no es casual. Primero, porque allí radica al que podríamos definir como el precursor del concepto moderno de holding futbolístico, el Manchester City. Y decimos moderno en tanto que ya no sólo se busca la rentabilidad del modelo con la compraventa de futbolistas -aquí, la familia Pozzo lleva más de dos décadas de avanzadilla-, sino que realmente se busca una operación real de grupo con departamentos compartidos en todos los ámbitos.

Pep Guardiola, entusiasmado, espera en la banda para felicitar a Kevin de Bruyne por su partidazo.

Pep Guardiola, entusiasmado, espera en la banda para felicitar a Kevin de Bruyne por su partidazo. / Adam Vaughan / Efe

La segunda razón no es otra que la capacidad de inversión del perfil de propietarios. Mientras que en Alemania y España aún predomina el perfil de propietario local o directamente de los aficionados, es en Reino Unido donde un mayor desembarco de propietarios estadounidenses existe.

Y eso no sólo implica una visión más capitalista del deporte, sino un poder económico relevante para no quedarse sólo en la compra de un club, sino construir a partir de ahí una red satélite que permita generar economías de escala sin cargar de costes la estructura del club grande. 

Vínculos indirectos

Eso es lo que ha hecho el City, vigente campeón de la Premier y que acumula ya algunas temporadas dando beneficios, si bien es su matriz -ajena a los controles de la UEFA- la que soporta millonarias pérdidas anuales para sostener una estructura corporativa de servicios comerciales, deportivos y financieros a todas sus franquicias. Por eso hablábamos de vínculos indirectos, porque se está evitando que los clubes ingleses asuman el coste y el riesgo de la inversión que exige crear estos grupos.

Que las adquisiciones se estén centrando en países como Portugal, Francia o centro Europa no es casual, ya que se trata de algunos de los graneros de jóvenes talentos más importantes del continente. El tiempo dirá si la fórmula maximiza los beneficios de los inversores o, al menos, ayuda a reducir las pérdidas de los buques insignia de cada grupo al acceder antes a un talento con menor coste.

Un impulso para los pequeños

Pero lo que es una evidencia es que para los pequeños es un impulso. Y ahí, rechazar presentar al Girona FC como un modelo de éxito de la idea de holding futbolístico para defender que todo es 'hand made gironí' me parece absurdo, pues supone minimizar las ventajas de estar dentro del paraguas citizen.

Otra derivada es en términos de regulación y cuán complejo será para la UEFA entender los movimientos de ingresos y gastos entre organizaciones, o cuánto coste se traslada a una corporación ajena a los controles económicos de las competiciones. Ese debate lo dejaremos para otro capítulo.

Deporte y Amazon, no aquí

Muchos aspirábamos a ver una repentina e inesperada irrupción de Amazon en el mercado audiovisual deportivo de España. Sin comerlo ni beberlo, LaLiga se vio obligada a sacar de nuevo un concurso para adjudicar los lotes que compró Telefónica en 2022, después de que no estuviera tan claro que la teleco pudiera ir más allá de tres años por cuestiones regulatorias.

La oportunidad y el encaje podrían haber estado en la compra de tres jornadas completas en exclusiva durante dos temporadas, ya que responden a esa operación táctica y más económica de poder usar como gancho de nuevas altas momentos muy concretos de una temporada.

Sin embargo, no ha sido así y todo aparenta un pacto de caballeros entre LaLiga y Telefónica. El grupo de telecomunicaciones ha renovado por el mismo precio que propuso en el concurso anterior y la competición tampoco ha promovido en exceso que se hablara mucho de este concurso y se promoviera una subasta al alza.

Y es que garantizar los ingresos previstos para 2023-2027 y el tándem con Dazn claramente era la prioridad a la espera de ver qué cambios de fondo se producen en el consumo y la distribución de contenidos deportivos.