Fútbol

El Barça sigue ciego en las áreas en la antesala de la fase determinante de la Liga y la Champions

La contracrónica del Valencia-Barça: el campeón es una escopeta de feria

El Barça de Xavi no encuentra remedio en Mestalla

Raphinha oculta su decepción al final del Valencia-Barça.

Raphinha oculta su decepción al final del Valencia-Barça. / José Jordán / AFP

Joan Domènech

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La puntería desviada en el remate y la agresividad descuidada en defensa son los dos defectos que se resumen en la frase de la temporada: "La falta de contundencia en las áreas". En el mismo lugar donde al Barça le bastó con un gol de Robert Lewandowski para llevarse la victoria (0-1) el año anterior, esta vez no supo gestionar el João Félix. Tal vez la diferencia radicara en que el delantero anotó en el minuto 93...

La frase se ha convertido en una explicación recurrente para Xavi Hernández y, por un día, quedó corroborada en Valencia, donde el once azulgrana desperdició varias ocasiones de gol y el blanco, con apenas dos disparos peligrosos (los mismos que hace un año), pudo evitar la derrota y restablecer el empate. "Un punto que no sabe a nada", masculló João Cancelo.

Lewandowski intenta una chilena fallida ante Thierry en el Valencia-Barça.

Lewandowski intenta una chilena fallida ante Thierry en el Valencia-Barça. / Juan Carlos Cárdenas / Efe

La diferencia entre goles marcados y encajados del año pasado era + 30 en la Liga (37 a 7) y ahora es + 12 (31 a 19).

Defecto repetitivo

Visto lo sucedido en Mestalla el latiguillo de la falta de contundencia fue útil y certero a modo de descripción. Pero siendo una deficiencia repetitiva del equipo, esa carencia de acierto en el tiro y la actitud pasiva en proteger la portería remite preferente y directamente a los jugadores e, inmediatamente, al entrenador, que no logra reanimar los números. Como el propio Xavi intuye, el Barça es uno de los peores de Europa en efectividad. Un Barça que no ve ni siente. Ni ve la portería ni siente el peligro. Ni concibe que se está despidiendo de 'su' Liga.

No es necesario buscar la comparación con los demás. Sirve la comparación con el propio Barça, con el de la temporada pasada, para calibrar las dimensiones del descenso de la efectividad que se cuantifica en la caída de los ingresos: 9 puntos menos. De ir en cabeza con 44 puntos a defender el tercer puesto con 35 puntos. Con el liderato que puede alejarse hasta los 9 puntos si el Girona vence al Alavés este lunes (21 h.).

Gündogan se lamenta delante de Diakhaby en Mestalla.

Gündogan se lamenta delante de Diakhaby / EP

Lewandowski ha reducido su aportación de 14 tantos a 8, pero los demás también han empeorado.

El balance ha empeorado

Cuatro partidos menos ha ganado el Barça respecto a la pasada Liga (14 a 10) en 17 jornadas. El 'unocerismo' se tornó en moda durante la segunda vuelta, sin que haya mejor política de eficacia que la de rentabilizar cada gol para que valga tres puntos.

El balance ofensivo y defensivo liguero era impecable: 37 goles marcados y 7 encajados, una diferencia de goles de más 30. En el curso actual, se han marcado 31 goles (6 menos) y se han encajado 19 (12 más), que minora esa diferencia de goles en más 12. Los goles 19º y 20º no los recibió el Barça hasta el último día, cuando ya se había dejado ir después de 'pseudocelebrar' el título en el derbi ante el Espanyol (2-4) en la jornada 34. Como se dejó ir con el 0-4 y encajó dos goles con la distensión que parece no haber abandonado.

"No es momento de buscar culpables pero sí de exigirnos más. El equipo está en el buen camino en cuanto al juego”, reflexionó Xavi en Mestalla. El técnico se confesaba "frustrado" por haber desperdiciado un partido que podía enderezar los resultados y que comparaba, en cuando a producción de oportunidades (14 disparos a portería, 10 bien dirigidos) con los protagonizados ante el Mallorca (2-2), Granada (2-2), Atlético (1-0) y Girona (2-4). "Siento una frustración muy grande", repitió, matizándo, sin embargo, que se sentía "optimista y positivo" en el futuro.

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona / Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa Press

"No es momento de buscar culpables pero sí de exigirnos más", dice Xavi sobre los remates malgastados

Números cantan

Lewandowski acertó hace un año y erró el domingo. Acumula 8 goles, cuando entonces atesoraba 14. La merma ayuda a entender el retroceso si se le une que el segundo goleador del equipo campeón era Ousmane Dembélé (los cinco tantos los anotó en las primeras 16 jornadas) y había tres jugadores con tres tantos: Ansu Fati, Raphinha y Pedri. Ahora, con tres, aparecen Ferran y João Félix, contado el de Mestalla. Raphinha se tapa la cara avergonzado con los dos goles que se ha apuntado.

Raphinha sustituye a Dembélé en la segunda mitad del clásico frente al Madrid en Dallas.

Raphinha sustituye a Dembélé en la segunda mitad del clásico frente al Madrid en Dallas. / VALENTI ENRICH

La falta de efectividad se agrava porque el equipo crea ahora más ocasiones de gol.

La "alarmante" pérdida de eficacia que denunciaba Xavi se agrava porque, colocando de nuevo al Barça ante el espejo, resulta que está creando más ocasiones de gol (16,17 por partido) de las que creó de promedio en el curso anterior (14,92), contabilizados los 53 compromisos oficiales. Los números indican que ha elevado la media de tiros bien dirigidos (de 5,58 a 5,91). Y no, no se nota.

Por el contrario, los números refrendan una ligera laxitud defensiva. Los azulgranas han permitido que los rivales generasen más ocasiones de gol (10,5) que las que concedían (9,49) y mejor dirigidas (3,69 a 3,37).