El asombroso Girona, por Mónica Marchante

De todo lo mucho y bueno que está haciendo el maravilloso Girona de Míchel en esta Liga, lo más asombroso no es lo que más llama la atención cuando uno enciende la tele para ver sus partidos. 

Su vistoso juego ofensivo es además eficaz de cara a puerta, ha marcado más goles que nadie hasta el momento, 46, seduce a cualquier aficionado al fútbol tenga los colores que tenga, y encima le ha llevado a ganar 15 de los 19 partidos jugados en esta primera vuelta de campeonato.

Todo eso es muy difícil de lograr y tiene un mérito increíble, con una plantilla a años luz de la de Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid en cuanto a presupuesto pero muy compensada y bien diseñada por su arquitecto Quique Cárcel, que está rindiendo a su 200% siguiendo a pies juntillas el discurso futbolístico de su entrenador. Fue también Cárcel quien rescató a Míchel del paro siete meses después de ser despedido del Huesca yendo colista, justo ahora va a hacer dos años.

Un tipo que deja huella

Si algo llama la atención en camino de Míchel en los banquillos son sus salidas. Tanto la despedida de su casa, Vallecas, como la de Huesca estuvieron cargadas de emotividad. En ambos casos los resultados justificaban el despido, pero la foto de los cuatro capitanes junto a él en Vallecas en su despedida, y lo que le aguantó la directiva del Huesca en el banquillo cuando los resultados le sentenciaban, es revelador. Míchel es un tipo que deja huella, en lo futbolístico pero antes en lo humano.

Quizás ese camino en los banquillos forjado en la dificultad es lo que le ayude a llegar a sus futbolistas como lo está haciendo en Montilivi. O su sinceridad y esa entrega incondicional al medio que le rodea, sin miedo a tropezar en su recién aprendido catalán para integrarse en su ciudad y comunicarse mejor con sus aficionados.

Las segundas vueltas de Míchel suelen ser mejor que las primeras... ¿Le dará para el título? Dependerá de su capacidad para mantener esta exuberancia goleadora, de mantener ese derroche de fe en lo que hace, pero especialmente, y esto es lo que más asombra de este equipo, de una fortaleza mental exclusiva de los equipos ganadores, esos que saben sobreponerse a cualquier cosa, incluso cuando el rival es capaz de marcarte tres goles en casa.

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