Baloncesto

Chema Berrocal, segundo entrenador del Maccabi: “Veo mucho dolor a mi alrededor, nadie sabe cómo acabará esto”

El entrenador barcelonés conversa con EL PERIÓDICO sobre la situación que vive en el equipo israelí, que jugará este jueves contra el Barça 

“Una guerra no tiene sentido, pierde todo el mundo” reflexiona desde Belgrado, donde el cuadro israelí disputa sus partidos por el conflicto de Gaza

Berrocal, en una imagen de archivo en la Liga ACB

Berrocal, en una imagen de archivo en la Liga ACB / David Aguilar

Luis Mendiola

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Hace apenas una semana que Josep Maria Berrocal (Barcelona, 30 de mayo de 1970) está instalado en un apartamento en Belgrado. En uno de los barrios rehabilitados frente al río Sava. Allí viven los integrantes del Maccabi de Tel-Aviv, equipo de referencia del baloncesto europeo. La capital serbia ha sido el lugar escogido por el club israelí como escenario neutral para disputar sus partidos de la Euroliga, alejado de la guerra, que sacude estos días Oriente Próximo.

En la legendaria sala Pionir recibirá el Maccabi como local al Barça este jueves (20.05 horas), aunque será un partido a puerta cerrada, con las gradas vacías por razones de seguridad, muy alejado de la trascendencia que se espera de un clásico europeo y en las antípodas de la normalidad que debería acompañar al mundo del deporte. El conflicto de Gaza ha transformado la realidad en Israel y Palestina y ha sacudido por completo la vida de sus habitantes. “Veo mucho dolor, no sé cómo acabará esto”, se sincera Berrocal en una conversación telefónica con EL PERIÓDICO desde su nuevo hogar provisional.

Berrocal conversa con Oded Kattash, técnico principal del Maccabi

Berrocal conversa con Oded Kattash, técnico principal del Maccabi / Maccai Playtika Tel Aviv Instagram

La pasada temporada aceptó la oferta del Maccabi para incorporarse al cuerpo técnico de Oded Kattash como segundo. Buscaban un entrenado con experiencia en Europa y los avales de David Blatt y Jordi Fernández, de los Sacramento Kings, ayudaron. Berrocal se instaló en Tel-Aviv junto a su mujer y sus dos gemelos, Jofre y Bruna. La idea era lograr algo de estabilidad, después de dar tumbos lejos de ellos, desde su primera etapa en el Barça, por ocho países y en los últimos trece años (incluido el Barça de Bartzokas en 2016-17 o el Baskonia de Ivanovic, en la 2019-20).

Familia dividida

El estallido de la guerra lo ha trastocado todo. Su familia está de vuelta en Badalona, en busca de la normalidad, mientra él ha deambulado con el equipo por Europa, primero en Chipre, ahora en Serbia, en busca de un lugar donde asentarse. “Decidimos que era lo mejor para la familia”, desvela, aunque no fue una decisión fácil. “Mi hijo de ocho años me preguntaba: ‘¿Por qué no vuelves a casa y entrenas al Barça o la Penya?’ Tuve que hacerle entender que ahora estoy en el Maccabi, que me siento cuidado y respetado por la gente con la que trabajo y por eso intento hace el esfuerzo de ayudarles. Si no sale bien, siempre podré volver a casa”

Después de explotar todo en Israel, su vida también ha vivido un seísmo del que no es fácil reponerse.  En los dos últimos meses ha perdido a su padre y a su madre, añadiendo más dolor a un 2023 que no olvidará. “Fueron casi seguidos. En cuestión de días. Pude ir a casa y despedirme de los dos . Al final es la vida. No te queda otra que tirar para adelante. Pero está siendo un año muy heavy”, admite el entrenador catalán, que también está inmerso en la dura situación de Israel y los territorios palestinos.

Israel es un país pequeño. No hay nadie en el Maccabi que no haya perdido a un familiar, amigo o conocido. Vives el día a día sin saber muy bien que pasará. Todo son rumores, sobre si volveremos, acerca de los rehenes...Nos dicen que pronto se podrá vivir de manera normal en Tel-Aviv. Pero la aproximación a la realidad es muy diferente entre los israelíes y los extranjeros del equipo. Lo que es normal para ellos, para ti es una situación extraordinaria. Nadie pensaba que pasaría lo que ha pasado. Y mira, Ha sido extremo e inesperado”, cuenta Berrocal.

Berrocal da instrucciones a uno de los júniors del Maccabi en un entrenamiento

Berrocal da instrucciones a uno de los júniors del Maccabi en un entrenamiento / Maccabi Playtika Tel Aviv Instagram

 “Yo me siento a gusto en Israel. Me siento querido y respetado. No me posiciono. Solo pienso en los míos. Veo que han sufrido y creo que hay que dar pasos para llegar a un punto de paz o no guerra. Lo que está claro es que una guerra ni tiene sentido. Pierde todo el mundo”, añade el técnico barcelonés, no solo en referencia a Israel, sino también a Ucrania, donde entrenó en dos etapas distintas, al Budivelknik Kiev, al que hizo campeón (2011) y al Donetsk (2013).  “Tengo amigos alí, estas cosas te tocan”, reconoce.

Reencuentro con amigos

En esas extrañas circunstancias, Berrocal volverá a reencontrarse con el Barça, el equipo con el que estuvo, en una primera etapa, cerca de 14 años y de que fue ayudante de Xavi Pascual cuando los azulgranas conquistaron la segunda Euroliga de París. “El Barça es un club importante en mi vida. A la mayoría de los que están los conozco, como Grimau o Sada, pero también a Navarro o Mario Bruno Fernández. Son amigos, o los he entrenado, o he tenido una relación muy estrecha. Es un cuerpo técnico muy joven. Quizás no tengan tanta experiencia. Pero los veo con mucha energía y ganas. Me recuerdan un poco a nosotros en el 2010. Yo veo al Barça competitivo, los veo bien”, resume.

En cambio,  no se atreve a hablar de retos esta temporada para el Maccabi, que está a dos triunfos de los barcelonistas en la clasificación. “En otro momento, diría que pelear por la ‘final four’ sería nuestro objetivo. Quizás entrar en los ‘playoffs’. Pero estamos con una plantilla corta, con solo 13 jugadores. Hay días en los que no estamos conectados. Somos imprevisibles. Solo pensamos en el día a día y en cómo avanzar”.