Deportes de contacto

Nayanesh Ayman, el campeón que aprendió a boxear para defender a su madre del maltrato

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nayanesh Ayman antes de una pelea en el RWS.

nayanesh Ayman antes de una pelea en el RWS. / Nayanesh Ayman.

Begoña González

Begoña González

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El próximo 2 de diciembre, Nayanesh Ayman (República Democrática del Congo,1988), podría poner un 'tick' más en su lista de sueños cumplidos tras enfrentarse, en kickboxing, a uno de los mejores peleadores del ránking actual, el tailandés Buakaw Banchamek, en el estadio Rajadamnern de Bangkok. “Ganar en el Rajadamnern, el estadio más antiguo e importante del mundo, es un sueño para cualquiera”, afirma a EL PERIÓDICO. 

No será la primera vez que se enfrente a Buakaw, porque hace cinco años ya se encontraron en el ring con un resultado desfavorable para Nayanesh. “Me avisaron con 10 días de antelación para suplir una baja de última hora y no pude decir que no porque la promotora me presionó para aceptarlo. Tuve que perder mucho peso y me pasó factura. Llegué débil al combate. Me llevé un fuerte golpe en la mandíbula y caí. Esta vez es muy diferente, estoy en el mejor momento físico de mi vida”, asegura sin titubeos el luchador español de origen congolés. La revancha es especialmente importante para el ‘León’, que pretende demostrar que el K.O. de hace cinco años frente a Buakaw, conocido en Tailandia como el rey del Muay Thai, es cosa del pasado. “Van a venir cosas muy grandes”, afirma. 

Su récord habla por sí solo: 99 peleas; 71 victorias, de las cuales 33 han sido por K.O., 20 derrotas y 8 combates nulos. Pero para llegar hasta aquí, su vida ha estado llena de altibajos y giros inesperados que le han dado al ‘León’ ese apetito voraz de reinventarse y seguir sumando victorias. “Tengo una historia un poco complicada”, asegura. Salió del Congo con su madre y sus hermanos cuando tenía un año. Ella trataba de escapar de los malos tratos de su marido alcohólico y empezaron un tránsito por cuatro países europeos. 

Nayanesh Ayman durante su pelea contra Wanchao.

Nayanesh Ayman durante su pelea contra Wanchao. / Nayanesh Ayman.

Malos tratos

Antes de recalar finalmente en Alcorcón, Nayanesh había vuelto a ver cómo su madre seguía siendo víctima del maltrato por parte de otra de sus parejas. “Mi madre sufría palizas físicas y verbales”, explica. Un día, harto, se enfrentó a él y terminó con una costilla rota. “Tenía nueve años, pero supe entonces que quería ser fuerte por si un día tenía que defender a mi madre”, rememora. 

A los 16, ya en España, decidió dar el paso y empezar en los deportes de contacto. “A mi madre nunca le gustó esa idea y tuve que hacerlo a escondidas, porque sabía que no lo aprobaría”, rememora. El inicio tampoco fue fácil. “No tenía dinero para pagar el gimnasio. Y empecé a hacer tonterías con la gente que me juntaba. Robaba y vendía cosas para pagar las cuotas”, afirma. “No me gustaba, pero no podía hacerlo de otro modo”, asegura.

Al principio solo quería aprender, no competir, pero un entrenador que le vio potencial, terminó por convencerle. “Gané mi primer combate de boxeo por K.O., le rompí la nariz en el primer asalto al oponente que había venido antes del combate a decirme cosas de malas maneras”, recuerda. Su madre se enteró del combate por los carteles. “Tuve que mentirle, le dije que era una exhibición para que no se preocupara”, recuerda. Tras ello, ya no pudo esconderlo más y finalmente ella accedió a que su hijo entrenara. “Mi madre ahora es uno de mis mayores apoyos. Reza mucho por mí”, asegura.

“Gané mi primer combate de boxeo por K.O. le rompí la nariz en el primer asalto al oponente"

Lesión y recuperación

Desde entonces en muy pocos momentos se ha bajado del ring. “Me lo tomé en serio desde el primer día. Los entrenamientos duraban una hora, pero yo me pasaba la tarde en el gimnasio”, asegura. “Le pedía al entrenador que me dejara quedarme porque ya había hecho los deberes y no tenía nada más que hacer”, afirma. A pesar de sus éxitos, no ha sido un camino de rosas. En 2016, tras sufrir varias lesiones y sentirse estancado en España, viajó a Tailandia para dar un empujón a su carrera. Empezó a enfrentarse a los mejores peleadores de su peso y escaló rápidamente entre los mejores. Sus triunfos le valieron la llamada de la selección española para representar al país en los mundiales IFMA de 2017 en los que consiguió la medalla de bronce. A su vuelta, y para aprovechar el tirón de su éxito, abrió su propio gimnasio el Monchay Academy en Alcorcón en el año 2017. En él, además de los entrenamientos normales, su lucha personal contra el maltrato le llevó a crear clases de defensa personal para mujeres. Todo iba viento en popa para Nayanesh hasta que la pandemia frenó su ascenso meteórico y poco después, en 2022, se rompió la rodilla. La gravedad de la lesión le obligó a estar todo un año fuera del circuito de competición, y las puertas cada vez estaban más cerradas para el ‘León’.

“Me costó recuperarme, pero no quise darme por vencido”, afirma. A día de hoy sigue buscando patrocinadores. Tras mucho esfuerzo para su puesta a punto, en abril de 2023 se mudó a Tailandia y fichó por Rajadamnern World Series (RWS). Desde entonces ha ido peleando y escalando en el ránking hasta afianzarse en la segunda posición. Su combate contra Buakaw se podrá seguir en España el sábado 2 de diciembre por DAZN desde la 13.00 horas, hora española.