Opinión | El pataleo

Josep Pedrerol

Josep Pedrerol

Periodista

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El tenista Rafa Nadal en la presentación de la Clínica del tenis Teknon

El tenista Rafa Nadal en la presentación de la Clínica del tenis Teknon / Ferran Nadeu

Me resigno a asumir que la retirada de Nadal está cerca, que ya hemos visto sus mejores partidos, que su puño cerrado, acompañado de un grito de rabia, ya no va a celebrar otro Roland Garros. Rafa nos lleva dando alegrías tanto tiempo que no recordamos el tenis sin él y sus triunfos. Y eso hace más difícil asumir que, seguramente, estemos ante su último año como profesional y que su vitrina de trofeos se quedará como está (o no).

Casi un año después de su última y casi definitiva lesión, Nadal volverá a las pistas para afrontar el más difícil todavía en su increíble carrera deportiva: volver a ganar con 37 años y mil problemas físicos a cuestas. Pero, ¿quién se atreve a decir que no puede hacerlo una vez más? ¿Quién puede asegurar que no volverá a competir como nadie y ganar como siempre? Seguramente, poca gente. Yo, desde luego, aún confío en él, en la última heroicidad. Con Nadal me pasa algo curioso, siempre tengo la sensación de que será otra vez el número 1, que volverá a triunfar en París, que es inagotable y eterno. Lamentablemente, nada es para siempre. Ni siquiera él.

Rafa es el valor del esfuerzo, de la mentalidad ganadora, del no rendirse, de la ambición, de competir hasta el último segundo. Pertenece a una estirpe de deportistas únicos e irrepetibles, gente acostumbrada a gestionar toneladas de presión. Como Fernando Alonso, que sigue demostrando que la edad no siempre es un impedimento, que la ilusión por competir puede con casi con todo.

Ahora, en el tenis, y por suerte para España, ha aparecido Carlitos Alcaraz. El murciano nos ha ilusionado con su desparpajo, su físico, su atrevimiento y su excelso tenis. ¿Pero quién tiene la cabeza de Rafa? ¿Quién es capaz de remontar partidos imposibles? Esa mentalidad es lo que le ha hecho grande, casi indestructible. El de Manacor quiere retirarse por la puerta grande y volverá en Brisbane, torneo preparatorio para el Open de Australia.

Recuerdo con todo el cariño del mundo la despedida de Federer. Esas lágrimas de Roger y de Rafa, cómo nos han hecho disfrutar... Nadal vuelve ahora a jugar y sólo él decidirá hasta cuando. Da igual si el adiós es mañana o dentro de cinco años. Seguro que sabrá elegir el momento y el lugar perfecto. Hasta entonces, disfrutemos. Rafa, tú también. Sin duda, te lo has ganado.