Baloncesto

Jabari Parker, la estrella que rompe estereotipos en el Barça

El jugador estadounidense reconduce en el Palau Blaugrana una carrera que dos graves lesiones en la rodilla frenaron en la NBA. “Estoy feliz de estar aquí”, asegura el ala-pívot

Jabari Parker, jugador del Barça de básquet, en una imagen reciente.

Jabari Parker, jugador del Barça de básquet, en una imagen reciente. / Alejandro García / Efe

Luis Mendiola

Luis Mendiola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando Jabari Parker se despierta, lo primero que hace es rezar y dar las gracias por el nuevo día. “Lo que soy y en la posición en la que estoy no es por mí, es por Dios”, explica en su cuenta de Twitter, para dejar claro que hay algo más importante que su carrera como jugador: su fe.

Su vida es un relato mil veces contado en el mundo del deporte: la del auge y la caída de una figura que apuntaba al estrellato de la NBA. Pero también se intuye como una historia de redención por cómo se ha asentado en muy poco tiempo en el Barça para convertirse en un referente del equipo de Grimau, que este miércoles visitará al Baskonia en la Euroliga (20.30 h), en una semana con doble programa, ya que el Valencia visitará el viernes el Palau.

En tres de los últimos cuatro partidos, Jabari Parker (Chicago, 1995) se ha convertido en el máximo anotador de los barcelonistas. Emergió determinante en la victoria frente al Panathinaikos el pasado día 3 con 17 puntos. Llegó a los 20 puntos frente al Estrella Roja una semana después y este pasado domingo acabó con 18 puntos ante el Lenovo Tenerife.

La mejora de sus números en noviembre (16 puntos de media, con un 53,8% en el triple frente a los 6,8 puntos de octubre con un un 39,1% en el triple), pero sobre todo su creciente liderazgo y su protagonismo en los momentos calientes ha disparado la ilusión entre los aficionados del Palau Blaugrana de contar con el jugador diferencial que apuntó durante toda su carrera y que le llevó a ser el número dos del ‘draft’ del 2014, escogido por los Milwaukee Bucks.

“Todos sabemos el talento que tiene Jabari Parker y que cuanto tiene la pelota pasan cosas. Está aprendiendo nuestros sistemas a marchas forzadas saber dónde colocarse es de las cosas que más le han chocado. La adaptación no es fácil. Pero poco a poco está progresando”, asegura el técnico Roger Grimau. “Físicamente está un pelín más arriba que todos y está metiendo mucho. Creo que pueda dar mucho que hablar en Europa”, valora su compañero Laprovittola.

El propio jugador está agradecido por el apoyo recibido en su proceso de integración. “Esperaba momentos como estos. Para esto estoy trabajando. Soy tan bueno como mis compañeros de equipo. Me ayudan todos los días. Han sido pacientes conmigo”, comentó a los micrófonos de Movistar + tras la victoria ante el Estrella Roja.

Llamada inesperada

Podría decirse que los caminos de Jabari Parker y el Barça se cruzaron en el momento justo. Cuando recibió la llamada del club este verano, llevaba más de una temporada y media sin jugar, después de que los Celtics lo despidieran poco antes de los ‘playoffs’ del 2022. Tras conocer el interés azulgrana, voló desde Hawaii a Barcelona, realizó varios entrenamientos para demostrar su estado de forma y acabó por cerrar el acuerdo en dos días.  

"No tengo tiempo que perder, he esperado muchos años”, afirmó en su presentación Parker, que no se cansa de repetir que está totalmente recuperado de las lesiones que pusieron fin a su carrera en la NBA.

Las dos fracturas del ligamento cruzado anterior, en su época en los Milwaukee Bucks (2014-2018) se produjeron en la misma rodilla, la izquierda, en un margen de tres años entre 2014 y 2017, con dos de recuperación por medio y hundieron a un jugador que llegó al baloncesto universitario con la etiqueta de “mejor jugador de ‘high school’ desde LeBron James”. Después de Milwaukee intentó encontrar su sitio sin éxito en diferentes franquicias, Chicago, Washington, Atlanta, Sacramento y Boston.

“Cuando tuve la primera lesión, pensé que tenía el tiempo de mi lado. Que me podría recuperar bien. La segunda no estaba preparado para afrontarla. Me hundió porque estaba teniendo la mejor temporada de mi carrera”, confesó en Sports Illustrated cuando intentaba ganarse un puesto en Boston. “Mi fe en Dios es lo que me ayudó a volver y a estar donde estoy. Lo que me sigue motivando es muy simple. No tengo ninguna presión. Intento ser lo mejor que puedo ser y maximizar mi talento y mi habilidad. Es lo que mi Hacedor quiere que haga y es lo que quiero hacer. El resto es un bonus”.

Iglesia mormona

Hijo de Sonny Parker, un exNBA que jugó para los Warriors entre 1976 y 1982, y de Lola Finau, una miembro activa de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Jabari se crió junto a sus tres hermanos en la fe de los mormones y en la lectura diaria de la Biblia, lo que lo convirtió en una persona única, alejada de todos los estereotipos que acompañan a las estrellas de la liga estadounidense, donde la lucha de egos forma parte del día a día.

Jabari lee un libro en el vestuario, horas antes de un partido del Barça

Jabari lee un libro en el vestuario, horas antes de un partido del Barça / Sara Gordón / @FCBBasket

Sociable y tranquilo, algo introvertido, según explican sus compañeros en el vestuario, Jabari no se separa de sus libros y su música allá donde va. No luce ningún tatuaje a la vista y ha asumido a la perfección su papel de mentor de los jóvenes como James Nnaji y Dame Sarr, que suelen preguntarle por la NBA, y junto a los que suele verse en compañía durante los viajes del equipo. También es un vegano convencido, es decir rechaza cualquier alimento de origen animal y considera que el cambio de alimentación ha sido decisivo en su recuperación.

“En Barcelona ha encontrado su ecosistema”, señalan desde el staff técnico sobre el jugador azulgrana, que sigue soltero y se ha instalado en un piso en el centro de la ciudad, después de vivir durante las primeras semanas en Sitges. “Estoy donde quiero estar, aquí soy feliz”, admite Jabari, que sigue en busca de su redención.