La gran contradicción del Barça: "El club pierde la oportunidad de reclamar la igualdad de derechos en Arabia"

Prohibidas las muestras de afecto, hacer manifestaciones reivindicativas en favor de los derechos humanos y la homosexualidad. Arabia Saudí marca estos límites para cualquier persona que esté en su país, también para los equipos de fútbol o aficionados que allí viajen para cualquier cita deportiva. La sede de la Supercopa de España, que ya generó mucho debate en el momento de su asignación, ha vuelto a agitar el ambiente. El Barça, en una nota dirigida a sus socios, recordó todas las restricciones del país para aquellos que se desplacen. Sin embargo, el tono y las especificaciones de la nota han molestado a muchos.

"Se recomienda tener respeto y prudencia en los comportamientos en público y demostraciones de afecto. El comportamiento indecente, incluyendo cualquier acto de carácter sexual, podría tener consecuencias legales para los extranjeros. También pueden ser motivo de sanción las relaciones entre personas del mismo sexo y las muestras de apoyo al colectivo LGTBI, incluso en las redes sociales", indicaba el Fútbol Club Barcelona en su comunicado. La indignación se apoderó de los socios del Barça, que cuestionaron la forma en que el club hacía propias esas directrices.

Comunicado sin posicionamiento

"El comunicado [del Barça] está hecho con buena intención, pero la redacción ha sido muy desacertada. De la manera en que está redactado da a entender que se hacen un poco propias las reglas de ese país. La redacción debería ser más cuidadosa y dentro de que son unas recomendaciones que son útiles y necesarias"", recalca Víctor Gutiérrez, waterpolista y ahora secretario de políticas LGTBI+ del PSOE y diputado en el Congreso. "Entiendo que [el Barça] quería dar información y proteger a sus aficionados. Lo que está claro, y no hay ningún tipo de discusión, es que se podría haber transmitido de otra forma", afirma Gutiérrez, a la vez que pone en valor el papel del Barça, que lleva años visibilizando al colectivo LGTBI+ "con pequeños gestos en días clave y que, en el resto de equipos, brillan por su ausencia".

"Está bien informar a socios y a la afición de ciertas cuestiones a tener en cuenta, pero también estaría bien ir un poco más allá y decir: 'Eh, nos preocupa la situación de los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBI o de las personas condenadas a muerte'", añade Carlos de las Heras, responsable de Tecnología y Derechos Humanos de Amnistía Internacional España.

La entidad azulgrana lleva por lema el "Més que un club" y unos valores de respeto a la diversidad que le ha llevado afirmar diferentes convenios, entre ellos con Panteres Grogues, club deportivo LGTBI+ de Barcelona. "Estamos sorprendidos porque nuestra relación es excelente y colaboramos muchísimo. La disposición del Barça es excelente. Estamos haciendo formaciones, colaboramos en muchos proyectos. Somos conscientes que dentro del club hay mucha gente concienciada. Lo que esto demuestra es que queda aún gente por concienciar", reconoce Alberto Martín, presidente de la entidad. "En ningún momento se ha considerado romper el convenio con el Barça. Lo que sí hemos hecho es hablar con el Barça. Los hemos transmitido que no nos ha gustado lo que se ha comunicado. Sabemos que el Barça está trabajando y dándole vueltas en todo el que ha pasado para ver donde se ha fallado", reconoce a EL PERIÓDICO.

Oportunidad perdida

"Es preocupante que el Fútbol Club Barcelona, que hace gala un poco de ese código ético, de esa igualdad, ese respeto, ya no solo de los derechos de la mujer, sino también del colectivo LGBTI, pueda contribuir un poco a tapar esa imagen de vulneración de derechos humanos que existe en Arabia Saudí", cuenta el representante de Amnistía Internacional España.

"Lo ideal sería que tanto el Barça como el resto de equipos que participan en la Supercopa, como el Real Madrid, el Atletico y Osasuna, se pusieran más del lado de quienes defienden los derechos humanos en Arabia Saudí. La realidad allí es muy preocupante, sobre todo en cuanto a los derechos de las mujeres, la aplicación de la pena de muerte o la prácticamente nula libertad de expresión. Desde Amnistía Internacional no estamos en contra de que se celebre la Supercopa en Arabia Saudí. Lo que sí queremos es que la Supercopa de Arabia Saudí no sirva para ocultar la situación de derechos humanos tan preocupante que hay en este país", añade.

El deporte, entendido como herramienta de transformación social, ha sido clave para muchos cambios y ha provocado la evolución de la sociedad en muchos aspectos. "El deporte puede servir como chispa para provocar los cambios necesarios", afirma Víctor Gutiérrez.

"Siguen siendo oportunidades perdidas para los equipos que participan en la Supercopa, como el Barça: el no hacer o el no ir un poco más allá y reclamar la igualdad de derechos para todas las personas", concluye De Las Heras.

Que el balón sea el epicentro de esta semana en Arabia Saudí no es una excusa para no mirar más allá.