Fin de una era en la NFL

Bill Belichick, un genio desgarbado, el ganador más grande de todos los tiempos

El mejor entrenador de la historia del fútbol americano deja los New England Patriots tras 24 temporadas de éxito superlativo

Bill Belichick, antes de la Superbowl 2018

Bill Belichick, antes de la Superbowl 2018 / ARCHIVO

Ignasi Fortuny

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Bill Belichick luce camisas de señor -esas de rayas finitas o cuadros diminutos- más o menos ajustadas cuando no está en el campo de fútbol americano. En la banda, en el kilométrico ‘banquillo’ del deporte rey en Estados Unidos, sin embargo, suele estar totalmente desaliñado, con un gorro medio caído por un costado y con ropa deportiva que le va alguna talla grande y a la que ha cortado las mangas, curiosa manía, ya sea de una camiseta o una sudadera. Y siempre va menos abrigado de lo que parece necesario.

Desgarbado, lo que no cambia nunca es su rostro serio, frío, que no hace concesiones a gestos simpáticos aunque en su carrera deportiva como entrenador de la NFL –andadura que comenzó en 1975 como asistente en los Baltimore Ravens- haya tenido motivos más que de sobras. Bueno, claro, en alguna celebración sí que se le ha visto sonriente. Pero es que, al fin y al cabo, incluso él, el serio y exigente Bill Belichick, se puede permitir celebrar ser el ganador más grande de todos los tiempos.

Los últimos 24 años, este genial personaje destartalado, que ya suma 71 años y parece no estar interesado en la jubilación, ha vestido la ropa de los New England Patriots, el equipo de fútbol americano más laureado con seis Superbowls -empatado con los Pittsburgh Steelers-, todas bajo su magistral dirección como entrenador jefe (con especial habilidad en la parcela defensiva). Ahora, tras la peor temporada de su historia, deja el equipo de mutuo acuerdo con la entidad (hay quien dice que no es el hombre para la reconstrucción de la plantilla, que se ha quedado obsoleto...). Una separación histórica, una relación gloriosa y única en el deporte.

Brady y Belichick, la pareja más ganadora de la historia de la NFL, tras vencer en la Superbowl 2002

Brady y Belichick, la pareja más ganadora de la historia de la NFL, tras vencer en la Superbowl 2002 / Jeff Haynes / AFP

Dicen medios estadounidenses que el ‘tío Bill’, personaje icónico, prototipo imaginado de la identidad americana aunque su apellido destape sus orígenes croatas, quiere seguir entrenando. Quizá le mueve el motor de seguir peleando por ganar de nuevo sin el mejor quarterback de la historia, Tom Brady, quien sí que logró una Superbowl lejos de Belichick tras marcharse de los Patriots en 2020.

El mejor jugador (ya retirado) y el mejor entrenador de todos los tiempos –en el deporte de equipo con más peso de la estrategia y la liga más competitiva por las normas de gestión que la regulan- coincidieron en un mismo sitio, en una misma época, algo equiparable a ‘nuestro’ Guardiola-Messi. Una era que llega definitivamente a su fin. Y a Belichick, vencedor insaciable sin nada en la casilla del debe, tan solo le puede perseguir la duda -la misma que rondaba la figura de Guardiola- de si es capaz de ganar sin el mejor. Solo falta ver donde sigue ganando partidos sin cambiar su imagen de genio gruñón.