Lo de Gavi no es culpa de nadie por Sònia Gelmà

No es culpa de nadie, dicen. Una lesión de este tipo puede llegar en cualquier momento, aseguran. Podría haber llegado en un entrenamiento, cierto. O en un partido del Barça, también. Pero la rodilla dijo basta en un partido de España. Ante Georgia. Y se rompió cuatro días después de haber jugado ante Chipre, siendo Gavi junto a Le Normand los dos únicos jugadores que repetían titularidad. Y, por si fuera poco, Luis De la Fuente tuvo la mala suerte de que Gavi se lesionara al día siguiente de haber dicho que los buenos no descansan, que tenía un "físico superdotado".

Probablemente no haya nadie más afectado, después de Gavi, que el seleccionador español. Si le hubiera dado descanso, quizás se hubiera roto la rodilla el domingo, o quizás no. No lo podemos saber, pero se entiende el enfado del Barça puesto que ellos son quienes le pagan el sueldo. Los futbolistas están de prestado en la selección y el cuidado sobre ellos debería ser superior. En cambio, a menudo se interpreta al revés.

Aquel verano de Pedri

Incluso los jugadores dan por hecho que son los clubes los que deben pagar los excesos de las selecciones. Precisamente Luis De la Fuente era seleccionador olímpico hace tres veranos cuando Pedri, después de haberlo jugado todo con el Barça, se fue primero a la Eurocopa y después a los Juegos. Desde entonces, las lesiones le persiguen. Y, sin embargo, su compañero Pau Torres comentó que el origen de todo pudo ser que el Barça no le había dado suficiente descanso tras esas dos competiciones. No pensó que lo irresponsable fuera que disputara ambas.

La Federación sale ahora en la foto. Pero hace tiempo que el negocio no vigila la salud de los jugadores. Por lo visto, no es culpa de la FIFA, pese a que fija los calendarios. Ni de los clubs, que venden giras en vez de hacer pretemporadas. No es culpa del césped, ni de los tacos, ni de la alimentación. Lo de Gavi no es culpa de nadie. Ni lo de Militao. Ni lo de Courtois. Ni lo de Camavinga. No es culpa de nadie. Pero qué tal si se lo hacen mirar.

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