Rally Dakar

El piloto Pau Navarro, del videojuego a la élite del Dakar: "No voy allí a pasear"

Con 19 años, Pau Navarro debutará en la categoría reina del Dakar, que empieza este viernes en Arabia

Ya fue el copiloto más joven de la historia a los 16 años tras aprender a navegar en el videojuego

Pau Navarro, posando para EL PERIÓDICO

Pau Navarro, posando para EL PERIÓDICO / Joan Cortadellas

Jordi Grífol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con 16 años, Pau Navarro (Girona, 2004) jugaba al videojuego del Dakar como cualquier otro adolescente que se divierte a toda velocidad entre dunas virtuales. Para Pau, sin embargo, eso no era un juego sin más. Era su manera de prepararse para debutar en la prestigiosa prueba. Hace dos años, se convirtió en el participante más joven en la historia del Dakar, subido a un camión como copiloto. Después de dos años de navegante, se puso al volante en la edición del año pasado, en un vehículo ligero (T4). Consiguió quedar noveno y, con 19 años y ya sin la 'L' de novato, se estrenará este viernes en la categoría reina del Dakar (T1+) con un Mini.

Lo que más echa de menos Pau es poder ver el Dakar, en el que competirá a partir de este viernes en Arabia. Desde que participa en la prueba, no puede sentarse en el sofá con su padre para verlo como llevaba haciendo desde que tiene uso de razón. Su padre, Santi Navarro, ha competido en el rally en cinco ocasiones, y es el propietario del equipo FN Speed. Pau estaba en el taller ayudando y aprendiendo cuando le propusieron la aventura dakariana. El copiloto es el responsable de guiar al piloto, interpretando el libro de ruta y dando instrucciones. Como era época de pandemia, no había carreras donde poder practicar, pero le bastó con un mando y una consola.

Aprender con un mando y una consola

"Mientras jugábamos, mi padre me iba explicando las diferencias entre el juego y la realidad, y la verdad es que la navegación es muy real en el juego. Me explicaba qué haría él con su copiloto en cada situación que nos encontrábamos jugando, he aprendido mucho con el videojuego", explica.

Sin apenas más experiencia que la virtual, se plantó en el Dakar, siendo el participante más joven de la historia. “La primera sensación encima del camión fue un poco rara, pero me adapté bien. Hacer el Dakar con un camión tan pesado en dos ediciones me ha servido mucho, me ha dado perspectivas diferentes para implementar a mi conducción”, expresa. Tuvieron que abandonar en ambas ocasiones, pero esas experiencias le sirvieron para cuando, después, se puso al volante. 

Pau se sacó el carnet de conducir en junio del año pasado. Esa misma semana, compitió en el rally-raid de Italia y quedó tercero. Su primera victoria llegó en la Baja Andalucía. En la última etapa, estaba tres minutos por detrás de Gerard Farrés y solo quedaban 100 kilómetros. Remontó y consiguió el triunfo. “En esa etapa mi cabeza desconectó, entré como en un túnel… volviendo estaba temblando y tenía que ir al baño cada diez minutos por la tensión acumulada. Me encanta esa sensación”, cuenta con total serenidad. 

Escuchar a los que le rodean

El piloto de Llagostera es un chico tranquilo. Lo transmite al instante. Por su tono de voz calmado, por sus gestos, y por su sonrisa amable. Escucha mucho a los que le rodean: “No he podido entrenar mucho, pero he escuchado todo lo que he podido y lo he ido implementando. Siempre he escuchado todo lo que me decía mi padre, también a todos los pilotos que me han ido acompañando”.

En el debut en el Dakar en categoría T4 con un coche ligero (SSV) quedó entre los diez primeros con su 'L' de novato pegada en la parte de atrás. Este mes de octubre ha sido clave para llegar a la categoría reina de la mano de Mini X-Raid. Pau ganó el Rally de Marruecos en categoría T1.1 (coches de rueda pequeña) y se proclamó campeón de Europa de Bajas en T4. Por X-Raid, la estructura alemana, han pasado los mejores pilotos, como el vigente campeón Al-Attiyah, Peterhansel o Carlos Sainz, que ganó su último tuareg (2020) en este equipo.

"No voy al Dakar a pasear"

“Los primeros días me lo tomaré con calma. Aún no tengo el feeling con el coche, no he podido practicar...”, comenta. La diferencia respecto al coche del año pasado es significativa. El coche de la categoría reina tiene cambio de marchas secuencial - el T4 no tiene marchas - y pesa 1000 kilos más. Pese a eso, es ambicioso: “Un muy buen objetivo sería quedar entre los diez primeros. No voy allí a pasear”. 

Tampoco le intimida luchar de tú a tú contra leyendas de las dunas: “Una vez te pones el casco todos somos iguales. Mis mecánicos dicen que entre el volante y el asiento hay una junta, si la junta es buena el coche funciona y si no, pues no”. 

La orientación, clave

Pau es un piloto 100% rally raid, no ha conocido otra modalidad que no sea ir campo a través, donde la orientación es clave. Otros pilotos jóvenes llevan desde muy pequeños conduciendo en distintas modalidades. Él lo intentó en karting con cinco años, pero no le gustaba. Prefería jugar a fútbol con sus amigos. “¿Hubiera estado bien empezar a conducir antes? Quizás sí. Pero de pequeño no tenía las ganas de ganar, de superarme y de trabajar que tengo ahora. No era competitivo, prefería pasármelo bien”, admite. 

Ahora, a sus 19 años, Pau se lo pasa bien sufriendo al volante, maldiciendo cada vez que se encuentra una duna, soportando el dolor que le recorre de la punta del dedo al hombro al estar cambiando de marcha constantemente. Ese temblor al haber acabado una etapa exigente le da vida. “Cada día sueño con ganar un Dakar”, concluye.